CONTINÚE LEYENDO
toque ahí para leer la reflexión completa
TRANSLATE You can translate the text in your language.
Above, before the blog title, on the left there are
three blue horizontal lines.
There you will find the translator
Confía en DIOS
en todo tiempo
Hoy me desperté pensando, cuanto tengo para agradecerle a Dios; a pesar de las pruebas que la vida me presentó sorpresivamente; porque sé que no vinieron de su parte; Dios desea el bien, la paz, la armonía para sus hijos; de hecho el que realmente camina con Jesús, lo valora y lo recibe.
Si usted fue criado en un hogar cristiano, quizás tuvo la bendición de que le enseñaran a darle gracias por los alimentos antes de comenzar a comer; porque el alimento es una provisión de Dios y por eso tenemos que agradecerle.
El techo, que damos por sentado que lo tenemos que tener; cuando vemos gente que pierde su hogar y vive en la calle irremediablemente; se da cuenta de que es otra cosa para agradecerle a Dios cada día; el techo y el pan. Y ni hablar de la salud; tampoco tenemos que dar por sentado que vamos a estar siempre sanos; es Dios quien se ocupa de cada uno de nosotros porque nos Ama.
Dios desea que usted tenga todo lo que necesita siempre… Pero muchas personas dan por sentado que tienen que tener todas esas cosas tan necesarias y solo si las pierden se acuerdan de levantar sus ojos al cielo (a veces) Y decirle: ¡Dios ayúdame por favor!
Hoy el Espíritu Santo me recordó un pasaje de la Biblia, la Palabra de Dios; que es un gran ejemplo de la ingratitud del ser humano; que cree que Dios está obligado a hacer lo que le pide; pero es solo por su Amor y Misericordia, que Dios le responde al que lo busca.
Pero luego que lo hace ¿Se acuerda de darle gracias?
Este pasaje va a ser más significativo ahora, por el tiempo que estamos viviendo en todo el mundo por el Covid-19; por las características que vivimos como consecuencia de este virus; son muy semejantes a las que vivían los leprosos en la antigüedad. La primera, es el aislamiento, tenían que mantenerse alejados de la demás gente, para no contagiarlos. No podían estar con sus seres queridos, ni pensar en tocarlos o abrazarlos. Era algo muy grave y muy triste.
Pero para que vea lo ingratos que somos los seres humanos con Jesús; leamos este pasaje que está en Lucas 17:11-19, (NVI)
Jesús sana a diez leprosos
"Un día, siguiendo su viaje a Jerusalén, Jesús pasaba por Samaria y Galilea. Cuando estaba por entrar en un pueblo, salieron a su encuentro diez hombres enfermos de lepra. Como se habían quedado a cierta distancia, gritaron:
— ¡Jesús, Maestro, ten compasión de nosotros!
Al verlos, les dijo: —Vayan a presentarse a los sacerdotes.
Resultó que, mientras iban de camino, quedaron limpios.
Uno de ellos, al verse ya sano, regresó alabando a Dios a grandes voces. Cayó rostro en tierra a los pies de Jesús y le dio las gracias, no obstante que era samaritano.
— ¿Acaso no quedaron limpios los diez? —Preguntó Jesús—. ¿Dónde están los otros nueve? ¿No hubo ninguno que regresara a dar gloria a Dios, excepto este extranjero? Levántate y vete —le dijo al hombre—; tu fe te ha sanado".
El gran agradecimiento de ese hombre hacia Jesús, era lo que Él esperaba de los otros nueve también, a los que también Él sanó.
¿Usted se acuerda de darle gracias a Dios cuando obra milagros en su vida porque escucha su oración y la de las personas que oran por usted? Quiero que sepa que Jesús lo espera.
Si no su actitud sería solo volver a orar cuando necesite algo de Dios; como si pudiera transitar por la vida solo; pero cuando le ocurre algo, se da cuenta de que no lo puede solucionar, tiene que volver a clamar a Dios, quién por su Misericordia y Amor hacia usted, lo vuelve a escuchar y vuelve a obrar. ¡Qué Dios tan Maravilloso tenemos!
¡Qué distinto es al hombre! También tenemos que agradecerle por eso. Porque el hombre diría la siguiente vez que se acerca a pedirle: ¡Ah! ¿Te acordaste que existo? Ahora no puedo ayudarte… Pero Dios ¡lo Ama tanto!
Debería valorar y cuidar su relación con el Padre.
Un ser humano se entera de lo que a usted le pasa; quizás algunos le dan una palabra de aliento y luego se dan vuelta y siguen con su vida, sin recordar lo que le dijo.
¡¡¡GRACIAS JESÚS POR SER TAN BUENO!!! ¡¡¡GRACIAS POR AMARNOS TANTO!!!
¿Cómo podemos agradecerle lo suficiente a Jesús, todo lo que hizo y hace cada día por nosotros? En primer lugar, si no lo hizo todavía; invítelo a entrar a su corazón, pídale perdón por sus pecados y luego tómese de su mano y camine toda su vida con Él. Dios es el único lugar seguro donde usted puede estar.
Si cuida esa relación de amor mutuo cada día, Jesús nunca lo dejará; si lo siente lejos en algún momento; es porque usted se alejó de Él y por respeto a su decisión, él se mantiene a distancia; hasta que usted quiera retomar esa relación, pidiéndole perdón por alejarse de Él.
Lo Ama tanto, que lo abrazará y lo volverá a recibir en su brazos con todo su Amor.
Yo no podría vivir sin el Amor de Jesús… ¿Y usted?
Ríos de agua viva
"En el último y gran día de la fiesta,
Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo:
Si alguno tiene sed, venga a mí y beba.
El que cree en mí, como dice la Escritura,
de su interior correrán ríos de agua viva".
Juan 7:37-38
Dios lo bendiga
Susana Goglián
Sígame en Facebook
Dele Me Gusta a la página
www.facebook.com/reflexionesparavos
https://youtu.be/sOQTnBPjgJc
en Av. Eva Perón 1040,
- Horarios: sábados 16, 18 y 20 hs;
- No hace falta inscribirse.
