La imagen de hoy dice.
SANTIDAD
La contraseña para entrar al Cielo
y ver al SEÑOR
En la Biblia, la Palabra de Dios, dice en Hebreos 12:14:
"Procuren estar en paz con todos y llevar una vida santa; pues sin la santidad, nadie podrá ver al Señor".
¿Qué es llevar una vida santa? ¿Convertirse en un sacerdote, monja, pastor, ángel? No, es llevar una vida ordenada, anhelando hacer lo bueno y no haciendo esas cosas que sabemos que no le agradan a Dios.
Todos sabemos lo que debemos hacer, pero también sabemos que en la tierra nunca podremos ser perfectos, porque somos humanos y nos equivocamos.
Pero Dios conoce el corazón de los que por amor a Él, desean hacer lo bueno.
Una de las cosas más importantes, sería no hacerle a otros, lo que no nos gustaría que nos hagan a nosotros. Eso es fácil, si tenemos la precaución, antes de hablar o actuar, de detenernos a pensar. ¿A mi me gustaría que me hagan o me digan esto?
Eso es parte del dominio propio del que nos habla la Biblia en 2 Timoteo 1:7: "Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio".
Y si Dios dice que "nos ha dado" es porque ya lo tenemos dentro nuestro, es solamente activarlo.
¡Qué diferentes serían las relaciones interpersonales si usáramos siempre esa actitud de pensar antes de actuar o hablar; poniéndonos en los zapatos del otro, eso se llama empatía y es lo que tiene Jesús por nosotros.
Entonces "tratando" de agradar a Dios y usando el poder, amor y dominio propio que ya tenemos en nosotros, Dios no nos estaría pidiendo nada imposible, porque nuestro Padre Celestial siempre nos provee antes de pedirnos algo. Él sabe lo que nos resulta imposible con nuestras fuerzas, por eso nos equipa con lo que necesitamos para lograrlo, eso es Verdadero Amor, Dios nos Ama tanto, que desea perfeccionarnos a lo largo de la vida, aunque sabe que "perfectos" no seremos nunca en la tierra.
La santidad no se debe activar solo en la Semana de Santificación que organice su iglesia, esta santificación se debe procurar cada día, con la ayuda del Espíritu Santo; si vive en comunión con Él cada día; antes de hablar o de actuar, escuchará su vocesita diciéndole: No lo hagas o no lo digas y usted sabrá detenerse y la paz llenará su corazón.
En 1 Pedro 1:16: "porque escrito está: Sean santos porque yo soy santo".
También el Señor nos advierte en Romanos 12:2: "No vivan ya según los criterios del tiempo presente; al contrario, cambien su manera de pensar para que así cambie su manera de vivir y lleguen a conocer la voluntad de Dios, es decir, lo que es bueno, lo que le es grato, lo que es perfecto".
Mateo 7:2 dice: "Así pues, hagan ustedes con los demás como quieran que los demás hagan con ustedes; porque en eso se resumen la ley y los profetas".
Me gusta mucho cuando leo en la Biblia, dirigido a los hijos de Dios, en Mateo 20.26: "Mas entre vosotros no será así". Eso espera nuestro Padre Celestial, vernos vivir y pensar: ese es mi hijo/hija, no actúa como el común de la gente, marca una diferencia. ¡Qué hermoso sería que Jesús se alegre al vernos vivir!
La imagen que les compartí hoy que dice: La SANTIDAD es la contraseña para entrar al Cielo y ver al SEÑOR.
Vivimos buscando la contraseña para usar WiFi en cualquier lugar donde nos encontremos; pero esta contraseña es la que nos abrirá las puertas para toda la Eternidad con Jesús y es mucho más necesaria, pero es una decisión personal, Dios lo invita a ser santo, pero no lo obliga; así actúa el Señor con nosotros, es puro Amor y comprensión.
El que desee habitar con Jesús para siempre; tiene que activar el dominio propio, para que el Espíritu Santo tenga autoridad sobre su vida, para ayudarlo a tratar de ser Santo, para agradar a Dios.
Pero la buena noticia para nosotros, quienes todavía no hemos podido agradar a Dios siempre, es esta promesa en Juan 2:1:
"Hijitos míos, les escribo estas cosas para que no cometan pecado. Aunque si alguno comete pecado, tenemos ante el Padre un defensor, que es Jesucristo, y él es justo".
¿No le parece una maravillosa noticia? Para eso Jesús entregó su vida en la cruz, con tanto sufrimiento; es nuestro Defensor, por el poder de Su Sangre derramada, nos limpia de todo pecado, si nos humillamos delante de Jesús y le decimos: Perdóname Señor, fallé otra vez, lávame con tu sangre preciosa, así vuelvo a empezar, quiero hacer tu voluntad; entonces Jesús, nos reconcilia con el Padre, es nuestro mediador.
No existe nadie en este mundo con tanta Bondad y Amor
Solamente Jesús, lo Ama, lo perdona y vuelve a confiar en usted.
Dios lo bendiga
Susana Goglián
"Ven Espíritu Ven"
Marcos Barrientos
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ES DE MUCHA BENDICIÓN PARA MÍ LEER SUS MENSAJES. BENDICIONES. Osana Goglián