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La imagen dice:
"Conforme a vuestra fe os sea hecho".
MATEO 9:27
MATEO 9:27
Cuando Jesús caminó en la tierra; muchos se acercaban a Él en el camino y le pedían que hiciera un milagro en sus necesidades; Jesús podía haberlo hecho inmediatamente porque su Poder es Sobrenatural; pero casi siempre les preguntaba: ¿Crees que puedo hacerlo? Y no solo escuchaba sus respuestas, sino que Él miraba sus corazones; porque a Dios nada le podemos ocultar.
Hay muchos pasajes hermosos en la Biblia sobre este tema; pero hay dos que me impactan y nunca olvido.
Uno está en Mateo 9:28-29, dice: "Cuando entró a la casa, los ciegos se le acercaron y Jesús les dijo: - ¿Ustedes creen que yo puedo hacer que recobren la vista? Ellos respondieron: — ¡Sí Señor! Entonces les tocó los ojos, diciendo: Conforme a vuestra fe os sea hecho. Y los ojos de ellos fueron abiertos...".
Es muy importante cuando usted tiene una necesidad y ora, que Dios vea fe en su corazón; que no vea que por las dudas, por si Dios no lo hace, tiene una opción B; sino que su única esperanza esté puesta en Jesús.
El segundo versículo impactante para mí, por la fe de esta persona, está en Lucas 7:1-10; en la versión NVI de la Biblia, este pasaje tiene como título:
"La fe del centurión" y dice: "Cuando terminó de hablar al pueblo, Jesús entró en Capernaúm. Había allí un centurión, cuyo siervo, a quien él estimaba mucho, estaba enfermo, a punto de morir. Como oyó hablar de Jesús, el centurión mandó a unos dirigentes de los judíos a pedirle que fuera a sanar a su siervo. Cuando llegaron ante Jesús, le rogaron con insistencia:
—Este hombre merece que le concedas lo que te pide: aprecia tanto a nuestra nación que nos ha construido una sinagoga.
Así que Jesús fue con ellos. No estaba lejos de la casa cuando el centurión mandó unos amigos a decirle:
—Señor, no te tomes tanta molestia, pues no merezco que entres bajo mi techo. Por eso ni siquiera me atreví a presentarme ante ti. Pero, con una sola palabra que digas, quedará sano mi siervo. Yo mismo obedezco órdenes superiores y, además, tengo soldados bajo mi autoridad. Le digo a uno: “Ve”, y va, y al otro: “Ven”, y viene. Le digo a mi siervo: “Haz esto”, y lo hace.
Al oírlo, Jesús se asombró de él y, volviéndose a la multitud que lo seguía, comentó: —Les digo que ni siquiera en Israel he encontrado una fe tan grande. Al regresar a casa, los enviados encontraron sano al siervo".
¡Qué fe tenía! Y eso agradó a Jesús y Dios obró en el siervo de este centurión romano. Una persona con autoridad que se humilló y pidió que Jesús solo dijera una Palabra y su siervo sanaría y según su fe fue hecho.
Cuando ore por favor, renuncie al espíritu de incredulidad y temor; haga que su fe crezca, tan solo por creer que para Dios no hay nada imposible y si es su Voluntad lo que usted le pide, Él lo hará.
Escuché una prédica esta semana con mis discípulas, hermosa; Dios nos ministró de una manera especial; lo que más me impactó fue cuando el siervo oró así: “Señor cierra delante de mí todas las puertas que no me convengan y abre las que sean de bendición para mí”.
Realmente orar así, requiere de una gran confianza en el criterio de Dios; que obviamente Todo lo sabe y nos Ama.
Tenemos que aprender a orar de otra manera; primero poniendo toda nuestra confianza en Jesús y segundo con la sumisión de esperar; aunque no nos guste, los tiempos de Dios para respondernos.
A esta altura de mi vida, me asombra como Dios sigue trabajando con mi carácter; me está enseñando a esperar, a tener paciencia; cosa que a mí me cuesta mucho; siempre creo que tengo que hacer y hacer… pero si confío en Dios, tengo que esperar en Él.
Que Dios nos de la humildad suficiente, para saber que siempre tenemos que aprender y escuchar la voz de Dios, antes que cualquier otra voz.
Como por ejemplo la voz que nos lleva a querer todo “ya”; cuando Dios nos dice: “Esperá”.
Los cristianos, los hijos de Dios; toda la vida vamos a estar en la escuela de Dios, por nuestro bien; porque nos es tan fácil equivocarnos, estresarnos por impacientarnos.
¡Dios nos Ama tanto! Y siempre nos escucha; así que ore con fe, como la única opción: Jesús… para recibir lo que necesita: por lo tanto, ore y espere, renuncie a la incredulidad… su milagro llegará.
Hay muchos pasajes hermosos en la Biblia sobre este tema; pero hay dos que me impactan y nunca olvido.
