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La imagen es de la Última Cena de Jesús
antes de morir en la cruz.
Imagen extraída de la película
"El Evangelio según Mateo"
Protagonizada por Bruce Marchiano.
Les dejo el link, es una película que no van a olvidar nunca.
El jueves Santo, fue un día muy importante, especialmente por el significado; el Señor deseaba que Sus discípulos lo entendieran: “La Pascua era una sombra de lo que le acontecería a Él y una sombra de lo que Él lograría por medio de Su sacrificio.”
En la Última Cena o Santa Cena; fue la última ocasión en la que Jesús de Nazaret se reunió con sus discípulos (los doce apóstoles) para compartir el pan y el vino antes de su muerte.
La Palabra de Dios, dice en Lucas 22:7-13: "Llegó el día de los panes sin levadura, en el cual era necesario sacrificar el cordero de la pascua. Y Jesús envió a Pedro y a Juan, diciendo: Id, preparadnos la pascua para que la comamos.
Ellos le dijeron: ¿Dónde quieres que la preparemos? Él les dijo: He aquí, al entrar en la ciudad os saldrá al encuentro un hombre que lleva un cántaro de agua; seguidle hasta la casa donde entrare y decid al padre de familia de esa casa: El Maestro te dice: ¿Dónde está el aposento donde he de comer la pascua con mis discípulos? Entonces él os mostrará un gran aposento alto ya dispuesto; preparad allí.
Fueron, pues, y hallaron como les había dicho; y prepararon la pascua.” Lucas 22: 7-13.
Fue el día más difícil de la vida de Jesús en la tierra, llegaba el momento de que se cumpliera el propósito de su primera venida a la tierra. Jesús nació, para morir; en sacrificio por cada uno de nosotros, para darnos Salvación y Vida Eterna.
Sufrió para que nosotros no tuviéramos que sufrir; con su muerte, nos dio el privilegio inmerecido, de que, por medio de nuestro arrepentimiento de nuestros pecados, Él que no tenía ninguna culpa, porque era Santo; nos lavara con su Sangre derramada en la cruz, por todos nuestros pecados; y de esa manera nos convirtió en hijos de Dios. (Juan 1:12-13)
El hizo la parte difícil, a nosotros nos dejó la parte fácil; solamente con entregarle nuestro corazón, pidiendo perdón y reconociendo a Jesús como hijo de Dios y como nuestro Salvador y Señor; obtenemos la Salvación.
¡Cuánto Amor Inmerecido! Igualmente, mucha gente, no se humilla delante de Él, reconociendo que necesita ser Salvo por medio de Jesús.
Volvamos a esos momentos que vivió Jesús con sus discípulos el Jueves Santo.
Juan registra mucho de lo que el Señor hizo y dijo.
Dice Juan en la Biblia, la Palabra de Dios, en Juan 13:10-14: "Sabiendo Jesús, que el Padre le había dado todas las cosas en las manos y que había salido de Dios y a Dios iba, se levantó de la cena, y se quitó su manto y tomando una toalla, se la ciñó.
Luego puso agua en un lebrillo y comenzó a lavar los pies de los discípulos, y a enjugarlos con la toalla con que estaba ceñido.
Entonces vino a Simón Pedro; y Pedro le dijo: Señor, ¿tú me lavas los pies? Respondió Jesús y le dijo: Lo que yo hago, tú no lo comprendes ahora; más lo entenderás después.
Pedro le dijo: No me lavarás los pies jamás. Jesús le respondió: Si no te lavare, no tendrás parte conmigo.
Le dijo Simón Pedro: Señor, no sólo mis pies, sino también las manos y la cabeza.
(Pedro era hasta ahí un cristiano emocional)
Jesús le dijo: El que está lavado, no necesita sino lavarse los pies, pues está todo limpio; y vosotros limpios estáis, aunque no todos.
Porque sabía quién le iba a entregar; por eso dijo: No estáis limpios todos.
