La imagen de hoy dice: Perdónate a ti mismo, porque Dios ya te perdonó
Las personas que tuvieron un encuentro con Dios, los que invitaron a Jesús a habitar en sus corazones, aquellos que fueron lavados con la sangre con la cuál Jesucristo los salvó en la cruz del Calvario; intentan día a día agradar a su Señor, con su forma de vivir, no solo en la iglesia, sino en todo lugar donde se encuentren, mostrando a Jesús con sus actitudes, con su forma de hablar, de caminar por la vida.
Pero mientras habiten en la tierra, quizás ocurran cosas que aunque no quieran fallarle, pueden distraerlos.
Tengamos en cuenta que el único "Perfecto" es Jesús, nadie puede decir que toda su vida es impecable, aunque lo desee.
Pablo mismo dijo en Romanos 7:19-23: "Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago. Y si hago lo que no quiero, ya no lo hago yo, sino el pecado que mora en mí. Así que, queriendo yo hacer el bien, hallo esta ley: que el mal está en mí. Porque según el hombre interior, me deleito en la ley de Dios; pero veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi mente, y que me lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros".
Dios nos dio dominio propio, aunque nos dio libre albedrío, dice en 2Timoteo 1:7: "Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio".
También le promete a sus hijos que no serán tentados más de lo que puedan soportar, porque juntamente con la tentación o la prueba, le va a dar la salida para poder soportar". 1ª Corintios 10:13
Qué bueno es Dios, nos da todas las herramientas para que logremos agradarle.
¿Pero qué pasa si usted le falló aunque no deseaba hacerlo?
Jesús también le dio otra herramienta, porque sabía que podía ocurrirle, es la puerta del cielo abierta para su oración de arrepentimiento. Dios lo escucha y ve su corazón sinceramente arrepentido, le sonríe y le dice: Te perdono hijo/hija. Ahora tiro tus pecados al fondo de la mar y ya no tendré memoria de ellos. Miqueas 7:19.
Quiere decir que si usted vuelve a pedirle perdón por lo mismo, con una mirada llena de amor le dice: No se de que estás hablando, ya no veo pecado en ti.
Gloria a Dios, que distinto es Jesús al hombre, porque la frase más común es: Yo perdono pero no olvido, pero Dios no es así, cuando perdona, perdona.
Pero hay un problema, a veces he hablado con personas, a las cuáles Dios ya las perdonó, pero continúan atadas porque ellas mismas no se perdonan. Cuando ocurre eso, la persona vive amargada, atada al pasado, no recibió ni aceptó el perdón del Señor.
¿Sabe como sería de una manera práctica? Como si a un preso le dejaran la puerta de la celda abierta para que salga, pero permanece adentro por años.
Dios me habló muy fuertemente sobre esto, por eso les comparto esta reflexión, para que hoy mismo tome la decisión de perdonarse y pueda salir de esa celda.
Dígale ahora mismo: Señor recibo tu perdón, lo acepto, te doy gracias por tu amor incondicional hacia mi vida, me perdono y me bendigo en el nombre de Jesús por lo que hice, a partir de hoy voy a escuchar la voz de tu Espíritu Santo antes de actuar, guíame, no quiero equivocarme más, voy a seguirte todos los días de mi vida.
Te amo Jesús.
Ahora respire hondo, dele gracias a Jesús por su perdón, por haber muerto en su lugar en esa cruz, para que usted sea libre de toda atadura del pecado y viva solo para Él.
Los invito a escuchar esta bella canción, cierre sus ojos y reciba la paz que Dios le quiere dar.
Dios lo bendiga
Susana Goglián
"DAME UN NUEVO CORAZÓN"
Escribame a: huellaseternas@hotmail.com
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