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SIEMBRA EL BIEN
Y COSECHARÁS EL BIEN.
Todo lo que siembres
eso segarás
Hoy vamos a leer juntos la Palabra de Dios, para entender mejor el concepto. El título de hoy es: "¿Qué está sembrando?" Para que luego examine en su interior que está sembrando en su vida, entendiendo lo que significa y lo que Dios afirma.
En Gálatas 6:7-9, la frase aparece junto con la afirmación de que nadie puede burlarse de Dios.
Dice así: "Lo que se siembra, eso mismo se cosecha. El que siembra la semilla de sus malos deseos, de sus malos deseos recogerá una cosecha de muerte; el que siembra la semilla del Espíritu, del Espíritu recogerá una cosecha de vida eterna".
Es tan común escuchar a las personas mencionando las malas acciones de otro; pero es muy raro que alguien hable de sus propios malos hechos.
¿Por qué será que es más fácil buscar defectos o errores en los demás, sin detenerse a ver sus propias fallas o faltas delante de Dios?
El ser humano, aunque sea cristiano se olvida que Dios desde el cielo todo lo ve, todo lo sabe y espera constantemente que el que falla se arrepienta y le pida perdón, para que Jesús lo lave con la Sangre que derramó en la cruz, por cada uno de nosotros. El propósito fue darle la oportunidad a todo ser humano, de pedirle perdón, para no ser juzgado y evitar que tenga que sufrir las consecuencias de sus hechos.
Dios es tan BUENO, que no desea que el ser humano sufra todo lo que su propio Hijo Único, tan Amado tuvo que sufrir en la cruz del calvario.
Pero... lamentablemente, en lugar de recibir el arrepentimiento de las personas y que le pidan perdón; observa al hombre criticando a los demás como si él fuera perfecto.
Hay uno solo Perfecto y ese es Dios, quien jamás cometió errores, porque todo lo sabe y así mismo Jesús en la tierra, vivió muy atento a hacer la Voluntad de Dios, aunque no fuera de su agrado lo que tenía que hacer. Como por ejemplo, morir en lugar de los pecadores; no fue una elección que le diera alegría a Jesús; pero por Amor a usted, aceptó la Voluntad de su Padre.
Antes de ir a la cruz, subió al monte a orar; pero observe con la actitud que oró a Dios.
Dice en Mateo 26:39: “Padre mío, si es posible, pasa de mí esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como tú”.
Y en Lucas 22:42, lo expresa así: “Padre, si quieres, líbrame de este trago amargo; pero que no se haga mi voluntad, sino la tuya”.
¿Cómo fue la actitud de Jesús mientras oraba? Leamos en Lucas 22:39-41, tiene como título: Jesús ora en Getsemaní y dice: " Luego Jesús salió y, según su costumbre, se fue al Monte de los Olivos; y los discípulos lo siguieron. Al llegar al lugar, les dijo: —Oren, para que no caigan en tentación. Se alejó de ellos como a la distancia de un tiro de piedra y se puso de rodillas para orar. Dijo: «Padre, si quieres, líbrame de este trago amargo; pero que no se haga mi voluntad, sino la tuya.»
Esa es la obediencia incondicional del Hijo de Dios, que nos deja un ejemplo de cómo debemos vivir. No es necesario que tengamos que morir; pero sí morir al yo, a nuestra propia voluntad, la carne; para agradar a Dios que nos Ama Tanto, nos da tanto cada día, nos protege de todo mal.
Lucas 22: 43-44, sigue diciendo: "En esto se le apareció un ángel del cielo, para darle fuerzas. En medio de su gran sufrimiento, Jesús oraba aún más intensamente y el sudor le caía a tierra como grandes gotas de sangre".
Le pongo un ejemplo para que se entienda mejor cuando les dije antes que nos es más fácil criticar a los que hacen las cosas mal, los que cometen errores, que mirarnos a nosotros mismos como Dios nos ve.
Vamos a leer como continúa ese pasaje, después de que Jesús oró y aceptó la Voluntad de Dios.
Primero recordemos lo que les dijo Jesús antes de subir al monte a orar; dice en Lucas 22:40: "Al llegar al lugar, les dijo: —Oren, para que no caigan en tentación"
Y ahora leamos lo que dice en Lucas 22:45-46: "Cuando se levantó de la oración, fue a donde estaban los discípulos, y los encontró dormidos, vencidos por la tristeza. Les dijo: —¿Por qué están durmiendo? Levántense y oren, para que no caigan en tentación".
¿Qué hubiera hecho cualquier ser humano en su lugar? No se enojó, no les gritó, hasta parece que los comprendió.
Jesús es un verdadero ejemplo de lo que Dios quiere de nosotros. el Señor no nos pide nunca nada que no haya hecho Él primero en la tierra.
Quiere decir que se puede obrar bien; porque en la tierra Jesús fue cien por ciento hombre y cien por ciento Dios.
Leamos juntos Hebreos 4:15-16 dice: "Pues nuestro Sumo sacerdote puede compadecerse de nuestra debilidad, porque él también estuvo sometido a las mismas pruebas que nosotros; sólo que él jamás pecó. Acerquémonos, pues, con confianza al trono de nuestro Dios amoroso, para que él tenga misericordia de nosotros y en su bondad nos ayude en la hora de necesidad".
¡Qué hermosos pasajes de la Palabra de Dios! Y que claro nos deja lo que tenemos que entender.
En Gálatas 6:7-9, dice: "No se engañen ustedes: nadie puede burlarse de Dios. Lo que se siembra, se cosecha. El que siembra en los malos deseos, de sus malos deseos recogerá una cosecha de muerte. El que siembra en el Espíritu, del Espíritu recogerá una cosecha de vida eterna. Así que no debemos cansarnos de hacer el bien; porque si no nos desanimamos, a su debido tiempo cosecharemos".
Amén, no nos cansemos de hacer el bien, ya que cosecharemos lo que sembremos en toda nuestra vida.
Hoy es tiempo de arrepentirse y pedirle perdón a Jesús por las malas acciones y por las críticas hacia los demás; Jesús nos lavará con su Sangre Preciosa derramada en la cruz y seremos salvos y tendremos Vida Eterna; porque ese fue el propósito de Dios para nosotros cuando envió a su Único Hijo a morir en la cruz por usted y por mí.
GRACIAS SEÑOR JESÚS
¡CUÁNTO SUFRISTE POR MÍ!
ME ARREPIENTO DE TODOS MIS PECADOS
PERDÓNAME POR FAVOR.
RECIBO TU PERDÓN
VOY A COMENZAR A PENSAR ANTES DE HABLAR
Y DE ACTUAR EN LA VIDA.
TE AMO JESÚS.
AMÉN.
"Acuérdense de esto:
El que siembra poco, poco cosecha;
el que siembra mucho, mucho cosecha"
2 Corintios 9:6
"Los que siembran con lágrimas,
cosecharán con gritos de alegría.
Aunque lloren mientras llevan el saco de semilla,
volverán cantando de alegría,
con manojos de trigo entre los brazos".
Salmos 126:5-6
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