domingo, 1 de octubre de 2017

"¿CUÁNTOS TIENEN PROBLEMAS?"


La imagen dice: El egoismo dice:
¿Que gano yo?
El amor pregunta
¿Que puedo hacer?

La Biblia dice en Proverbios 18:1-2: "El egoísta no busca sino lo suyo; se irrita ante cualquier consejo. Al tonto no le gusta reflexionar sino dar a conocer sus opiniones" ¿Lo había leído alguna vez en la Palabra de Dios?
El egoísta solamente se centra en su vida, en sus necesidades, cree ser el único que tiene problemas en la vida. Es sorprendente en la iglesia cuando el Pastor pregunta: ¿Cuántos tienen problemas? Levanten la mano, nos hace mirar alrededor y uno se sorprende al ver todas las manos levantadas.
La prueba nos hace sentir que a nuestro alrededor todas las cosas funcionan bien, que las demás personas gozan de buena salud, tienen dinero, una familia completamente feliz y que los únicos que estamos mal en este mundo somos nosotros.
Es lógico que nuestro problema nos pese más, porque es nuestro problema, pero no podemos esperar que toda la vida gire alrededor de nosotros mismos, sin importar lo que le sucede a los demás.
Exigimos cosas que no nos pueden dar, creemos que todos son malos, pero nos olvidamos de mirarnos al espejo; de retroceder y ver que las cosas que vivimos hoy, son consecuencia de malas decisiones del pasado, que nadie tiene la culpa.
Es más fácil culpar a los demás de lo que nos pasa, pero eso no va a solucionar su problema.
Un mismo problema en dos personas diferentes, produce una reacción completamente distinta. Uno puede amargarse, sentirse fracasado y esperar que caiga del cielo lo que necesita. El otro frente al mismo problema, lucha por lograr el éxito, se propone conseguir lo que necesita, sin detenerse hasta lograrlo, eso  se llama tenacidad. 
El diccionario define así la tenacidad: "Que se opone a deformarse o romperse, que se prende de una cosa; o que es firme y pertinaz en un propósito". No podemos conformarnos con lo que estamos viviendo. 
La Biblia nos da una maravillosa revelación en Filipenses 4:13: "Todo lo puedo en Cristo que me fortalece" observe que dice: "TODO", por lo tanto depende de nosotros luchar en el nombre de Jesús hasta lograrlo.
El egoísta se queda solo, porque todos se dan cuenta que el centro de su vida, es el mismo. 
Renuncie hoy al egoísmo, miré al cielo en busca de ayuda para salir adelante. 
Dice en el Salmo 121:1-4: "Alzaré mis ojos a los montes ¿De dónde vendrá mi socorro? Mi socorro viene de Dios que hizo el cielo y la tierra, no dará mi pie al resbaladero, ni se dormirá el que te guarda, no, no se adormecerá, ni se dormirá el que guarda a Israel"
Con todas estas promesas, no puede acobardarse, ni declarar fracasos y derrotas sobre su vida, levante sus ojos al cielo, Dios no va a abandonarle jamás. 
Deje de llorar por los rincones, es hijo/hija del Rey de Reyes y Señor de Señores, sea valiente, luche por su vida y por su familia, Dios está con usted.

"DE DONDE VENDRÁ MI SOCORRO"
Coalo Zamorano

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