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LA IMAGEN DICE:
Oye hijo mío y recibe mis razones,
y se te multiplicarán
años de vida.
Proverbios 4:10
La Biblia, la Palabra de Dios, dice en los versículos que menciona el texto de la imagen que le comparto hoy, en Proverbios 4:10-13: "Escucha, hijo mío, acoge mis palabras y los años de tu vida aumentarán.
Yo te guío por el camino de la sabiduría, te dirijo por sendas de rectitud.
Cuando camines, no encontrarás obstáculos; cuando corras, no tropezarás.
Aférrate a la instrucción, no la dejes escapar; cuídala bien, que ella es tu vida".
Hoy, Dios me guía a ver este tema en diferentes perspectivas. Veamos...
A padres y madres, a los que les gustan lo hijos educados, respetuosos, cumplidores con sus responsabilidades. Esos hijos que ayudan en su hogar con las tareas... y tantas cosas más.
Pero hay una gran verdad que los padres no deberían olvidar; porque los años pasan, los hijos crecen y cuando los miran vivir, no les gusta del todo lo que ven en los niños.
¿Qué puede haber pasado? ¿Los educó bien? Que bueno. ¿Le dio buenos ejemplos, sabiendo que los hijos tienen sus ojos sobre los padres? ¿Qué me contestaría a esa pregunta? ¿Está tratando de recordar como lo vieron ellos a usted desde chicos hasta la edad que tienen ahora?
¿Cómo habrá visto Dios su manera de actuar, de hablar... qué palabras usa delante de sus hijos?
Cuando ya sea un adolescente o un joven ¿Qué imagen le habrá quedado en su mente?
¿La mamá actuaba razonablemente sabiendo que sus hijos la miraban? Usted papá ¿Qué ejemplo les dejó?
¿O solamente los corregía bruscamente, corrigiendo lo que hacían?
El problema de esa manera de vivir, es que algún hijo puede llegar a contestarle: "... Pero si vos también lo hacés ¿Por qué me criticás a mí?
Si no fuera su hijo; si el niño o niña se lo estuviera diciendo a otra persona. ¿Qué reflexión le merece a esa respuesta?
Es más fácil criticar al prójimo, que ver sus propios errores.
Escuché una frase que se dice con mucha facilidad, sin mirarse a sí mismo primero; es: ¿No tenés espejo en tu casa?
El niño que vio esa manera de vivir, de hablar, de expresarse en su casa; no merece ser reprendido, porque fue algo normal en su casa hasta que creció y es lo que aprendió como normal.
Los padres tienen la responsabilidad de cuidar su manera de actuar y hablar, no solo cuando sus hijos lo miran o lo escuchan, sino siempre; mucho más si usted es cristiano y sabe muy bien que Jesús no quita sus ojos de usted; lo conoce más que nadie en el mundo. A Jesús no le puede contestar: Yo no hice eso que hace mi hijo. Porque tal vez el Señor le contestaría: No, esas no, pero hacés otras que son mucho peores y él o ella te están viendo y te escuchan hablar también. ¿No notaste que habla igual que vos? Se queda sin respuestas para el Señor ¿verdad?
Por eso más vale prevenir que curar; cada hijo es un nueva y gran responsabilidad para los padres; porque son los que tienen el deber de educarlos bien y mostrarles con su ejemplo, como deben ser.
Dice la Palabra de Dios en Proverbios 22:5-6: "El camino del malvado está lleno de trampas; pero el que tiene cuidado de su propia vida, las evita. Dale buena educación al niño de hoy y el viejo de mañana jamás la abandonará".
Me sorprendió en este tiempo como se expresan algunos hijos de Dios; con palabras que los que son del mundo, las hablan con mucha naturalidad porque todos hablan así. Pero en los hijos de Dios no debe ser igual; no lo digo yo, lo dice Dios en su Palabra, la Biblia; porque tiene que expresarse en todas partes igual, para no desagradar a Dios.
Leamos en Mateo 20:26: "Pero entre ustedes no debe ser igual".
Piense, usted dice una palabra habitual en los que no son cristianos; pero no para los hijos de Dios; sus hijos lo escuchan decirlas y las aprenden y luego usted los escucha hablar así y le grita: ¡¡No digas eso!!
¿Sabe como se llama eso delante del Señor? Hipocresía.
Cuando tenemos un encuentro con Jesús; el cambio no empieza en su exterior; sino en su corazón; por eso puede ser usted mismo igual en todas partes. En su hogar, en la iglesia, con sus compañeros de trabajo, con sus vecinos...
De una sola pieza; no se adapte al lugar donde está, sino sea auténtico; haga lo que le dice Dios en la Biblia.
Por ejemplo en Juan 15:19: "Si fueran del mundo, el mundo los amaría como a los suyos. Pero ustedes no son del mundo, sino que yo los he escogido de entre el mundo".
Llegará el día en el que si no tiene en cuenta estas Palabras; verá a sus hijos actuar de alguna manera que no le gusta o le da vergüenza delante de los demás y piensa: ¿Por qué hace eso? Sintiéndose avergonzado delante de los demás; pero ¿Sabe por qué lo hace? Porque se lo vio hacer a su papá o a su mamá, simplemente por eso.
En cambio ¡Qué hermoso es cuando ve a sus hijos actuar con respeto frente a los adultos o en un lugar donde no puede actuar como lo hace en una plaza o jugando al fútbol!
Es respeto se enseña, no vienen respetuosos de fábrica los niños.
Si se siente reflejado en estas palabras, lo invito a postrarse delante del Señor y orando dígale al Espíritu Santo que le muestre todas aquellas cosas a las que no le da importancia; pero serán frutos; porque lo que sembró en la vida de sus hijos; sea bueno o sea malo; dará frutos, porque quedará en ellos.
Jesús desea ayudarlo y aconsejarlo, para el bien no solo de sus hijos, sino de su familia.
CÁMBIANOS SEÑOR.
AYÚDANOS A EDUCAR A NUESTROS HIJOS
DE LA MANERA QUE TÚ DESEAS QUE SEAN,
TAL VEZ ESTÉ FORMANDO A UN SIERVO TUYO.
HÁBLAME ESPÍRITU SANTO, ENSÉÑAME
A EDUCARLOS EN RECTITUD, RESPETO Y
HONESTIDAD. PONIENDO EN PRÁCTICA
LO QUE APRENDIERON EN NUESTRO HOGAR.
Y TAMBIÉN ESTÉN ORGULLOSOS DE
COMO SON SUS PADRES Y DESEEN IMITARNOS.
AMÉN.
" Por sus frutos los conocerán.
¿Acaso se recogen uvas de los espinos
o higos de los cardos?
Del mismo modo, todo árbol bueno da fruto bueno,
pero el árbol malo da fruto malo.
Un árbol bueno no puede dar fruto malo
y un árbol malo no puede dar fruto bueno.
Todo árbol que no da buen fruto se corta y se arroja al fuego.
Así que por sus frutos los conocerán"
Mateo 7:16-20.
"Tú guardarás en completa paz
a aquel cuyo pensamiento en ti persevera;
porque en ti ha confiado".
Isaías 26:3
Dios los bendiga
Osana Goglián
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