La imagen de hoy dice:
Dios mío protégeme, porque estoy sola y no tengo
más defensor que tú. Ester 4:17
Esta reflexión, es por algo que me ocurrió hoy, fue una situación difícil, que realmente me hizo pasar por todos los estados; y por muchos pensamientos diferentes hablando con Jesús; hoy lo quiero compartir con ustedes.
Cuando oramos un tiempo por alguna situación difícil y urgente pero parece que no ocurre nada; no encontramos una respuesta positiva a nuestra oración. ¿Cómo reaccionamos? ¿De qué depende nuestra fe en Jesús? ¿Cuál es nuestra confianza?
Sabemos que Dios responde de tres maneras: Si - No - o esperá.
El NO, es casi siempre cuando pedimos algo que no nos conviene y el Señor lo sabe. Pero ¿qué pasa cuando es algo que necesitamos sí o sí; porque de otra manera estaríamos en problemas y Dios lo sabe?
Oramos, esperamos; volvemos a orar y continuamos esperando...
De pronto llega ese día tan temido; la solución no llega y oramos por última vez por esta situación... y cómo el Espíritu Santo actúa de maneras sorprendentes, inesperadas; pone una idea en nuestra mente; obedecemos, lo intentamos y de pronto parece que la puerta se abre.
Pero como me ocurrió hoy; después que vino esa solución a mi mente y me contestaron de manera positiva; al llegar al lugar, una oficina pública; la persona se desdijo y el problema continuaba; aunque era una situación muy injusta.
Esperé tres horas en el lugar; para poder hablar con la supervisora que se había negado a realizar lo que me habían informado; que me alegró tanto al principio.
Durante esas tres horas, oré; reprendí a todo espíritu de oposición del lugar y de los empleados; seguía esperando y mientras escuchaba esta canción que les comparto hoy: "Lo harás otra vez"; le preguntaba a Jesús; qué iba a ocurrir; había puesto toda mi fe en acción; confesé delante de otras personas que Dios me iba a ayudar en eso; me había negado a actuar indebidamente sobre este caso.
Le decía Jesús ¿Me voy a ir de este lugar decepcionada? Me dijiste hoy cuando oraba una vez mas: ¿No te he dicho que si crees verás la gloria de Dios? Juan 11:40; te dije: Si, Señor creo; yo confío en tí. Y ahora me miran a los ojos y me dicen: No; sin ninguna posibilidad de respetar lo que me habían informado.
Le decía al Señor ¿Cómo va a salir de este lugar mi fe si no me ayudas? Le decía: ¿Qué hubiera ocurrido si Moisés con toda esa gente detrás suyo; con todos los enemigos siguiéndolos; habiendo orado para que el mar Rojo se abriera delante de ellos, para que tu los salvaras; hubiera levantado la vara y ordenado al Mar que se abra y nada hubiera ocurrido? ¿Qué le hubiera dicho a todo ese pueblo? Bueno vuelvan atrás porque Dios no abrió el mar? ¿Como hubiera quedado su fe?
Que hubiera hecho con su desilusión y la vergüenza por haber tenido fe y que no ocurrió nada?
Entregué la situación que estaba viviendo de tanta injusticia a los pies de la cruz y le dije: Jesús, que se haga tu voluntad; tu sabes que yo necesito lo que voy a recibir, si cumplen lo que me informaron.
Te entrego todo que se haga tu voluntad y no la mía.
Comencé a adorarlo escuchando esta y otras canciones que tengo en mi lista de reproducción en el celular y a seguir esperando que la supervisora me atendiera; tenía muchas ganas de irme; pero sentí dentro de mí que Dios me decía: ¿Y si se está por solucionar y lo perdés por no esperar un poquito más?
Además no quería salir triste de ese lugar. Así que seguí esperando y de pronto después de tres horas de espera; salió una mujer y dijo: ¿Quién es la señora que me está esperando? Le dije: yo. Y me dijo pase; me llevó a su oficina y me habló muy enojada.
Le pedí que me escuchara por unos breves minutos como si fuera mi amiga.
Primero seguía hablando ella; al final accedió a escucharme: le comenté la injusticia que había ocurrido antes y luego de escucharme y seguir rezongando; al final Dios se glorificó y me dijo que sí.
Sentí tanta alegría que la bendije y le pregunté que necesidad tenía; que yo voy a estar orando por ella; pidió por su familia y me entregó la documentación.
¡Gloria a Dios!
Les cuento todo esto, para hacer una reflexión que sirve para toda nuestra vida en esta tierra; mi fe creció con este hecho.
¡¡Tenemos que creer hasta el último minuto!! No dudemos, porque el Señor siempre nos escucha; no perdamos la fe nunca; porque el hombre nos va a defraudar; pero Jesús no.
Mientras esperaba, le di la bienvenida al Espíritu Santo al lugar y le pedí que llenara ese lugar con su Gloria; que tomara el control de todo. Y así lo hizo.
Si me hubiera ido después de esperar tres horas; por falta de fe; me hubiera perdido la bendición.
Dios nunca llega tarde; quizás parece que ya no va a hacer nada; pero siempre llega a tiempo; Él todo lo sabe y lo hace perfecto.
Regresé muy cansada y le contaba a mi amiga, que mientras esperaba, me sentía como seguramente David se habrá sentido, hasta que la piedra golpeó en la frente del gigante Goliat y cayó.
Me siento cansada, agotada; pero muy feliz y en victoria; por confirmar que Dios siempre escucha nuestras oraciones.
DIOS ES FIEL Y NUNCA NOS ABANDONA
CONFÍE SOLO EN JESÚS, NUNCA LO VA A DEFRAUDAR
¡¡¡¡JESÚS LE AMA MUCHO!!!!
Susana Goglián
"LO HARÁS OTRA VEZ"
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ES DE MUCHA BENDICIÓN PARA MÍ LEER SUS MENSAJES. BENDICIONES. Osana Goglián