Uno está en Mateo 9:28-29, dice: "Cuando entró a la casa, los ciegos se le acercaron y Jesús les dijo: - ¿Ustedes creen que yo puedo hacer que recobren la vista? Ellos respondieron: — ¡Sí Señor! Entonces les tocó los ojos, diciendo: Conforme a vuestra fe os sea hecho. Y los ojos de ellos fueron abiertos...".
Es muy importante cuando usted tiene una necesidad y ora, que Dios vea fe en su corazón; que no vea que por las dudas, por si Dios no lo hace, tiene una opción B; sino que su única esperanza esté puesta en Jesús.
El segundo versículo impactante para mí, por la fe de esta persona, está en Lucas 7:1-10; en la versión NVI de la Biblia, este pasaje tiene como título:
"La fe del centurión" y dice: "Cuando terminó de hablar al pueblo, Jesús entró en Capernaúm. Había allí un centurión, cuyo siervo, a quien él estimaba mucho, estaba enfermo, a punto de morir. Como oyó hablar de Jesús, el centurión mandó a unos dirigentes de los judíos a pedirle que fuera a sanar a su siervo. Cuando llegaron ante Jesús, le rogaron con insistencia:
—Este hombre merece que le concedas lo que te pide: aprecia tanto a nuestra nación que nos ha construido una sinagoga.
Así que Jesús fue con ellos. No estaba lejos de la casa cuando el centurión mandó unos amigos a decirle:
—Señor, no te tomes tanta molestia, pues no merezco que entres bajo mi techo. Por eso ni siquiera me atreví a presentarme ante ti. Pero, con una sola palabra que digas, quedará sano mi siervo. Yo mismo obedezco órdenes superiores y, además, tengo soldados bajo mi autoridad. Le digo a uno: “Ve”, y va, y al otro: “Ven”, y viene. Le digo a mi siervo: “Haz esto”, y lo hace.
Al oírlo, Jesús se asombró de él y, volviéndose a la multitud que lo seguía, comentó: —Les digo que ni siquiera en Israel he encontrado una fe tan grande. Al regresar a casa, los enviados encontraron sano al siervo".
¡Qué fe tenía! Y eso agradó a Jesús y Dios obró en el siervo de este centurión romano. Una persona con autoridad que se humilló y pidió que Jesús solo dijera una Palabra y su siervo sanaría y según su fe fue hecho.
Cuando ore por favor, renuncie al espíritu de incredulidad y temor; haga que su fe crezca, tan solo por creer que para Dios no hay nada imposible y si es su Voluntad lo que usted le pide, Él lo hará.
Escuché una prédica esta semana con mis discípulas, hermosa; Dios nos ministró de una manera especial; lo que más me impactó fue cuando el siervo oró así: “Señor cierra delante de mí todas las puertas que no me convengan y abre las que sean de bendición para mí”.
Realmente orar así, requiere de una gran confianza en el criterio de Dios; que obviamente Todo lo sabe y nos Ama.
Tenemos que aprender a orar de otra manera; primero poniendo toda nuestra confianza en Jesús y segundo con la sumisión de esperar; aunque no nos guste, los tiempos de Dios para respondernos.
A esta altura de mi vida, me asombra como Dios sigue trabajando con mi carácter; me está enseñando a esperar, a tener paciencia; cosa que a mí me cuesta mucho; siempre creo que tengo que hacer y hacer… pero si confío en Dios, tengo que esperar en Él.
Que Dios nos de la humildad suficiente, para saber que siempre tenemos que aprender y escuchar la voz de Dios, antes que cualquier otra voz.
Como por ejemplo la voz que nos lleva a querer todo “ya”; cuando Dios nos dice: “Esperá”.
Los cristianos, los hijos de Dios; toda la vida vamos a estar en la escuela de Dios, por nuestro bien; porque nos es tan fácil equivocarnos, estresarnos por impacientarnos.
¡Dios nos Ama tanto! Y siempre nos escucha; así que ore con fe, como la única opción: Jesús… para recibir lo que necesita: por lo tanto, ore y espere, renuncie a la incredulidad… su milagro llegará.
"Jesús le dijo: Si puedes creer,
al que cree todo le es posible.
E inmediatamente el padre del muchacho
clamó y dijo: Creo; ayuda mi incredulidad".
Marcos 9:23-24
"... sin fe es imposible agradar a Dios;
porque es necesario
que el que se acerca a Dios
crea que él existe y que es galardonador
de los que le buscan".
Hebreos 1:6
al que cree todo le es posible.
E inmediatamente el padre del muchacho
clamó y dijo: Creo; ayuda mi incredulidad".
Marcos 9:23-24
"... sin fe es imposible agradar a Dios;
porque es necesario
que el que se acerca a Dios
crea que él existe y que es galardonador
de los que le buscan".
Hebreos 1:6
Dios lo bendiga
Susana Goglián
huellaseternas@hotmail.com
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René Gonzalez
https://youtu.be/js1VHE8qnGw
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¿Desea abrirle su corazón a Jesús hoy?”
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