Devocional Diario. Reflexiones para vos: "RENDIRME JAMÁS"

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¿RENDIRME?

Nunca

¡DIOS ESTÁ CONMIGO!

Hoy vamos a comenzar leyendo la Palabra de Dios, la Biblia. Dice en Salmo 46:1-5: "Dios es nuestro refugio y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones. Hay un río cuyas corrientes alegran la ciudad de Dios, el lugar santo de las moradas del Altísimo. Dios está en medio de ella; no será conmovida. Dios la ayudará al romper el alba".

¿Qué significa no te rindas en la Biblia?: Insistir, persistir, resistir y nunca desistir.

Pero es común que las personas digan: Pero no puedo… ya no puedo más…

Pero la Biblia tiene todas las respuestas; leamos lo que dice en Jeremías 20:11, en la versión Nueva Traducción Viviente: "No obstante, el Señor está a mi lado como un gran guerrero; ante él mis perseguidores caerán. No pueden derrotarme. Fracasarán y serán totalmente humillados; nunca se olvidará su deshonra".

¿Cómo se va sintiendo con estas declaraciones de fe?

En Romanos 8:31-33, dice: "Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?

El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que le entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas? ¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica".

Si estaba pensando en rendirse; quizás antes de dormir o esta mañana oró; aquí Dios le está respondiendo: “Hijo… Hija… no te rindas; yo estoy contigo”

Esa decisión de continuar, se basa en la confianza en Dios, en la fe en el que nunca falla y nunca nos abandona a los que lo amamos y le hemos rendido nuestro corazón.

No lo digo yo, lo dice la Palabra de Dios en Josué 1:5: "Nadie te podrá hacer frente en todos los días de tu vida. Así como estuve con Moisés, estaré contigo. No te dejaré ni te abandonaré".

Los que caminan de la mano de Jesús, los que tienen puestos sus ojos en Jesús; si no se distraen mirando a la derecha, ni a la izquierda, ni lo que quedó atrás; nunca serán vencidos, por nada ni por nadie.

Sea valiente; no se rinda, siga un poquito más; cada paso de fe que dé; será de la mano del que siempre vence; del que nunca podrán atentar contra Él, ni a los que están a su lado; porque Él es Su Padre Celestial, Todopoderoso.

Usted, siendo solamente un ser humano, quien no todo lo puede ¿Si atentaran contra su hijo que va de su mano; lo permitiría?

¿Cuánto más Dios que Todo lo Puede? ¡ÉL va a defenderlo SIEMPRE!

Jesús viene pronto; no le estoy diciendo que va a tener que soportar sus luchas por toda la eternidad; cuando Jesús venga, todo el sufrimiento y los ataques del enemigo terminarán y los justos, se irán con Jesús y los malos, los que se creían invencibles, van a ir al infierno, junto con todos los que no quisieron abrirle el corazón a Jesús; los que no entendieron que es urgente ser salvos.

El deseo de Dios ¿Sabe cuál es? Dice en 2 Pedro 3:9: "No es que el Señor se tarde en cumplir su promesa, como algunos suponen, sino que tiene paciencia con ustedes, pues no quiere que nadie muera, sino que todos se vuelvan a Dios".

¡Qué Padre bueno y compasivo tenemos! No se parece en nada a nosotros, que somos tan impacientes, tan implacables; gracias a Dios, Jesús entregó su vida en la cruz, para salvarnos y darnos vida eterna; solo tenemos que creer y abrirle nuestro corazón y pedirle perdón; arrepentidos de haber pecado contra Él.

De esa manera se convirtió en nuestro Señor y Salvador y Dios, el que creíamos tan lejano; se convirtió en nuestro Padre Celestial.

Jesús habita en nuestro corazón; por eso debemos cuidar nuestra relación íntima con Él; porque cada mañana cuando despertamos, espera nuestro saludo, nuestras palabras, nuestro agradecimiento por un día más de vida.

¿Se anima a comenzar cada día diciéndole: ¿Buen día Espíritu Santo, bienvenido?

CON JESÚS EN NOSOTROS ES IMPOSIBLE RENDIRSE
SI DIOS ESTÁ CONMIGO ¿QUIÉN CONTRA MI?

📖

"Que las naciones griten de alegría,
pues tú gobiernas los pueblos con justicia;
¡tú diriges las naciones del mundo!
Oh Dios, que te alaben los pueblos;
¡que todos los pueblos te alaben!
La tierra ha dado su fruto;
¡nuestro Dios nos ha bendecido!
¡Que Dios nos bendiga!
¡Que le rinda honor el mundo entero!"
Salmos 67:4-7