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La imagen de hoy dice:
EL ÚNICO
Que podía juzgarme
FUE EL ÚNICO
Que me defendió
Realmente, cada vez que Dios hace algo sorprendente, sale de mis labios: ¡Dios no podés ser más bueno! Pero enseguida me corrijo y digo: Sí Dios, podés… podés.
La Bondad de Dios, no tiene límite; y no es que pueda ser más Bueno; sino que uno aún no ha descubierto totalmente la Bondad del Padre que es inmensa.
Ayer leyendo la Biblia, como cada día; me tocó leer este versículo, que dicho de esta manera en la versión DHH; me encantó y por eso la comparto; porque a veces como cristianos, todavía no tenemos la verdadera revelación de quién es Jesús.
Dice en Juan 1:18: "Nadie ha visto jamás a Dios; el Hijo único, que es Dios y que vive en íntima comunión con el Padre, es quien nos lo ha dado a conocer".
Jesús es Dios y reaccionando y dándonos cuenta completamente de quién es Jesús; caemos de rodillas para darle gracias, por haberse hecho hombre, por haberse humillado al punto de morir por nosotros en una cruz; ese lugar que era para nosotros: los pecadores, no para Él que fue Santo en la tierra. ¿Cómo agradecerle lo suficiente?
Leamos este pasaje, donde nos muestra el perdón de Dios, aun comparándolo con nuestra vida. En Juan 8:1-11, tiene como título: La mujer adúltera
"Pero Jesús se dirigió al Monte de los Olivos, y al día siguiente, al amanecer, volvió al templo. La gente se le acercó, y él se sentó y comenzó a enseñarles.
Los maestros de la ley y los fariseos llevaron entonces a una mujer, a la que habían sorprendido cometiendo adulterio. La pusieron en medio de todos los presentes, y dijeron a Jesús: —Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en el acto mismo de cometer adulterio. En la ley, Moisés nos ordenó que se matara a pedradas a esta clase de mujeres. ¿Tú qué dices?
Ellos preguntaron esto para ponerlo a prueba, y tener así de qué acusarlo. Pero Jesús se inclinó y comenzó a escribir en la tierra con el dedo. Luego, como seguían preguntándole, se enderezó y les dijo: —Aquel de ustedes que no tenga pecado, que le tire la primera piedra.
Y volvió a inclinarse y siguió escribiendo en la tierra. Al oír esto, uno tras otro comenzaron a irse, y los primeros en hacerlo fueron los más viejos. Cuando Jesús se encontró solo con la mujer, que se había quedado allí, se enderezó y le preguntó: —Mujer, ¿dónde están? ¿Ninguno te ha condenado?
Ella le contestó: —Ninguno, Señor.
Jesús le dijo: —Tampoco yo te condeno; ahora, vete y no vuelvas a pecar".
Jesús aun sabiendo que la mujer había pecado; y viéndola en el piso; mientras la acusaban, también vio la hipocresía del corazón de los religiosos; acusando a la mujer, a pesar de que el Señor conocía todos sus pecados; dicen que lo que escribía en la arena Jesús, eran los pecados de cada uno de los que la acusaban; por eso al verse descubiertos, como algún día sucederá en el cielo; se dieron vuelta y se fueron.
En la Palabra de Dios, la Biblia, en Salmos 32:1-5, versión Dios Habla Hoy. Tiene como título: Confesión y perdón. Instrucción de David, dice:
"Feliz el hombre a quien sus culpas y pecados le han sido perdonados por completo. Feliz el hombre que no es mal intencionado y a quien el Señor no acusa de falta alguna.
Mientras no confesé mi pecado, mi cuerpo iba decayendo por mi gemir de todo el día, pues de día y de noche tu mano pesaba sobre mí. Como flor marchita por el calor del verano, así me sentía decaer.
Pero te confesé sin reservas mi pecado y mi maldad; decidí confesarte mis pecados, y tú, Señor, los perdonaste".
¡Qué alivio siente el ser humano que se arrepiente de sus pecados de corazón; y le pide perdón a Dios y Él lo perdona!
Ocultar el pecado, como dice David, marchita a la persona; la culpa lo hace decaer, envejecer. No perdonarse a sí mismo, es otro error; teniendo a un Dios tan Bueno, con tanta Misericordia y siempre dispuesto a perdonar al que se arrepiente. ¿Para qué cargar con el peso del remordimiento cuando el Señor está dispuesto a perdonarlo?
Dicen: Si Dios me perdona ¿Quién soy yo para no perdonarme? Y es verdad; como dice la imagen de hoy: EL ÚNICO que podía juzgarme FUE EL ÚNICO que me defendió.
¡Cuánto Amor y cuánta Bondad! Para el ser humano, es tan fácil señalar a otros, así como esos religiosos; sin mirarse a sí mismos. ¡Qué bien les dijo Jesús!
Si alguien está libre de pecados que tire la primera piedra… la conciencia en este caso no les permitió continuar y se fueron.
Como ese versículo, también tan importante de recordar cuando Jesús dice en Mateo 7:1-5, El título es: No juzgar a otros:
» No juzguen a otros, para que Dios no los juzgue a ustedes. Pues Dios los juzgará a ustedes de la misma manera que ustedes juzguen a otros; y con la misma medida con que ustedes den a otros, Dios les dará a ustedes.
¿Por qué te pones a mirar la astilla que tiene tu hermano en el ojo, y no te fijas en el tronco que tú tienes en el tuyo? Y si tú tienes un tronco en tu propio ojo, ¿cómo puedes decirle a tu hermano: “Déjame sacarte la astilla que tienes en el ojo”? ¡Hipócrita!, saca primero el tronco de tu propio ojo, y así podrás ver bien para sacar la astilla que tiene tu hermano en el suyo"
Antes de criticar o juzgar a otros, mírese a usted mismo y luego de arrepentirse y pedirle perdón a Dios; imite la actitud de Jesús; Él nos dejó ejemplo en todo mientras estuvo en la tierra; para que imitemos su manera de vivir.
EL AMOR DE DIOS NO TIENE LÍMITE
SIEMPRE PERDONA AL QUE SE ARREPIENTE DE CORAZÓN.
No cargue más sobre sus espaldas con la culpa, libérese hoy.
Ya sabe cómo hacerlo.
JESÚS, NO HAY NADIE COMO TÚ. GRACIAS.
“El Señor dice:
«Mis ojos están puestos en ti.
Yo te daré instrucciones,
te daré consejos,
te enseñaré el camino que debes seguir.
No seas como el mulo o el caballo,
que no pueden entender
y hay que detener su brío
con el freno y con la rienda,
pues de otra manera no se acercan a ti»"
Salmos 32:8-9
"Los malvados tendrán muchos dolores,
pero el amor del Señor envuelve
a los que en él confían.
Alégrense en el Señor,
hombres buenos y honrados;
¡alégrense y griten de alegría!"
Salmos 32:11