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"El Señor está cerca
de los quebrantados
de corazón"
Salmos 34:18
¿Alguna vez dijo o está diciendo en este tiempo, la frase del título de hoy: “NO PUEDO MÁS”?
Esas palabras más que una queja; salen de nuestro corazón luego de haber soportado mucho, mucho, mucho; creyendo que teníamos y que debíamos aguantar.
El agotamiento viene sobre una persona, cuando soporta exceso de peso sobre sí, más de lo posible para un ser humano.
Piense… Si hay camiones con acoplado, fabricados para llevar carga, que a pesar de eso, cuando el peso excede al que están preparados para llevar; se viene abajo ese acoplado. Si en las computadoras, también fabricadas para ayudarnos a trabajar; si abre demasiadas páginas a la vez; además de funcionar demasiado lentas, a veces se tildan y no siguen funcionando.
¿Cómo no le va a ocurrir a un ser humano?
Muchas veces, usted podrá decir como yo; si no fuera porque tengo a Jesús y el Espíritu Santo me da nuevas fuerzas cada día; ya no podría seguir adelante.
Necesitamos sabiduría del cielo; para aprender a cuidarnos a nosotros mismos, como cuidamos a nuestros seres queridos, a nuestros discípulos si somos líderes; nosotros también existimos y para Dios somos valiosos… cada uno de nosotros.
La Hermosa y alentadora Palabra de Dios, la Biblia dice en Salmos 92:10, dice: "Pero tú aumentarás mis fuerzas como las del búfalo; seré ungido con aceite fresco".
El búfalo es un animal que mientras más cansado se encuentra, más fuerzas tiene y sigue adelante con vigor. Esas son las fuerzas que Dios quiere darnos.
Pero en este tiempo estoy observando que Dios desea darnos la sabiduría suficiente para entender que somos seres humanos; por más que nos exijamos para servir a Dios y no al hombre con entusiasmo, ese que viene a nosotros por medio del Espíritu Santo; cuando vemos que somos criticados por hacerlo de esa manera, llamándole: "Apuro" a lo que es entusiasmo por la obra de Dios; nuestro ánimo decae y realmente perdemos las fuerzas para soportar a los seres humanos, sean quienes sean; es un desgaste terrible.
Por eso el Espíritu Santo nos dice hoy: "Si te sentís así, detenete y descansá, para luego comenzar con nuevas fuerzas, esas fuerzas que yo te daré"
Porque muchas veces la responsabilidad y el tener personas a cargo que dependen de nosotros; nos hacen seguir y seguir; aunque las tantas desilusiones, nos quitaron las fuerzas; pero somos seres humanos, nos guste o no; nosotros también necesitamos descansar.
A veces me detengo a hablar con el Señor y le pregunto: ¿Cómo podés Amarnos y soportarnos tanto, siendo como somos? Y el me contesta: PORQUE LOS AMO.
Es verdad, como dice la Biblia: “El Amor cubrirá todas las faltas”
Ese Amor, es el de Dios; nadie más podría soportar tanta ingratitud, tanta indiferencia; tanto desamor, tanta distracción y tantas cosas más, a cambio del Gran Amor que Jesús nos demostró al morir en la cruz por cada uno de nosotros, poniéndose en nuestro lugar, para que el sufrimiento cayera sobre Él y no sobre nosotros, cuando lo invitamos a nuestro corazón, le pedimos perdón por nuestros pecados y nos tomamos de Su Mano para caminar por la vida junto a Él… para siempre; por lo menos eso espera Dios, que sea para siempre.
Algunos cuando les va mal, en vez de buscar mucho más a Dios, se alejan de Él, sin comprender que solos en la vida no pueden nada; solo sumergirse en una gran tristeza y depresión, de las que si no es Dios, nadie los podrá sacar.
Se niegan a recibir ayuda, no la aceptan; prefieren hundirse en la tristeza. Realmente no puedo entender esas cosas; cuando se les extiende la mano para ayudarlos a levantarse y se niegan, se alejan.
Por eso le preguntaba a Jesús: ¿Por qué nos soporta siendo así? Y nuevamente el Señor me muestra que si no lo hiciera, haría inútil su muerte en la cruz por nosotros.
