Dice el paciente: A menudo tengo la sensación de que no me prestan atención.
El psicólogo responde: ¿Qué le hace pensar eso? (Mientras lee una revista)
¿Le cuesta escuchar? Una cosa es oír y otra muy distinta es escuchar.
Hace unos años conocí a una persona que comentábamos entre las personas que la conocíamos, que ponía el piloto automático, nos miraba mientras oía nuestra voz, pero no nos escuchaba. Era muy notorio, su mente mientras hablábamos volaba sobre otros pensamientos.
Todo parecía indicar que estábamos hablando con ella y que nos estaba prestando atención, pero la realidad era otra.
¿A usted le cuesta prestarle atención a lo que hablan otras personas?
Es tan lamentable ver en la actualidad, hasta los programas de TV, nadie escucha a nadie; una persona comienza a hablar y en la mitad el conductor lo interrumpe sin dejarlo terminar. Es algo muy molesto, personalmente me quita las ganas de hablar cuando me sucede eso.
En los programas de televisión ¡es tan insoportable escucharlos hablar todos juntos! Embarulla y no permite prestar atención, frecuentemente tomo el control remoto y lo dejo en silencio. ¿No logran escuchar? ¿Creen que es más importante lo que ellos tienen que decir? Es una falta de respeto en realidad, invitar a alguien y luego no escucharlo. Lo mismo pasa en las familias, los padres no tienen paciencia o no tienen tiempo para escuchar a sus hijos. Ni hablar de los hijos que piensan que lo que tienen que decir los padres no es importante.
Se termina dentro de una gran incomunicación, tanto en la familia, como en lugares de trabajo y a veces hasta en la iglesia.
Muchas veces con Dios nos pasa lo mismo, Él nos habla y no escuchamos con atención a lo que nos dice. Solemos decir: "Dios guíame", pero cuando nos alerta sobre algo, o nos da una respuesta, no lo escuchamos.
También puede suceder que confundamos su voz, con un pensamiento de nuestra mente y creamos que lo estamos pensando, porque no reconocemos la voz del Espíritu Santo de Dios.
Debemos aprender a depender de Él cada vez más.
Ayer por ejemplo, mientras escribía el devocional en la netbook, solamente con la batería, no presté atención en que quedaba poca batería, cuando iba por la mitad del texto, pensé (yo creí que estaba pensando) "Tengo que guardar el texto en Word" no hice nada al respecto y a los dos minutos se me apagó la netbook. Inmediatamente me di cuenta que el Espíritu Santo me estaba alertando y yo confundí su voz, con un pensamiento mío.
Cuántas veces sucede que Dios nos habla, obedecemos y así evitamos muchos errores y problemas.
Tenemos que consultar a Dios antes de tomar decisiones y esperar que nos conteste antes de dar pasos que luego nos traerán problemas y desilusiones.
Porque cuantas veces no lo consultamos y después vamos con el problema a decirle ¿Dios por qué me pasa esto? ¡¡¡ Ayúdame!!! Cuando podíamos haberlo evitado pidiéndole consejo antes de actuar.
Debemos proponernos a partir de hoy, oír y escuchar (que no es lo mismo) su voz, reconocer la voz del Espíritu Santo cuando nos habla suavemente en diferentes momentos del día.
Lograr depender de Dios para todo, de esta manera vamos a evitar muchos problemas y fracasos.
"Si oyen hoy mi voz no endurezcan vuestros corazones"
Salmo 95:7-8
Dios lo bendiga
Susana Goglián
"ESCUCHARTE HABLAR" Julissa
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