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La imagen de hoy dice:
SIEMBRA LA PALABRA
Y deja que DIOS
haga el resto.
Qué privilegio el nuestro, el de ser considerados por Jesús; sal de la tierra y luz del mundo. Cuánta responsabilidad deposita en nuestra vida, porque Jesús no dice “tienen que ser”, sino “son”.
En Mateo 5:14-16, versión: Nueva Biblia de las Américas, dice:
"Ustedes son la luz del mundo. Una ciudad situada sobre un monte no se puede ocultar; ni se enciende una lámpara y se pone debajo de una vasija, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en la casa. Así brille la luz de ustedes delante de los hombres, para que vean sus buenas acciones y glorifiquen a su Padre que está en los cielos".
Hace poco escuché a un pastor decir que la canción que les comparto hoy: "Enciende una luz" de Marcos Witt; por años los cristianos la interpretaron mal. Y yo pensé: ¿Cómo? Y explicó que ese: "Enciende una luz en la oscuridad..."; no se debe cantar como que se lo estamos diciéndole al Señor; con los ojos cerrados y nuestras manos levantadas al cielo. Porque los que tenemos que ser luz en la oscuridad que vive el mundo; somos nosotros, los hijos de Dios; así que se debería cantar mirando al hermano que tiene a cada lado; adelante y atrás, cuando la canta en la iglesia.
Jesús dijo que es nuestra responsabilidad mostrar la luz de Jesús al que todavía no tuvo un encuentro con Jesús.
En la Biblia, la Palabra de Dios, en Lucas 12:8- 10, que tiene como título: Reconocer a Jesucristo delante de los hombres, dice así:
“Les digo que, si alguien se declara a mi favor delante de los hombres, también el Hijo del hombre se declarará a favor de él delante de los ángeles de Dios; pero el que me niegue delante de los hombres, será negado delante de los ángeles de Dios.
Dios perdonará incluso a aquel que diga algo contra el Hijo del hombre; pero no perdonará a aquel que con sus palabras ofenda al Espíritu Santo".
Realmente me gustaría por un momento mirarnos con los ojos de Dios y por un momento escuchar sus pensamientos diciendo... "Yo estoy esperando que ahora que ya son mis hijos, porque mi Hijo Jesucristo murió en lugar de ellos y se convirtió en su Señor y Salvador; luego que se arrepintieron de sus pecados y fueron perdonados, lavados con la Sangre de Jesús; comenzaran a compartir con los demás que no tuvieron todavía ese privilegio de vivir limpios, con paz en sus corazones y sabiendo que si Jesús vuelve hoy; ellos irían al cielo con Él. Pero no, los veo concentrados en sus conflictos en la iglesia y en sus hogares. Más preocupados en escalar posiciones en la iglesia; dejando de lado la compasión por los millones de personas en todo el mundo, que, si murieran hoy sin Jesús en su corazón, se irían al infierno.
La iglesia no es un club con orientación espiritual; es la casa de Dios y solo a Él se lo glorifica y se hace solamente Su Voluntad.
Leamos Isaías 1:16-18, dice: “Lavaos y limpiaos… dejad de hacer lo malo; aprended a hacer el bien… Venid luego, dice el Señor, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana”
Este texto no es solamente para las personas nuevas que se acercan a Jesús; sino comienza por "casa"; los primeros que tienen que obedecer estas palabras y poner por obra lo que dice; son los cristianos.
Dios nos mira... y con mucha paciencia espera que haya un despertar que quite el egoísmo, la ambición y la hipocresía y sus hijos comiencen a SEMBRAR MI PALABRA. Piensa... ¿A quién le importan esas personas que se pierden?
Lucas 12:1-3, en la versión Dios Habla Hoy; cuyo título es: Jesús enseña contra la hipocresía, dice:
"Entre tanto se juntaron miles y miles de personas, tantas que unas a otras se atropellaban. Jesús comenzó a hablar, dirigiéndose primero a sus discípulos: Cuídense de la levadura de los fariseos, es decir, de su hipocresía. Porque no hay ningún secreto que no llegue a descubrirse, ni nada escondido que no llegue a saberse. Por tanto, todo lo que ustedes han dicho en la oscuridad, se oirá a la luz del día; y lo que han dicho en secreto y a puerta cerrada, será gritado desde las azoteas de las casas".
