Devocional Diario. Reflexiones para vos: "ÉL SIEMPRE SOSTIENE SU CORAZÓN"

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La imagen de hoy dice:

LAS MANOS

Que formaron las estrellas,

sostienen tu corazón.

Hoy pienso que los niños cuando nacen y van creciendo; creen que todo vino así… digamos de fábrica; como algunas cosas que los grandes vemos. Pero un día, si tienen la bendición de tener padres creyentes; que le han entregado su corazón a Jesús y son Hijos de Dios; le ensañarán la Palabra de Dios; porque es donde entenderán todas las cosas realmente, como fueron y como son.

Entonces la Palabra de Dios, la Biblia, dice en Génesis 1:14- 19: "Entonces Dios dijo: «Que haya luces en la bóveda celeste, que alumbren la tierra y separen el día de la noche, y que sirvan también para señalar los días, los años y las fechas especiales.»

Y así fue. Dios hizo las dos luces: la grande para alumbrar de día y la pequeña para alumbrar de noche. También hizo las estrellas. Dios puso las luces en la bóveda celeste para alumbrar la tierra, de día y de noche, y para separar la luz de la oscuridad, y vio que todo estaba bien. De este modo se completó el cuarto día".

Vemos las estrellas ahora, como algo común y corriente que aparecieron como por arte de magia en el cielo; pero olvidamos que fueron hechas por nuestro Padre Celestial, el Único que tiene el Poder de hacer todas las cosas.

Hay hijos que están orgullosos de sus padres por algún motivo; pero nosotros los hijos de Dios; tenemos que valorar y seguir asombrándonos del Poder Sobrenatural de nuestro Padre Celestial. Un Dios que iba mirando la nada y creando todas las cosas; había solo oscuridad y agua dice al principio de la creación en la Biblia, desde Génesis 1:1-8, dice: "En el comienzo de todo, Dios creó el cielo y la tierra. La tierra no tenía entonces ninguna forma; todo era un mar profundo cubierto de oscuridad, y el espíritu de Dios se movía sobre el agua. Entonces Dios dijo: «¡Que haya luz!» Y hubo luz.

Al ver Dios que la luz era buena, la separó de la oscuridad y la llamó «día», y a la oscuridad la llamó «noche». De este modo se completó el primer día.

Después Dios dijo: «Que haya una bóveda que separe las aguas, para que estas queden separadas.»

Y así fue. Dios hizo una bóveda que separó las aguas: una parte de ellas quedó debajo de la bóveda, y otra parte quedó arriba. A la bóveda la llamó «cielo». De este modo se completó el segundo día".

No le estoy contando ninguna novedad; pero hoy siento que no es algo común y corriente; nuestro Dios no solo creó todo lo que ahora disfrutamos; sino que fue ideando con gran creatividad, cada cosa que iba creando.

¿No es maravilloso? ¿No es digno de valorar y reconocerle toda la Gloria, toda la Honra y toda la Alabanza? ¿Quién más pudo crear todo eso? Ahora la gente dice: vamos a la playa; pero no se detienen a pensar como fue creado todo eso tan hermoso que vemos.

Yo un poco en broma, porque no tengo derecho como simple ser humano, de cuestionar nada que Dios haga; pero pienso: Todo le salió perfecto y hermoso, hasta que creó al hombre y a la mujer y estropearon todo con el pecado y desobediencia. Pero ese es otro tema, como dice mi pastor Luis Vivas.

Hoy hablamos del que sostiene a las estrellas en el cielo; es el que sostendrá siempre su corazón, no hay manera de que se descuide y su corazón hecho pedazos por alguna amargura de la vida; se termine de deshacer y caiga a tierra, sin ninguna esperanza de sobrevivir. ¡No! El que lo creó; el que lo adoptó como hijo, desde que invitó a Jesús a su corazón; le pidió perdón por sus pecados; y comenzó una nueva vida de la mano de Dios; cuidará siempre su corazón; lo sanará; y le dará un corazón nuevo.

