sábado, 21 de julio de 2018

"UN AMOR PERFECTO"

La imagen de hoy dice: 
El Amor de Dios
El Verdadero Amor

Hoy pensando en el amor de Dios, comparaba su amor con el del ser humano, tanto hombres como mujeres. ¡Tan diferentes!
En un momento pensaba que Dios mismo, en la persona de Jesús hombre; vino a la tierra a entregarse en la cruz, para salvarnos a nosotros; seres tan egoístas, hipócritas, mentirosos, murmuradores, criticones, faltos de amor sincero y verdadero...  y muchas cosas negativas más. 
Jesús, es Dios mismo y es AMOR  ¿Por qué se entregó a sufrir tanto por seres que Él siendo Dios; sabía que lo íbamos a negar, a dejar de lado; sabía que íbamos a ser indiferentes a su amor, que no íbamos a ser constantes y firmes en nuestras convicciones, a pesar de  invitarlo a nuestro corazón? 
Él sabía que el hombre iba  a encontrar cosas más importantes, que adorarlo, alabarlo y orar.
No existe mayor Amor que el de nuestro Señor; puede buscar otro amor por toda la eternidad y no lo va a encontrar.
Siempre digo que Jesús, es el único al que podemos recomendar, sabiendo que nunca nos va a dejar mal.
El ser humano ¡es tan indigno de recibir un Amor tan perfecto como el de Dios!
Evidentemente Jesús, no piensa como pensamos nosotros; Él jamás dice: esta persona es imposible, no quiere, me voy a ocupar de otros. No, Jesús decidió amar, más allá de cómo actúa el ser humano;  Jesús con su amor incondicional; lo ama igual; porque decidió amarlo y sigue esperando que tenga  convicción de pecado, por medio del Espíritu Santo y vuelva  a entregarle el corazón a Él.
Cristianos que se van enfriando y deslizando sin darse cuenta; de pronto,  no es tan importante congregarse; reunirse con otros hijos de Dios; para alabarlo, orar en unidad como a Jesús le agrada; ya no les  importa seguir con su corazón entregado a Jesús, tratando de agradarle a Él.
Es muy triste, nadie está exento de pasar por estas cosas; pero lo que prevalecerá es el amor a Jesús y sus convicciones firmes; más allá de quienes lo rodeen.
Imagine por un momento, como si fuera una película; el sacrificio espantoso de Jesús yendo hacia la cruz y en la cruz. ¡Cuánto dolor en su cuerpo, en sus emociones, en sus sentidos! Porque era cien por ciento hombre y cien por ciento Dios en la tierra.
Y luego,  imagine a una persona pasando momentos de desesperación en la tierra, soledad, adicciones, enfermedades, malas actitudes y de pronto se encuentra con Jesús, le entrega su corazón, le pide perdón por sus pecados y el Señor restaura su vida; lo transforma en una nueva persona; comienza a sentirse, feliz, con paz, pleno; su familia es restaurada, comienza a vivir en unidad y en armonía. 
Y un buen día, decide que ya no necesita a Jesús, le da la espalda; es como que le dijera: Gracias por los servicios prestados Jesús, pero ya no te necesito, voy a seguir mi vida solo. 
Mientras siga visualizando a Jesús; con un amor tan grande, como para entregar su vida, morir, ser llevado a una tumba, con el cuerpo totalmente destrozado por todo el castigo inmerecido que sufrió en la cruz. Dios lo levanta de los muertos, resucita y Dios, está sentado en el trono Jesús a la diestra de su Padre, glorificado.
Y en ese momento desde ese lugar; lo ve vivir a usted; quien ya no tiene tiempo para dedicarle a Él. 
¿Qué pensaríamos nosotros en su lugar, que somos tan propensos a reprochar cuando nos hieren, o cuando actúan de una forma diferente a la que esperamos?
¿Qué diría usted?
Jesús, como lo prometió a sus discípulos; envió por amor y para que nos proteja, a su Espíritu Santo; o sea que Jesús mismo volvió en Espíritu; a proteger a todo aquel que desee ser hijo de Dios, creyendo que Jesús murió y resucitó de los muertos, para ser el Señor de su vida. 
¿No le parece que es muy distinto el Amor de Dios al nuestro?
¿Cree que merecemos su Amor? ¿Ese Amor tan grande y perfecto?
Hoy me siento muy conmovida pensando en esto, solo Dios nos puede amar a pesar de todo, a pesar de como somos.
Valoremos su amor, pongámoslo en primer lugar en nuestras vidas.
No alcanza con decir ¡Dios mío ayúdame! como el último recurso, cuando estamos solos, abandonados por todos;  enfermos, destruidos!
¿Cómo se siente cuando se acuerdan de usted, lo llaman, lo buscan solo cuando necesitan algo? ¿Le agrada ser el último en la lista de prioridades para los que usted ama y protege?
El Amor de Jesús, prevalece sobre todo eso, el amor de Dios es incondicional; nos ama más allá de todo lo que hagamos; sigue esperando que le digamos: Jesús te necesito;  sus brazos están y estarán siempre abiertos para recibirnos.
Lo invito a pensar en estas cosas en oración y si se siente identificado, pídale perdón a esta hermoso Señor que tanto le ama;  vuelva a empezar, es tiempo de gracia, Jesús lo espera con una sonrisa y con el anhelo de darle un abrazo.
Piense en esto, aunque usted se esté congregando en una iglesia: 
¿Qué lugar ocupa Jesús en su vida?
"El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor".
1 Juan 4:8: 