David, quién escribió casi todos los Salmos, dice en Salmos 19:12-14:
¿Quién se da cuenta de sus propios errores? Perdona ¡Señor, mis faltas ocultas! Quítale el orgullo a tu siervo; no permitas que el orgullo me domine.
Así seré un hombre sin tacha; estaré libre de gran pecado.
Sean aceptables a tus ojos mis palabras y mis pensamientos, oh Señor, refugio y libertador mío".
Es una gran responsabilidad la nuestra como cristianos; hablar de Jesús a todo aquel que se cruce en nuestro camino, o nos escriba un mensaje, o nos llame por teléfono; a nuestra familia.
Porque yo con conocimiento de causa, me sigo preguntando ¿Por qué nadie me habló de Jesús en Uruguay, mi país natal, cuando era chica o adolescente? ¿Porque nadie me dijo que era necesario que le abriera mi corazón a Jesús, aunque yo lo amaba desde muy chica al Señor?
Casi por "casualidad"; fue el Señor mismo, que me llevó a una iglesia evangélica sin saber que existía esa maravilla que nos presenta a Jesús, como lo más importante de la vida; recién a los treinta años, la descubrí y comencé a ser transformada, cuando lo invité a mi corazón, le pedí perdón por mis pecados y me aferré a Él con todo mi corazón. Perdí treinta años de mi vida, pensando yo amo a Jesús; sin saber todo lo que me estaba perdiendo, porque había mucho más...
Sin santidad, nadie verá al Señor, por más que lo haya amado toda la vida; si no le abre su corazón, si no se arrepiente de sus pecados y le pide perdón. No será salvo.
¡Qué triste es el pasaje de las diez vírgenes! Casi todos conocen esta Palabra de la Biblia; solo voy a mencionar el final; pero le aclaro que esta Palabra era para las mujeres que conocían a Jesús, pero no cuidaron su vida espiritual; no se proveyeron del Aceite de la Unción del Espíritu Santo cada día y entonces sucedió lo siguiente; por favor preste mucha atención y hoy decídase a dejar de señalar con el dedo a los demás y mírese al espejo de la Palabra de Dios, la Biblia.
Luego lea completo Mateo 25:1-13; el título es la Parábola de las diez vírgenes.
Dice desde el versículo 10: "Pero mientras aquellas cinco muchachas fueron a comprar aceite, llegó el novio, y las que habían sido previsoras entraron con él en la boda, y se cerró la puerta. Después llegaron las otras muchachas, diciendo: “¡Señor, señor, ábrenos!” Pero él les contestó: “Les aseguro que no las conozco. Manténganse ustedes despiertos —añadió Jesús—, porque no saben ni el día ni la hora".
Ahora piense: ¿Está atento por buscar la llenura del Espíritu Santo cada día? Porque si no busca su Presencia, si no está lleno de su Amor; muy difícilmente se acordará de los millones de personas en el mundo, que no tienen a Jesús y su final va a ser el sufrimiento eterno; solamente porque nadie les dijo: Necesitas recibir a Jesús en tu corazón.
Romanos 10:14-17: "¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique? ¿Y cómo predicarán si no fueren enviados? Como está escrito: ¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas! Mas no todos obedecieron al evangelio; pues Isaías dice: Señor, ¿quién ha creído a nuestro anuncio? Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios".
Sinceramente le digo, si yo no estuviera evangelizando, sentiría que ya no tiene sentido seguir viviendo; la única motivación que tengo ahora, es que todos descubran en su corazón ¡CUÁNTO LOS AMA DIOS! Y así se arrepientan de sus pecados y sus ojos espirituales sean abiertos por el Espíritu Santo, para que descubran que, si tienen a Jesús, no necesitan nada más.
Hoy cantemos la canción que le comparto
Mirándonos en el espejo
Diciéndonos a nosotros mismos.
“Enciende una luz en la oscuridad”
Recuerde; fuimos enviados por Jesús.
Salmos 19:7-8:
"La enseñanza del Señor es perfecta,
porque da nueva vida.
El mandato del Señor es fiel,
porque hace sabio al hombre sencillo.
Los preceptos del Señor son justos,
porque traen alegría al corazón.
El mandamiento del Señor es puro
y llena los ojos de luz".
Dios lo bendiga
Susana Goglián
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ES DE MUCHA BENDICIÓN PARA MÍ LEER SUS MENSAJES. BENDICIONES. Osana Goglián