No sé a usted, pero a mí me emociona enormemente leer estas palabras que le voy a compartir; ese es “SU DIOS”. Así dice la Biblia en Ezequiel 36:25-28, en la versión DHH

"Los lavaré con agua pura, los limpiaré de todas sus impurezas, los purificaré del contacto con sus ídolos; pondré en ustedes un corazón nuevo y un espíritu nuevo. Quitaré de ustedes ese corazón duro como la piedra y les pondré un corazón dócil. Pondré en ustedes mi espíritu, y haré que cumplan mis leyes y decretos; vivirán en el país que di a sus padres, y serán mi pueblo y yo seré su Dios".

¿Qué siente cuando lee esas palabras? ¿Se da cuenta y valora que Dios no le diga: ¡Tenés que cambiar tu corazón! ¿Sabiendo que solo no puede lograrlo?

Pero nuestro DIOS DE AMOR; nos dice: “Los lavaré con agua pura, los limpiaré de todas sus impurezas, los purificaré… Quitaré de ustedes ese corazón duro como la piedra y les pondré un corazón dócil. Pondré en ustedes mi espíritu…”

Realmente luego de agradecerle tanto Amor Inmerecido; solo podemos decirle Gracias Papá y permitirle trabajar en nuestro corazón; no siendo rebeldes.

Dice: Pondré en ustedes mi espíritu… Quiere decir que es el Espíritu Santo dentro nuestro que realiza esa operación; quita el corazón de piedra del ser humano y pone un corazón dócil; para que pueda relacionarse a través de Él; con Jesús, por medio de la oración, que es “hablar con Dios”; ese es otro privilegio que nos da el Señor; permitirnos hablar con el Creador del Universo; el que hizo todo, aun a nosotros mismos; ahora con Jesús en nuestro corazón; nos da el derecho de hablar con Él y siempre nos escucha, nos ayuda, porque nos Ama.

Hoy me emociona mucho pensar en esto; porque en la tierra, alguien que hubiera hecho semejante obra, como la creación del mundo; no tendría tiempo, ni ganas de hablar con nadie; tendría secretarias, un equipo para que atendiera a la gente que deseara hablar con él; pero nuestro Dios, tiene tiempo para cada uno de nosotros, cada día, cada hora, cada segundo del día; podemos ir a reunirnos en intimidad con él; a solas todos los días y nos hace sentir por medio de su Espíritu Santo mismo; que nos está escuchando, comprendiendo y fortaleciendo, mientras nos llena de su Paz y nos hace sentir su abrazo.

Eso cuando lo comprende, es empezar a conocer la Naturaleza de Dios, que es Amor, Bondad, Comprensión y deseo de relacionarse personalmente con nosotros cada día, al mismo tiempo; su Espíritu Santo, es Dios mismo, en Espíritu, para poder estar con nosotros y en nosotros siempre; porque así lo prometió Jesús.

Dice así la Biblia, que tiene como título: Jesús promete enviar el Espíritu Santo

Juan 14:15-16:» Si ustedes me aman, obedecerán mis mandamientos. Y yo le pediré al Padre que les mande otro Defensor, el Espíritu de la verdad, para que esté siempre con ustedes".

Y gracias a Dios, ya lo envió en Pentecostés; está con nosotros y en nosotros. ¿Todavía cree que está solo en la vida con todos sus problemas?

Tenga en cuenta cada día al Espíritu de Dios y Él se revelará en su vida y le regalará una inmensa paz, que perdurará en su corazón, pase lo que pase.

GRACIAS PADRE, CREADOR DEL UNIVERSO,

POR CUIDAR NUESTRO CORAZÓN.

¡TE AMAMOS!

"El que recibe mis mandamientos

y los obedece,

demuestra que de veras me ama.

Y mi Padre amará al que me ama,

y yo también lo amaré

y me mostraré a él".

Juan 14:21