La imagen de hoy dice: ¡Aprende a escuchar!
No gana el que más habla, sino el que escucha mejor.
¿Le cuesta escuchar? Una cosa es oír y otra es escuchar.
Hace unos años conocí a una persona que comentábamos entre las personas que la conocíamos, que ponía el piloto automático, nos miraba mientras oía nuestra voz, pero que no nos escuchaba, era muy notorio, su mente volaba por otros pensamientos
mientras le hablábamos
Todo parecía indicar que estábamos hablando con ella y que nos estaba prestando atención, pero la realidad era otra.
¿Te cuesta prestarle atención a lo que hablan otras personas?
Muchas veces con Dios nos pasa lo mismo, Él nos habla y no escuchamos con atención a lo que nos dice. Solemos decir: "Dios guíame", pero cuando nos alerta sobre algo, o nos da una respuesta, no lo escuchamos.
También puede suceder que confundamos su voz, con un pensamiento de nuestra mente, y creemos que lo estamos pensando, y no prestamos atención.
Para poder reconocer la voz del Espíritu Santo de Dios, debemos aprender a depender de Él cada vez más, lograr tener una relación personal diaria con Jesús.
Un día por ejemplo, mientras escribía el devocional en la netbook solamente con la batería, no presté atención en que quedaba poca carga, cuando iba por la mitad del texto, pensé (yo creí que estaba pensando) "Tengo que guardar el texto en Word" no hice nada al respecto y a los dos minutos se me apagó la netbook. Inmediatamente me di cuenta que el Espíritu Santo me estaba alertando y yo confundí su voz, con un pensamiento mío.
Qué bueno es cuando Dios nos habla, obedecemos y así evitamos muchos errores y problemas.
Tenemos que consultar a Dios antes de tomar decisiones y esperar que nos conteste antes de dar pasos que luego nos traerán problemas y desilusiones.
Porque generalmente no lo consultamos y después vamos con el problema a decirle ¿Dios por qué me pasa esto? ¡¡¡ Ayúdame!!! Habiendo podido evitarlo pidiéndole consejo antes de actuar.
Debemos proponernos a partir de hoy, oír y escuchar su voz, ahora tomamos conciencia que no es lo mismo. Reconocer la voz del Espíritu Santo cuando nos habla suavemente en diferentes momentos del día, es el fruto de una relación con Jesús.
De esta manera vamos a evitarnos muchos problemas y fracasos. Decídase a escuchar a Jesús antes de actuar.
"Si oyen hoy mi voz no endurezcan vuestros corazones"
Salmo 95:7-8
Dios le bendiga
Susana Goglián
"ESCUCHARTE HABLAR" Jesús Adrián Romero
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