Si está cansado, deténgase, no continúe así, porque se va a enfermar; yo lo viví hace un año y medio; era una persona sana; por seguir y seguir sin cuidarme a mi misma; caí en un estrés terrible, sin notarlo; hasta que caí en un coma diabético, cuando antes no era diabética; luego fui internada y me contagié de Covid-19; en la guardia. No pude caminar diecinueve días; estuve internada un mes. Solamente por no haber sabido detenerme a tiempo y cuidarme
¿No le parece que es necesario que usted se detenga antes de enfermarse? ¿Nadie lo cuida? Por lo menos hágalo usted; eso es lo que Dios quiere que haga; y le recuerda una hermosa promesa; pero necesita recordarla en esos momentos de agotamiento.
"Te haré entender y te enseñaré el camino por el que debes andar, sobre tí fijaré mis ojos" Salmos 32:8.
No lo olvide, porque de lo contrario Jesús usará cualquier circunstancia, para que comprenda; porque sus ojos están siempre sobre usted porque lo Ama.
Aunque no lo crea, el Señor me acaba de enseñar ahora mismo, en vivo y en directo, mientras escribo este devocional; se detuvo la netbook, se negaba a seguir funcionando.
Comencé a cerrar programas, el reproductor de audio, por medio del cuál estoy adorando a Jesús con mi corazón mientras escribo; cerré páginas y tuve que esperar veinte minutos sin hacer nada, para que se regularice el sistema.
Y Jesús me dijo: Así ¿Te das cuenta? Tenés que detenerte y descansar. Y luego de media hora, la computadora volvió a funcionar, con lo esencial nada más abierto, cerré todo lo que excedía el peso que el sistema de la netbook, podía soportar.
¡Cuánto nos Ama y cuánto le importamos! ¿No le parece? El Amor de Dios no tiene igual.
Si puede descanse, en lo posible solo; en silencio, solo escuchando al Señor, adorándolo solo a Él; esperando que su cansancio físico, mental y espiritual, sea sanado por el Espíritu Santo. Dios hoy le aconseja “aislamiento”; así como ocurre en esta Pandemia.
Reciba hoy la Paz que sobrepasa todo entendimiento que el Señor le promete en Su Palabra, en Filipenses 4:7.
Busque la paz que Dios tiene para darle hoy. Que el centro de su vida sea JESÚS y todo estará bien.
Esas palabras más que una queja; salen de nuestro corazón luego de haber soportado mucho, mucho, mucho; creyendo que teníamos y que debíamos aguantar.
El agotamiento viene sobre una persona, cuando soporta exceso de peso sobre sí, más de lo posible para un ser humano.
Piense… Si hay camiones con acoplado, fabricados para llevar carga, que a pesar de eso, cuando el peso excede al que están preparados para llevar; se viene abajo ese acoplado. Si en las computadoras, también fabricadas para ayudarnos a trabajar; si abre demasiadas páginas a la vez; además de funcionar demasiado lentas, a veces se tildan y no siguen funcionando.
¿Cómo no le va a ocurrir a un ser humano?
Muchas veces, usted podrá decir como yo; si no fuera porque tengo a Jesús y el Espíritu Santo me da nuevas fuerzas cada día; ya no podría seguir adelante.
Necesitamos sabiduría del cielo; para aprender a cuidarnos a nosotros mismos, como cuidamos a nuestros seres queridos, a nuestros discípulos si somos líderes; nosotros también existimos y para Dios somos valiosos… cada uno de nosotros.
La Hermosa y alentadora Palabra de Dios, la Biblia dice en Salmos 92:10, dice: "Pero tú aumentarás mis fuerzas como las del búfalo; seré ungido con aceite fresco".
El búfalo es un animal que mientras más cansado se encuentra, más fuerzas tiene y sigue adelante con vigor. Esas son las fuerzas que Dios quiere darnos.
Pero en este tiempo estoy observando que Dios desea darnos la sabiduría suficiente para entender que somos seres humanos; por más que nos exijamos para servir a Dios y no al hombre con entusiasmo, ese que viene a nosotros por medio del Espíritu Santo; cuando vemos que somos criticados por hacerlo de esa manera, llamándole: "Apuro" a lo que es entusiasmo por la obra de Dios; nuestro ánimo decae y realmente perdemos las fuerzas para soportar a los seres humanos, sean quienes sean; es un desgaste terrible.
Por eso el Espíritu Santo nos dice hoy: "Si te sentís así, detenete y descansá, para luego comenzar con nuevas fuerzas, esas fuerzas que yo te daré"
Porque muchas veces la responsabilidad y el tener personas a cargo que dependen de nosotros; nos hacen seguir y seguir; aunque las tantas desilusiones, nos quitaron las fuerzas; pero somos seres humanos, nos guste o no; nosotros también necesitamos descansar.
