sábado, 22 de abril de 2017

"DETENGA EL PASO DE JESÚS"


La imagen dice: Señor Jesús, por favor dame un fuerte abrazo hoy.
Lo necesito

Jeremías 33:3 es un hermoso versículo de la Biblia, donde el único que no miente, ni nunca nos fallará, nos dice: "Clama a mí y yo te responderé y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tu no conoces"
¿A quién más podemos ir? ¿A quién le importarán nuestros problemas, más que los suyos? 
Nuestro Dios todo lo puede y nos ama, de una manera tan incomprensible e incondicional, que no tenemos derecho a dudar de Él.
Dice la Palabra de Dios, que cuando no recibimos es porque pedimos mal. 
Santiago 4:3
La oración eficaz es la que dirigimos al Padre, en el nombre de Jesús. Sólo Él, es la llave para abrir todas las puertas de nuestra vida. Pero esa oración tiene que ser con total confianza de que vamos a recibir lo que pedimos, conforme a la voluntad de Dios. Él sabe lo que nos conviene, deberíamos incluir en nuestra oración la frase: "Gracias Dios mío por no darme esas cosas que te pido y no me convienen, aunque yo no lo sepa"
Dios todo lo sabe y nos conoce desde el vientre de nuestra madre. ¿Cómo podría equivocarse? El nos creó. Por lo tanto cuando hablamos con Dios, que justamente de eso se trata orar, nuestro Padre está muy atento a nuestras oraciones y si lo que pedimos, lo hacemos en el nombre de su hijo Jesucristo, vamos a recibir, todo lo que sea de bendición para nuestras vidas.
Santiago 1:6-7 dice: "Pero pida con fe, no dudando nada: porque el que duda es semejante a la onda de la mar, que es movida por el  viento, y echada de una parte a otra. No piense pues el tal hombre, que recibirá ninguna cosa del Señor."
Una oración  de fe, detiene el paso del Señor. En Mateo 8:7-10, dice que Jesús fue conmovido por las palabras del centurión romano, que se humilló delante de Él, a pesar de su importante cargo, observe parte de este pasaje: "...dí la palabra, y mi siervo será sano. Porque también yo soy hombre puesto bajo autoridad, y tengo soldados bajo mis órdenes; y digo a éste: Ve, y va; y al otro: Ven, y viene; y a mi siervo: Haz esto, y lo hace. Al oír esto, Jesús se maravilló de él, y volviéndose, dijo a la gente que le seguía: Os digo que ni aun en Israel he hallado tanta fe.
Y al regresar a casa los que habían sido enviados, hallaron sano al siervo que había estado enfermo".
Le invito a conmover  a Jesús con su oración de fe, pero fe en el que nunca falla, en aquel  para el cual no hay nada imposible, Dios. Pida en el nombre de Jesús, y dígale ya gracias, demuéstrele cuánto confía en Él. 

Detenga el paso de Jesús, ante su problema y verá la Gloria de Dios.

Dios los bendiga
Susana Goglián

"QUE TU ESPÍRITU DESCIENDA"
Emir Sensini

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