Devocional Diario. Reflexiones para vos: "¿CÓMO SE HACE SEÑOR?"

domingo, 7 de noviembre de 2021

"¿CÓMO SE HACE SEÑOR?"

Puede ser una imagen de texto que dice "Déjate moldear! 10E Somos Vasijas de barro En manos del Alfarero..."

Debajo de este texto dice:

CONTINÚE LEYENDO
toque ahí para leer la reflexión completa
TRANSLATE

You can translate the text in your language.
Above, before the blog title, on the left there are
three blue horizontal lines.
There you will find the translator

La imagen de hoy dice:

¡Déjate moldear!
Somos vasijas de barro
En manos del ALFARERO...

A lo largo de la vida, ocurren tantas cosas inesperadas, que producen un gran desequilibrio; humanamente le cuesta encontrar otra vez el eje. A veces piensa que es bueno hacer como si no hubiera pasado nada; pero no es posible, porque todo lo que sucede, deja huellas, en el alma, en el cuerpo y en el espíritu.
Con el ser humano pasa como con una copa de cristal, que cae al piso, se rompe y ya no hay nada que se pueda hacer, está rota…
En la vida cristiana, Dios nos ve como vasijas de barro, toda la vida; Él va moldeándonos cuidadosamente cuando nos ponemos en sus manos, para vernos como Él desea que seamos.
Lamentablemente el ser humano, no siempre le permite trabajar y ver esos resultados; la vasija queda defectuosa y Dios solo puede romperla y hacerla de nuevo.
¿Se siente roto? Fue Dios; permítale trabajar en usted. Los caprichos, la autosuficiencia, la falta de búsqueda de la Presencia del Espíritu Santo; entorpecieron el cuidadoso trabajo de Dios.
El hombre cree que todo lo sabe, que todo lo puede; que lo que él quiere es lo único importante en la vida; pero termina como esa copa de cristal en el piso: rota.
Es entonces cuando el Gran Alfarero, Dios; toma los pedazos de la vasija y hace una nueva. Eso significa que cuando el hombre se arrepiente de sus pecados de corazón; cuando suelta el pasado… porque lo que ya pasó no se puede remediar, como con esa copa de cristal, ya se rompió; pero Dios desea darle una nueva oportunidad para que comience otra vez, con humildad, reconociendo sus errores y dejando trabajar a Dios, para hacer una vasija mejor que la de antes.
La Biblia, nuestro manual de vida, la Palabra de Dios, (Lea luego Jeremías 19:1–15) dice en: Jeremías 19:11: “Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Así quebrantaré a este pueblo y a esta ciudad, como quien quiebra una vasija de barro, que no se puede restaurar más”
Y en Jeremías 18:4-6, dice: " Cuando el objeto que estaba haciendo le salía mal, volvía a hacer otro con el mismo barro, hasta que quedaba como él quería.
Entonces el Señor me dijo: «¿Acaso no puedo hacer yo con ustedes, israelitas, lo mismo que este alfarero hace con el barro? Ustedes son en mis manos como el barro en las manos del alfarero. Yo, el Señor, lo afirmo".
Dios siempre le da una nueva oportunidad al que quiere cambiar y comenzar de nuevo, bien.
Pero es imprescindible que suelte y deje ir todas esas cosas que Dios sacó de su vida porque no le convienen; Él lo conoce más que nadie en este mundo; no va a permitir que lo vuelvan a hacer caer, por más fuerte que usted se crea; es humano y Dios sabe que cuando la vasija esté nueva y perfecta otra vez; usted puede volver a equivocarse y distraerse.
Soltar y dejar ir aquellas cosas, lugares y personas que para usted tal vez son importantes y necesarias, si no son para su bien, si no van a ser para edificación de su vida con Jesús. ¿Para qué las quiere?
Lo hecho, hecho está; es necesario comenzar de nuevo; todo lo vivido deja una enseñanza, que si le prestamos atención, no vamos a permitir que vuelvan a suceder.
¡¡Dios lo Ama tanto!! Por eso a pesar de que rompe su vasija que ya no sirve y hace una nueva, crea firmemente que es para su bien; solo Él sabe lo que le conviene y lo que no.
La Palabra de Dios hoy le dice en Apocalipsis 18:4-5: "Y oí otra voz del cielo que decía: Salid de ella, pueblo mío, para que no participéis de sus pecados y para que no recibáis de sus plagas"
Luego en Hechos 5:29: "Respondiendo Pedro y los apóstoles, dijeron: Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres".
Deje de mirarse a usted mismo, levante sus ojos a los cielos y mire a Jesús y comenzará a ver las cosas como Dios las ve y solo podrá decirle: “Gracias Dios por cuidarme con tanta sabiduría, voy a comenzar de nuevo”.