A veces me detengo a hablar con el Señor y le pregunto: ¿Cómo podés Amarnos y soportarnos tanto, siendo como somos? Y el me contesta: PORQUE LOS AMO.
Es verdad, como dice la Biblia: “El Amor cubrirá todas las faltas”
Ese Amor, es el de Dios; nadie más podría soportar tanta ingratitud, tanta indiferencia; tanto desamor, tanta distracción y tantas cosas más, a cambio del Gran Amor que Jesús nos demostró al morir en la cruz por cada uno de nosotros, poniéndose en nuestro lugar, para que el sufrimiento cayera sobre Él y no sobre nosotros, cuando lo invitamos a nuestro corazón, le pedimos perdón por nuestros pecados y nos tomamos de Su Mano para caminar por la vida junto a Él… para siempre; por lo menos eso espera Dios, que sea para siempre.
Algunos cuando les va mal, en vez de buscar mucho más a Dios, se alejan de Él, sin comprender que solos en la vida no pueden nada; solo sumergirse en una gran tristeza y depresión, de las que si no es Dios, nadie los podrá sacar.
Se niegan a recibir ayuda, no la aceptan; prefieren hundirse en la tristeza. Realmente no puedo entender esas cosas; cuando se les extiende la mano para ayudarlos a levantarse y se niegan, se alejan.
Por eso le preguntaba a Jesús: ¿Por qué nos soporta siendo así? Y nuevamente el Señor me muestra que si no lo hiciera, haría inútil su muerte en la cruz por nosotros.
Si está cansado, deténgase, no continúe así, porque se va a enfermar; yo lo viví hace un año y medio; era una persona sana; por seguir y seguir sin cuidarme a mi misma; caí en un estrés terrible, sin notarlo; hasta que caí en un coma diabético, cuando antes no era diabética; luego fui internada y me contagié de Covid-19; en la guardia. No pude caminar diecinueve días; estuve internada un mes. Solamente por no haber sabido detenerme a tiempo y cuidarme
¿No le parece que es necesario que usted se detenga antes de enfermarse? ¿Nadie lo cuida? Por lo menos hágalo usted; eso es lo que Dios quiere que haga; y le recuerda una hermosa promesa; pero necesita recordarla en esos momentos de agotamiento.
"Te haré entender y te enseñaré el camino por el que debes andar, sobre tí fijaré mis ojos" Salmos 32:8.
No lo olvide, porque de lo contrario Jesús usará cualquier circunstancia, para que comprenda; porque sus ojos están siempre sobre usted porque lo Ama.
Aunque no lo crea, el Señor me acaba de enseñar ahora mismo, en vivo y en directo, mientras escribo este devocional; se detuvo la netbook, se negaba a seguir funcionando.
Comencé a cerrar programas, el reproductor de audio, por medio del cuál estoy adorando a Jesús con mi corazón mientras escribo; cerré páginas y tuve que esperar veinte minutos sin hacer nada, para que se regularice el sistema.
Y Jesús me dijo: Así ¿Te das cuenta? Tenés que detenerte y descansar. Y luego de media hora, la computadora volvió a funcionar, con lo esencial nada más abierto, cerré todo lo que excedía el peso que el sistema de la netbook, podía soportar.
¡Cuánto nos Ama y cuánto le importamos! ¿No le parece? El Amor de Dios no tiene igual.
Si puede descanse, en lo posible solo; en silencio, solo escuchando al Señor, adorándolo solo a Él; esperando que su cansancio físico, mental y espiritual, sea sanado por el Espíritu Santo. Dios hoy le aconseja “aislamiento”; así como ocurre en esta Pandemia.
Reciba hoy la Paz que sobrepasa todo entendimiento que el Señor le promete en Su Palabra, en Filipenses 4:7.
Busque la paz que Dios tiene para darle hoy. Que el centro de su vida sea JESÚS y todo estará bien.
Ríos de agua viva
"En el último y gran día de la fiesta,
Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo:
Si alguno tiene sed, venga a mí y beba.
El que cree en mí, como dice la Escritura,
de su interior correrán ríos de agua viva".
Juan 7:37-38
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"AUTORIDAD ESPIRITUAL"
"En el último y gran día de la fiesta,
Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo:
Si alguno tiene sed, venga a mí y beba.
El que cree en mí, como dice la Escritura,
de su interior correrán ríos de agua viva".
Juan 7:37-38
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ES DE MUCHA BENDICIÓN PARA MÍ LEER SUS MENSAJES. BENDICIONES. Osana Goglián