¿Usted
que está leyendo hoy, tiene a Jesús en su corazón? ¿Se siente feliz porque sabe
que es un hijo de Dios y cualquier cosa que le pase, no importa porque es salvo
y sabe a donde va?
El
ser humano por naturaleza, es egoísta; esa actitud de niños caprichosos,
diciendo siempre: dame, dame, dame; permanece toda la vida, aunque a veces los
demás no se den cuenta. Necesitamos un despertar por medio del Espíritu Santo;
primero para agradecerle cada día a Dios por lo que nos da. ¿Se toma un tiempo
cada día para darle gracias?
Luego,
no está mal orar por sus necesidades, es lo que Dios quiere; por su familia,
sus seres queridos… Pero hay un mundo desesperado por saber que hacer, en que
creer, como salir de lo que está viviendo y no sabe como. Pero usted hijo/hija
de Dios, sí lo sabe.
No
podemos callar. ¿No se le aprieta el corazón cuando ve en TV lo que se vive
afuera, en el mundo? Además de la pandemia mundial, la delincuencia, los robos,
los abusos, un caos de oscuridad; mientras gracias a Dios, nosotros estamos con
nuestras manos levantadas adorando a Jesús y el Espíritu Santo llenándonos con
su Hermosa Presencia. Eso es maravilloso e indispensable para poder seguir
viviendo. Pero ¿Y los demás?...
Se
lo pregunto porque tengo casi treinta y cinco años de creyente, congregándome
sin altos, ni distracciones; disfrutando de la Presencia de Dios y amando a
Jesús con todo mi corazón. Pero no veía alrededor, vivía egoístamente, por no
haber descubierto la necesidad de los demás.
Dios
trataba de despertarme, pero yo no me daba cuenta. recuerdo una noche, soñé que
estaba en la primera iglesia donde nací de nuevo para Jesús; y nos hacía dar
vuelta en los bancos en la iglesia hacia la calle, de espaldas al púlpito y nos
decía que extendiéramos las manos hacia la calle y gritáramos: ¡CRISTO VIVE!
Ahora lo veo claro, pero ni así entendí que el Señor me mandaba a mirar afuera.
Yo sentía que eso de “ganar almas”, como nos dicen en la iglesia, no era para
mí; que era para otros, yo servía a Dios de otras maneras.
Pero una vez que
conocemos a Jesús, Dios espera esto de todos sus hijos.
Mire lo que dice la
Palabra de Dios, la Biblia en Mateo 28:19-20, el título es La Gran Comisión:
"Por
tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del
Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las
cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta
el fin del mundo. Amén".
Entonces
quiere decir que no es un capricho de los líderes y pastores que enseñan y
animan a salir a donde está la necesidad; Jesús, antes de ascender al cielo
resucitado, dejó la gran comisión, para sus discípulos y para todos los que
creemos en Él y le hemos entregado nuestro corazón.
Ayer
me hizo recordar una compañera de habitación del Hospital Durand, donde
estuve internada, en julio del 2020; hace ya casi un año; la noche que fui
internada, me enteré después; que estuve a punto de morir; pero Dios no lo
quiso, acá sigo. ¿Para qué?
Con
Patricia, ayer recordaba, cuando estuvimos internadas juntas y a pesar del
estado calamitoso en el que yo estaba, el Espíritu Santo hablaba por mi boca y
sinceramente yo no se lo que decía, porque me sentía muy mal, pero en su
misericordia, Dios permitió que diez compañeras de habitación que iban rotando,
porque les daban el alta y yo seguía ahí, por un mes; aceptaron a Jesús en su
corazón. ¿No es increíble humanamente que yo no supiera lo que les decía y
ocurriera eso Sobrenatural?
A veces cuando me siento cansada, recuerdo eso y
digo: Para eso no me llevaste contigo Jesús todavía.
Patricia
y Estela, ahora están en mi célula (grupo pequeño de oración semanal) y me
produce mucho placer tenerlas conmigo.
Dios
quiere usar su vida, necesita estar muy atento; porque aunque no tenga fuerzas,
o esté enfermo, o sepa que usted necesita cosas de Dios; deténgase cada
día y dígale: Gracias Dios por todo lo que me das; confío en Ti, Tú sabes lo
que necesito; pero mientras tanto úsame. Ayúdame Espíritu Santo, enciende una
luz en mí, para que pueda brillar para que todos crean que hay esperanza en Ti
y que te inviten a sus corazones. Guíame.
Se
sorprenderá, porque cuando Dios lo ve dispuesto, lo va a usar aún sin que usted
se de cuenta.
Terminando
la historia que le contaba al principio; le dije que estoy por cumplir treinta
y cinco años de creyente y veintinueve años en mi iglesia actual. ¿Sabe cuánto
hace que me desperté y me entró la desesperación por hablarle de Jesús a la
gente? Hace solo cuatro años. ¿Qué fue lo que pasó en mí, que cambió? El Espíritu
Santo produjo una explosión del Amor de Dios en mi corazón; si bien sabía que Dios me
ama; todo cambió en mí cuando SENTÍ en mi corazón CUÁNTO ME AMA DIOS.
¿Cómo
no hablar de su Amor con todos, si me transformó por dentro y por fuera? Me
hizo una nueva persona. Mi deseo y único anhelo comenzó a ser que todos
descubran en sus corazones ¡cuánto los Ama Dios!
Mientras
respire… no voy a callar.
Le
pido al Espíritu Santo, que despierte en usted, primero un anhelo ferviente de
descubrir en su corazón el Gran Amor del Padre por usted, para que suceda,
primero tiene que desearlo, dejar a un lado su sentido común terrenal, para
zambullirse en su Presencia y el Espíritu Santo lo hará y luego no calle, todos
tienen que sentirse Amados por Dios.
"Os doy un mandamiento nuevo:
Amaos unos a otros; como yo os he amado,
así también amaos los unos a los otros.
Vuestro amor mutuo será el distintivo
por el que todo el mundo os reconocerá
como discípulos míos.".
Juan 13:34-35 - BLP
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ES DE MUCHA BENDICIÓN PARA MÍ LEER SUS MENSAJES. BENDICIONES. Osana Goglián