viernes, 14 de marzo de 2025

"LAS COMPUERTAS DEL CIELO ABIERTAS"


Si tuviera que explicar con una imagen como me sentí el domingo pasado en mi iglesia, en la Presencia de Dios, en medio de la adoración, sería con esta imagen que le comparto. 
Fue tan real la Presencia del Espíritu Santo, tan poderosa su Unción, que no hay palabras para explicarlo; hay que experimentarlo. No podía mantenerme en pie, estuve aproximadamente una hora cayendo y levantándome para seguir adorándolo, pero no podía mantenerme en pie; la Presencia de Dios fue tan real y Poderosa sobre mí, que no lo puedo explicar con palabras.
Terminó la reunión, me fui a mi casa, escuchando esta maravillosa canción que hoy les comparto; una y otra vez mirando el cielo, y permanecí así dos horas, hablando con Jesús. Me inundó una paz indescriptible y la presencia del Espíritu Santo se unía a la brisa que me cubría el rostro. 
Sentí que el Señor me decía: "Pedid y se os dará..." (Mateo 7:7) 
Leamos completo este pasaje en Mateo 7:7-8: "Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá". 
Porque fui con una expectativa tan grande a la iglesia, pidiéndole a Dios que el Espíritu Santo se manifestara en el culto, que abriera los cielos sobre la iglesia y le pedí tanto sentir así su Presencia; que se mezclaba emoción, con alegría y fue muy fuerte el toque de Dios. Se abrieron las compuertas del cielo en ese lugar.
Realmente no hay una palabra más grande o importante para decirle al Padre que "Gracias Señor"; lamentablemente me parece muy poco un simple "gracias". 
Dios es tan grande y hermoso, que todo lo que nosotros podamos brindarle, siempre será tan poco; para alguien que dio su propia vida en la cruz, por nosotros pecadores; fue inmerecido tanto sufrimiento, porque Él es y fue en la tierra "Santo". 
El Único con una conducta perfecta e intachable. Sufrir tanto, poniéndose en el lugar que merecíamos nosotros. ¿Qué podríamos darle en agradecimiento? 
No existe en la tierra nada que podamos entregarle y que podamos quedar conformes y satisfechos. Lo más aproximado es entregarle nuestra adoración profunda desde el corazón.
Pero al Amor de Dios es tan grande y generoso, que se conforma con nuestro "gracias" chiquitito. 
Jesús solo espera nuestro amor, nuestra entrega, nuestra vida para servirle hasta el fin. 
A uno le gustaría poder explicar todo lo que experimenta en su Presencia, para que todo aquel que todavía no cree; se decida a buscar a Jesús... Pero si el Espíritu Santo no despierta el espíritu de las personas a las que le hablamos de Jesús y los invitamos a vivirlo junto a nosotros, todo es inútil.
Yo me pregunto, las personas que se alejaron del Señor, los que ya no se congregan, los que conocieron su Presencia maravillosa ¿No extrañan la dulce presencia del Espíritu Santo? ¿Alguna vez habrán sentido su Unción cubriéndolos? Sus rostros resplandecían y todos notaban que habían estado con Jesús. 
 Yo no me puedo imaginar ni por un segundo alejarme del Señor y seguir viviendo como si nunca hubiera experimentado todas estas cosas maravillosas.
Le pido al Espíritu Santo, que despierte el espíritu de todas las personas con las que nos vamos a cruzar esta semana; que unja nuestras palabras, para que lleguen a sus corazones, se enamoren de Jesús y nunca se alejen de Dios. 
¿Desea tener un verdadero encuentro con Jesucristo y no solo practicar una religión "para cumplir"?
Jesús lo está esperando con sus brazos abiertos, para hacerle sentir en su corazón su AMOR incondicional; sin reprocharle su pasado, sin tener en cuenta sus errores; con solo decirle: "Jesús te invito a entrar en mi corazón, te pido perdón por mis pecados; lávame con tu Sangre Preciosa, la que derramaste en la cruz por mí. Quiero seguirte todos los días de mi vida. Amén.
Con esas simples palabras dichas con todo su corazón, comenzará una nueva vida Sobrenatural, en la que el Espíritu Santo de Dios, lo inundará con su dulce Presencia y la paz que nunca sintió en su vida, lo llenará y deseará cada momento estar frente a Jesús, adorándolo con todo su corazón; alabando a Dios, dándole gracias por el sacrificio de su hijo a nuestro favor.
¡GRACIAS JESÚS POR AMARNOS TANTO!

"Pedid, y se os dará; buscad y hallaréis; 
llamad y se os abrirá.  
Porque todo el que pide, recibe; 
y el que busca, halla; 
y al que llama, se le abrirá"
Mateo 7:7-8

"ESPÍRITU SANTO"
Marcos Brunet



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