Así que, después que les hubo lavado los pies, tomó su manto, volvió a la mesa, y les dijo: ¿Sabéis lo que os he hecho? Vosotros me llamáis Maestro y Señor; y decís bien, porque lo soy. Pues si yo, el Señor y el Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros también debéis lavaros los pies los unos a los otros. Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis".
Todo lo que Jesús hizo en la tierra, fue para dejarnos ejemplo; mostró en su propia vida, lo que el Padre espera de cada uno de nosotros.
Siendo Dios, se humilló; lavó los pies de los discípulos; como dice en esta Palabra; para que los discípulos lo hicieran luego con sus hermanos.
Me emociona mucho la actitud sincera de humildad de Jesús; su entrega total a la voluntad de Dios, que llegó hasta la muerte.
Me pregunto ¿qué haríamos nosotros ante una fuerte presión externa?
¿Qué elegiríamos llegado el momento: ser fieles a Jesús y con eso llegar hasta la muerte o por temor nos volveríamos atrás?
Dice la Biblia en Gálatas 5:7-8: "Vosotros corríais bien; ¿quién os estorbó para no obedecer a la verdad? Esta persuasión no procede de aquel que os llama" (Dios)
Hubo dos actitudes en los discípulos, muy diferentes; frente a la presión externa e interna. Pedro, era un cristiano emocional, que prometía cosas guiadas por sus emociones, pero llegado el momento, actuaba de una manera muy diferente.
Es la actitud de muchos creyentes, que, en los momentos de adoración, alabanza, cuando escuchan la Palabra de Dios, proclaman tener fe y le declaran su confianza a Jesús; pero cuando llega la prueba, se desesperan, lloran; actúan como cualquier persona que todavía no ha conocido a Jesús.
La fe tiene que ser constante, cuando estamos bien y cuando nos sorprende una prueba inesperada, eso nos hará CONFIAR SIEMPRE EN JESÚS.
Conocer el Gran Amor de Dios por usted, es lo que le hará tener una fe inquebrantable; Dios no cambia según lo que le ocurra, Dios es siempre el mismo y siempre le va a decir. ¿No te he dicho que si crees verás la Gloria de Dios? Juan 11:40.
Pedro prometía cosas que no iba a poder cumplir llegado el momento; por eso cuando tuvo temor, negó a Jesús y como le había dicho Jesús cuando él le juraba lealtad absoluta; "Antes que cante el gallo, me negarás tres veces"
Pedro, se sorprendió, porque él confiaba en sí mismo; pero Jesús conocía su corazón y obviamente como es Dios, sabía por adelantado lo que iba a acontecer.
A veces el hombre tiene más alto concepto de sí mismo, que el que realmente es.
Entonces Pedro, después de negar a Jesús tres veces; lloró amargamente. Pero luego Jesús le dio a oportunidad de que se arrepintiera y de perdonarlo luego que resucitó.
En cambio, Judas lo entregó, cobró el dinero que le prometieron por entregar a su Maestro; la ambición y la avaricia pudieron más; pero él no se pudo perdonar; terminó tirando las monedas al piso y se suicidó.
"Es importante comprender que lo que motivó a Jesús a hacer todo lo que hizo fue el AMOR. No sólo el amor por Su Padre, sino también el amor por Su pueblo.
Como podemos leer en Juan 13:1-2: "Era antes de la fiesta de la Pascua, y Jesús sabía que había llegado la hora de que él dejara este mundo para ir a reunirse con el Padre. Él siempre había amado a los suyos que estaban en el mundo, y así los amó hasta el fin".
Como dice en Juan 13:1; fue el amor lo que motivó a Jesús, a hacer este Gran Rescate, por cada uno de nosotros.
"De tal manera amó Dios al mundo,
que envió a su Hijo Unigénito,
para que toda aquel que en el crea,
no se pierda, más tenga vida eterna".
Juan 3:16
Dios lo bendiga
Osana Goglián
"TE AMO"
MARCOS YAROIDE
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