La imagen dice: Preocuparse no arregla nada, orar cambia todo.
Dicen las estadísticas que el 80% de las cosas por las que nos preocupamos, nunca ocurren. Es una pérdida de tiempo preocuparse, lo que nos conviene es recordar, que no nos sucederá nada que Dios no permita y Dios quiere lo mejor para nosotros.
La oración es una herramienta poderosa para ahuyentar el temor.
La Biblia dice en Mateo 6:25-31: "Por eso les digo: No se preocupen por su vida, qué comerán o beberán; ni por su cuerpo, cómo se vestirán. ¿No tiene la vida más valor que la comida, y el cuerpo más que la ropa? 26 Fíjense en las aves del cielo: no siembran ni cosechan ni almacenan en graneros; sin embargo, el Padre celestial las alimenta. ¿No valen ustedes mucho más que ellas?27 ¿Quién de ustedes, por mucho que se preocupe, puede añadir una sola hora al curso de su vida?
28 »¿Y por qué se preocupan por la ropa? Observen cómo crecen los lirios del campo. No trabajan ni hilan; 29 sin embargo, les digo que ni siquiera Salomón, con todo su esplendor, se vestía como uno de ellos. 30 Si así viste Dios a la hierba que hoy está en el campo y mañana es arrojada al horno, ¿no hará mucho más por ustedes, gente de poca fe? 31 Así que no se preocupen diciendo: “¿Qué comeremos?” o “¿Qué beberemos?” o “¿Con qué nos vestiremos?”
Los que oran elevando a Dios sus necesidades, temores y preocupaciones, deben tener la certeza de que el Señor siempre los escucha y responde a sus oraciones.
Cierta vez escuché una historia de una persona que había vivido 102 años, lleno de preocupaciones por su vida, había atravesado peligros, desafíos que le hacían tener mucho temor de que algo malo le ocurriera ¿pero saben de que murió a esa edad? de algo por lo cual nunca se preocupó, estaba en el campo mirando al cielo, vio pasar un avión, siguió mirándolo y de pronto se cayó para atrás, se golpeó la nuca y murió.
Dios tiene el control de nuestras vidas cuando se la entregamos, no tenemos de que temer, Jesús siempre está con nosotros. Dios es nuestra paz, no tiene sentido vivir atemorizados, perdiéndonos de vivir las bendiciones del presente, por temor a lo que vendrá.
El secreto que marca la diferencia, es la fe.
Hebreos 11:1 dice: "Es pues la fe, la certeza de lo que se espera y la convicción de lo que no se ve"
Dígale solamente: Jesús, toma el control de mi vida, me rindo en tus manos. Y viva en paz.
La oración de fe, lo cambia todo.
Dios los bendiga
Susana Goglián
"NO ME SOLTARÁS" Rojo
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ES DE MUCHA BENDICIÓN PARA MÍ LEER SUS MENSAJES. BENDICIONES. Osana Goglián