Devocional Diario. Reflexiones para vos: "APRENDER DE LOS ERRORES"

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La imagen dice:

Sé humilde para admitir

TUS ERRORES

E INTELIGENTE

Para aprender de ellos.

(bolsa) ORGULLO

Santiago 4:6, en la Biblia, la Palabra de Dios, dice en la versión DHH:

"Por esto él dice: Dios resiste a los soberbios, y da la gracia a los humildes".

Me impactó la claridad para entender algo muy importante, por medio de esta imagen que le comparto hoy.

Primero, por el rostro de esta persona, nos muestra que el orgulloso, no es una persona feliz, alegre; puede estar sufriendo por dentro, pero no lo quiere admitir.

Luego por favor observe, para que pueda serle útil para su vida.

Es fuerte lo que le voy a decir, pero aparentemente en esta imagen; se puede notar que está en gran peligro; pero obviamente prefiere caer al vacío y morir, antes de reconocer sus errores, no quiere ser humilde y reconocer: me equivoqué.

Observe bien la imagen; Dios extiende su mano desde el cielo para salvarlo; pero la autosuficiencia del orgulloso, no le permite doblegar su voluntad; prefiere a veces mintiendo o siendo hipócrita; tratar de demostrar que él tiene razón y es el único perfecto.

Está tomado de una rama muy frágil, que en cualquier momento va a ceder y él va a caer al vacío y va a morir; pero no quiere tomarse de la mano de Dios para que lo salve. ¿Conoce personas así?

Una vez escuché una historia de un hombre que se estaba ahogando en el mar; y oraba para que Dios lo salvara.

Primero alguien le tiró un salvavidas y él contestó con orgullo: No, Dios a mí me va a salvar.

Siguió en grave peligro de ahogarse; entonces pasó un bote y un hombre le dijo: suba, rápido venga. Y él contestó lo mismo: No, Dios a mí me va a salvar. Y así en varias formas de ayuda que se le ofrecían, a las que se negó a aceptar.

El hombre se ahogó y murió. Cuando llegó al cielo, le dijo enojado al Señor: Yo confiaba en que me ibas a salvar. Dios le contestó: Lo intenté, pero te negaste a todo; primero te hice recibir un salvavidas; después ese hombre en el bote y así cada cosa que te ofrecieron, era yo tratando de salvarte, pero no quisiste y aquí estás por tu falta de humildad y orgullo, que te impide recibir ayuda.

¿Qué le parece? Dios responde a nuestras oraciones de diferente manera a la que nosotros esperamos. Él prueba nuestra humildad y si encuentra orgullo, soberbia, autosuficiencia en nuestros corazones, nosotros perdemos.

Conocí muchas personas en este último tiempo a las que les ofrecí ayuda y contención; pero por no anhelar vivir para Jesús, se alejaron.

Es peligroso estar ocupado en cosas “más importantes” para usted y dejar de lado a Jesús; puede ocurrir cualquier cosa; porque usted no quiso tener la cobertura de Dios sobre su vida y su familia.

Por eso me impactó esta frase y pensé: esto es algo que nadie debe olvidar, porque es lo que Dios quiere: Sé humilde para admitir TUS ERRORES E INTELIGENTE, para aprender de ellos.

Si no aprendemos de nuestros errores, viviremos en un círculo vicioso, en el que nos volverá a pasar los mismo, una y otra vez. Y después la gente dice: ¿Por qué siempre me pasa esto a mí? Porque no aprendió de sus errores y no decidió cambiar.

También hay personas orgullosas, que creen que todo lo saben y que los demás están equivocados o perdieron la razón; no aceptando ni por un segundo, que pueden estar equivocados; poniéndose en el lugar de Dios, que es el Único que todo lo sabe.

Deje que Dios lo moldee, sea humilde, escuche la voz de Dios corrigiéndolo. Dios todo lo sabe, todo lo ve, todo lo escucha; usted no.

Otra frase que siempre me gustó es esta: “No le hagas a los demás, lo que no te gusta que te hagan”. ¿No le parece importante? Eso requiere de pensar antes de actuar y decirse a usted mismo: ¿Cómo me sentiría si esto me lo hicieran a mí?

¿Sabe que es muy peligroso si no lo hace? Porque todo vuelve en la vida; lo que se siembra se cosecha y de eso se encarga Dios mismo, que es un juez justo y el Espíritu Santo es nuestro Abogado Defensor.

Entonces… suelte hoy la bolsa llena de orgullo y reconozca que se equivocó; comience a ser humilde y reconozca que no lo sabe todo, aprenda de sus errores y, por último, pero lo más importante: SUELTE ESA PESADA BOLSA DEL ORGULLO Y TÓMESE DE LA MANO DE DIOS, PERMITA QUE LO SALVE.

Dios desea cambiarlo, transformarlo ¿Se lo va a permitir?

JESÚS LO AMA MUCHO y LE ENSEÑA CON SU EJEMPLO.

Siendo Dios en la tierra fue humilde.

"Al que es orgulloso se le humilla,

pero al que es humilde se le honra.

El cómplice del ladrón

es enemigo de sí mismo,

pues aunque oye maldiciones

no confiesa.

El miedo a los hombres es una trampa,

pero el que confía en el Señor

estará protegido".