JESÚS LE AMA

Dios lo bendiga
Susana Goglián
"SIGUES SIENDO DIOS"
Marcos Witt


Sígame EN FACEBOOK
Dele ME GUSTA a la página

Suscríbase  haga clic en el siguiente link:
y reciba los devocionales por  mail en su correo todos los días

TWITTER:  @susanagoglian

MUCHAS GRACIAS POR VISITAR  EL BLOG CADA DÍA
DESDE  LOS SIGUIENTES PAÍSES

Argentina
Estados Unidos
México
Alemania
Venezuela
República Dominicana
Colombia
Honduras
Guatemala
India
Irlanda
Japón
Rusia
Uruguay
Chile
Ecuador
Bolivia
Guatemala
Panamá 
Canadá
Perú
Costa Rica
Puerto Rico
España
y otros países. 
Muchas gracias, oro para que les sean de bendición las reflexiones.

Lea diariamente el devocional e su celular ingresando a:

"EL PERDÓN ES NECESARIO"

La imagen dice:  
Perdonar no es olvidar
... sino recordar sin que te duela

"Entonces Pedro fue y preguntó a Jesús: -Señor, ¿Cuántas veces deberé perdonar a mi hermano, si me hace algo malo? ¿Hasta siete? Jesús le contestó: - No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete". Mateo 18:21-22
¿Le cuesta perdonar? Por supuesto, solo usted sabe lo que sufrió con lo que le hicieron; pero Jesús, no solo les enseñó a sus discípulos a perdonar, si no que mostró con su ejemplo, que se puede perdonar. 
Recuerde, cuando estaba clavado en la cruz, destrozado, derramando su sangre, sufriendo injustamente, dijo: "Perdónalos Señor, porque no saben lo que hacen" Lucas 23:34
Quizás le parezca que es fácil decirlo para una persona que no sufrió injusticias, cuando le dice a usted "perdonalo";  pero Jesús lo dice con conocimiento de causa, el mismo sufrió todo, más de lo que una persona puede soportar, pero en medio del dolor, pudo pedirle a su Padre que los perdonara. 
Jesús lo hizo para dejarnos ejemplo de que se puede perdonar, aunque sea espantoso lo que le hicieron.
Pedro le preguntó hasta cuantas veces tendría que perdonar al que le ofende una y otra vez, Jesús con su respuesta le quiso decir que no las contara, que simplemente perdonara siempre. 
Yo creo que uno tiene que perdonar, orando, hasta que no quede nada en el corazón, cuando el hecho que vivió vuelva a su mente, hasta que no lo ponga triste, ni le duela; ese será el momento en el que usted sabrá que logró perdonar a la persona.
Siempre digo que tenemos que recordar, que no estamos perdonando para  favorecer al que nos ofendió, sino por Jesús que nos dio el ejemplo; entonces imitando la decisión de Jesús de perdonar, su corazón se va a llenar de paz. 
El favorecido será usted mismo; comprobará que la amargura, la tristeza, la desilusión, los pensamientos perturbadores, desaparecerán, por el poder del perdón.
En la vida gana el que logra perdonar.
Cuando hablo con personas que tienen dificultad para perdonar; les digo que soltar perdón  es una decisión, porque nunca sentirán el deseo de perdonar, pero una manera que hace más fácil lograrlo, es saber que lo hacemos por Jesús, por amor a Él, por obediencia a su ejemplo en la cruz del calvario. 
Cuando decida perdonar para agradar a Dios, inmediatamente vendrá a su corazón paz. 
Si el pensamiento sobre lo que pasó vuelve, le aconsejo que vuelva a perdonar, porque lo habrá logrado cuando ya no le duela, ni lo entristezca, ni lo llene de odio, recordar lo que sucedió en su vida.
El Padre Nuestro dice: "Y cuando estuviereis orando, perdonad, si tuviereis algo contra alguno, para que también vuestro Padre que está en el cielo os perdone a vosotros vuestras ofensas." Y luego dice: "Porque si vosotros no perdonáis, tampoco vuestro Padre que está en el cielo os perdonará vuestras ofensas". Marcos 11:25-26
Así que es un círculo de bendición o de maldición, según lo que usted decida. Imagínese a usted mismo, haciendo algo indebido, diciéndole al Señor: Perdoname Dios. Y a Él diciéndole, no te puedo perdonar, porque vos no perdonaste a los que te ofendieron, porque no puedo ir en contra de mi Palabra. 
Por supuesto no queremos que pase eso ¿verdad?
El primer paso lo tenemos que dar nosotros, decidir perdonar y luego sí, recibir el perdón de Dios.
Jesús lo ama mucho y lo comprende mucho más de lo que usted imagina,
porque Él lo pasó antes que usted. 

Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo, 
ni deis lugar al diablo. 
Efesios 4:26-27 

Dios los bendiga
Susana Goglián
"ALGO ESTÁ CAYENDO AQUÍ" 


Lea cada día las reflexiones en su celular ingresando a:

Comuniquese conmigo si necesita acercarse a Jesús
y no sabe cómo hacerlo

Dios los bendiga

Suscríbase en la parte superior derecha del blog 
o haga clic en el siguiente link: http://bit.ly/1mPmUqc
y reciba los devocionales  en su correo todos los días

Sígame EN FACEBOOK
Haga clic en ME GUSTA en la página


TWITTER:  @susanagoglian

Las más leídas