Devocional Diario. Reflexiones para vos: "EL ESPÍRITU SANTO HOY LE DICE..."

Debajo de este texto dice:

CONTINÚE LEYENDO

toque ahí para leer la reflexión completa

TRANSLATE

A You can translate the text in your language.

Above, before the blog title, on the left there are

three blue horizontal lines.

There you will find the translator

La imagen dice:

"YO, YO SOY VUESTRO CONSOLADOR.

¿Quién eres tú para que tengas temor

del hombre, que es mortal

y del hijo del hombre,

que es como heno?"

Isaías 51:12

El Espíritu Santo hoy le dice de parte de Dios, algo que está en Isaías 51:12-14 en una versión moderna de la Biblia, la Palabra de Dios: "«Yo, yo mismo, te doy ánimo. ¿A quién tienes miedo? ¿A los hombres? ¿A los hombres mortales, que no son más que hierba?

¿Vas a olvidarte del Señor, tu creador, que extendió el cielo y afirmó la tierra?¿Vas a temblar continuamente, a todas horas, por la furia de los opresores, que están listos para destruirte?

Pero, ¿Dónde está esa furia? El que sufría la opresión, pronto quedará libre; no morirá en el calabozo ni le faltará su pan"

¡Gloria a Dios! ¡Qué Palabra!

El Señor que lo Ama, lo protege y envía Ángeles alrededor suyo para que lo guarden en todo momento; lo ve teniendo temor de algo terrenal que con un solo soplido, su Dios Todopoderoso lo puede vencer. Entonces si su Padre Celestial está con usted día y noche, cuidándolo, por Amor ¿Cómo puede distraerse con las circunstancias terrenales que no pueden ganarle a Su Dios.

Dice en la Palabra de Dios en Jeremías 20:11-12: "Pero tú, Señor, estás conmigo, como un poderoso guerrero. Eso hará que mis perseguidores tropiecen y no logren vencerme. Quedarán grandemente avergonzados, y no lograrán triunfar. Tan grande será su confusión, que jamás será olvidada".

A mí me encanta, cada vez que se me presenta leer o escuchar este versículo de la Palabra de Dios; está en Romanos 10:11 y dice: «Dios no deja en vergüenza a los que confían en él»

Siempre pienso en esa situación; como nos sucede a nosotros mismos que tenemos a Jesús en nuestro corazón. Oramos creyendo que vamos a recibir lo que le pedimos al Padre en el Nombre de Jesús; pero si el Señor demora en contestarnos; viene un "amigo del enemigo de nuestras almas" y le recuerda: ¡Cuánto hace que estás orando por eso! ¿Dios no te ayuda?

Dan muchas ganas de contestarle... pero no lo hacemos: Seguí participando diablo; siempre me ayuda mi Padre Celestial; no le pongo fechas, ni horarios; oro y espero en Él, porque es el Único en el que puedo confiar...

Quizás usted siente lo mismo, si confía plenamente en Jesús.

La confianza, va unida a la fe que usted tiene; porque sabe en quién está confiando; mucho más, si tiene testimonios de tantas veces que oró, esperó y recibió la respuesta de Dios, según su Perfecta Voluntad, que siempre es para su bien; porque el Señor sabe lo que realmente le conviene y lo va a bendecir.

¡Gloria a Dios! Es un privilegio inmerecido para nosotros, tener a quién ir, sabiendo que siempre le importa nuestra vida y en el momento preciso, llegan esas bendiciones, que esperó pacientemente...

Como dice la Biblia en Salmos 40:2-4, es un Salmo de David; quien tenía una gran fe en Dios, porque lo conocía muy bien y sabía que siempre podía confiar en Él, dice: "Puse mi esperanza en el Señor, y él se inclinó para escuchar mis gritos; me salvó de la fosa mortal, me libró de hundirme en el pantano. Afirmó mis pies sobre una roca; dio firmeza a mis pisadas. Hizo brotar de mis labios un nuevo canto, un canto de alabanza a nuestro Dios. Muchos, al ver esto, se sintieron conmovidos y pusieron su confianza en el Señor. ¡Feliz el hombre que confía en el Señor y no busca a los insolentes ni a los que adoran a dioses falsos!"

¡Qué hermoso! Por eso digo que somos privilegiados de tener a Dios, confiar en Él, sabiendo que nunca nos dejará, ni nos abandonará.

Leamos un poquito más Salmos 40; desde el versículo 5 al 11: "Señor y Dios mío, muchas son las maravillas que tú has hecho y las consideraciones que nos tienes.

¡Nada es comparable a ti! Quisiera anunciarlas, hablar de ellas, pero son más de las que puedo contar.

Tú no te complaces en los sacrificios ni en las ofrendas de cereales; tampoco has pedido holocaustos, ni ofrendas para quitar el pecado.

En cambio, me has abierto los oídos. Por eso he dicho: Aquí estoy, tal como el libro dice de mí.

A mí me agrada hacer tu voluntad, Dios mío; ¡llevo tu enseñanza en el corazón!

En presencia de tu pueblo numeroso he dado a conocer lo que es justo.

¡Tú bien sabes, Señor, que no he guardado silencio! No me he quedado callado acerca de tu justicia; he hablado de tu fidelidad y salvación. Jamás he ocultado tu amor y tu verdad ante tu pueblo numeroso.

Y tú, Señor, ¡no me niegues tu ternura! ¡Que siempre me protejan tu amor y tu fidelidad!"

Siempre que les comparto sobre David, la verdad comento lo mismo, me emociona. Eso es una verdadera relación de confianza y Amor Mutuo con Dios. Esa confianza, espera el Señor que tengamos nosotros.

Porque problemas, tenemos todos, antes y ahora; pero Dios mira el corazón y se emociona al ver la fe verdadera e incondicional de esos hijos que confían en Él incondicionalmente; sin dudar, sin temor.

Entonces, hoy el Espíritu Santo de Dios, fue enviado a recordarle; que para DIOS; no hay nada imposible.

Él mismo lo dice en su Palabra, para recordarnos esto mismo.

Dice en Jeremías 32:27: "He aquí, yo soy el SEÑOR, el Dios de toda carne, ¿habrá algo imposible para mí?"

Usted... ¿Qué le contestaría al Señor?

Que el Espíritu Santo derrame hoy sobre usted, una nueva Unción, fresca; que lo motive a volver a creer en el DIOS TODOPODEROSO, que es SU PADRE... ¡QUE LO AMA TANTO! Para que su corazón, repose en los brazos de Jesús, en medio de esas pruebas, que están llegando a su fin. Porque Dios todo lo puede.

Renuncie hoy en el Nombre de Jesús, a todo espíritu de incredulidad y temor. Hágalo en voz alta y luego dígale a esos espíritus que les ordena que salgan fuera de usted y de su familia, de su casa.

Y comience a vivir nuevamente en esa paz, que perdió; pero que el Espíritu Santo hoy renovará; si ora más que antes poniendo su confianza solo en Jesús.

SU VICTORIA ESTÁ EN CAMINO.

No permita que Dios se moleste con sus dudas

demuéstrele que confía en Él y que esperará

confiadamente, la salida en Victoria,

de ese desierto; para la Gloria de Dios.

¡Bendito seas, Dios mío,

por atender a mis ruegos!

Tú eres mi fuerza;

me proteges como un escudo.

En ti confío de corazón,

pues de ti recibo ayuda.

El corazón se me llena de alegría,