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La imagen de hoy dice:
Deléitate en los mandamientos
del Señor y serás feliz.
del Señor y serás feliz.
Los Diez Mandamientos fueron dados para poder revelar un problema que está en lo más profundo de nosotros: nuestro pecado. Pecado significa fallar en lo que Dios espera de nosotros, en nuestra manera de tratar a los demás, a nosotros mismos y a Dios.
Pensar que Dios cometió un error al exigir lo imposible es malinterpretar el propósito de los Diez Mandamientos.
Pero además nos olvidamos que no son sugerencias, tampoco son recomendaciones. ¿Hasta qué punto debemos obedecer estas órdenes?
Leamos este versículo que fue antes de dar Dios, los Diez Mandamientos; está en Éxodo 19:5 y dice: “Así que, si ustedes me obedecen en todo y cumplen mi alianza, serán mi pueblo preferido entre todos los pueblos, pues toda la tierra me pertenece..”
Estos Diez Mandamientos formaron el resumen de la Ley, los requisitos morales y Dios los usa para convencernos de arrepentirnos de nuestros pecados, por nuestro bien.
En Éxodo 20, podemos leerlos juntos. Los Diez Mandamientos primero fueron escritos por Dios mismo en piedra y luego registrados por Moisés en el libro del Éxodo de la Biblia. Dios habló y dijo todas estas palabras:
“Yo soy el Señor tu Dios" y comenzó a escribirlos. Preste mucha atención:
1) “No tendrás dioses ajenos delante de mí.”
2) “No te harás imagen, ni semejanza alguna de lo que está arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra.”
“No te inclinarás ante ellas, ni las honrarás, porque yo soy el Señor tu Dios, fuerte y celoso. Yo visito en los hijos la maldad de los padres que me aborrecen, hasta la tercera y cuarta generación, pero trato con misericordia infinita a los que me aman y cumplen mis mandamientos.”
3) “No tomarás en vano el nombre del Señor tu Dios, porque yo, el Señor, no consideraré inocente al que tome en vano mi nombre.”
4) “Te acordarás del día de reposo, y lo santificarás. Durante seis días trabajarás y harás toda tu obra, pero el día séptimo es de reposo en honor del Señor tu Dios. No harás en él ningún trabajo. Porque yo, el Señor, hice en seis días los cielos, la tierra, el mar y todo lo que hay en ellos, pero reposé en el día séptimo. Por eso yo, el Señor, bendije el día de reposo y lo santifiqué.”
5) “Honrarás a tu padre y a tu madre, para que tu vida se alargue en la tierra que yo, el Señor tu Dios, te doy.”
6) “No matarás.”
7) “No cometerás adulterio.”
8) “No robarás.”
9) “No presentarás falso testimonio contra tu prójimo.”
10) “No codiciarás la casa de tu prójimo, ni a su mujer, ni a su siervo ni a su esclava, ni su buey ni su asno, ni nada que le pertenezca a tu prójimo.”»
Quizás usted diga: Pero es muy difícil cumplir con todos esos mandamientos de Dios. Pero leamos lo que dice la Biblia en Gálatas 2:16: "Sin embargo, sabemos que nadie es reconocido como justo por cumplir la ley sino gracias a la fe en Jesucristo. Por esto, también nosotros hemos creído en Jesucristo, para que Dios nos reconozca como justos, gracias a esa fe y no por cumplir la ley. Porque nadie será reconocido como justo por cumplir la ley".
Hechos 3:19, en la versión Dios Habla Hoy, dice: "Por eso, vuélvanse ustedes a Dios y conviértanse, para que él les borre sus pecados"
Cumplir la Voluntad de Dios a tiempo; nos libra del tormento eterno y nos da la oportunidad de aceptar la Salvación y Vida Eterna, que Jesús consiguió para nosotros, a través de su sacrificio en la cruz del calvario y lo hizo solo por Amor.
Por eso Abraham, explica de esta manera en la Palabra de Dios, en el Antiguo Testamento; aunque todavía no había nacido Jesús, ni había muerto en nuestro lugar en la cruz; pero es válido lo que dice al final de este pasaje. Leamos lo que sucedió.
Lucas 16:24-31, en la versión Dios Habla Hoy, dice: "Entonces gritó: “¡Padre Abraham, ten lástima de mí! Manda a Lázaro que moje la punta de su dedo en agua y venga a refrescar mi lengua, porque estoy sufriendo mucho en este fuego.” Pero Abraham le contestó: “Hijo, acuérdate que en vida tú recibiste tu parte de bienes, y Lázaro su parte de males. Ahora él recibe consuelo aquí, y tú sufres. Aparte de esto, hay un gran abismo entre nosotros y ustedes; de modo que los que quieren pasar de aquí allá, no pueden, ni de allá tampoco pueden pasar aquí.”
»El rico dijo: “Te suplico entonces, padre Abraham, que mandes a Lázaro a la casa de mi padre, donde tengo cinco hermanos, para que les llame la atención, y así no vengan ellos también a este lugar de tormento.” Abraham dijo: “Ellos ya tienen lo escrito por Moisés y los profetas: ¡que les hagan caso!” El rico contestó: “Padre Abraham, eso no basta; pero si un muerto resucita y se les aparece, ellos se convertirán.” Pero Abraham le dijo: “Si no quieren hacer caso a Moisés y a los profetas, tampoco creerán aunque algún muerto resucite.”
Siempre queremos hacer las cosas a nuestra manera y no a la de Dios. Cuando Abraham dijo que “Ellos ya tienen lo escrito por Moisés y los profetas: ¡que les hagan caso!”; se refería a la Palabra de Dios, que la tenían escrita y también les enseñaban Moisés y los profetas; por eso les dice que ya tuvieron la oportunidad de aprender y obedecer y nosotros tenemos la Biblia a nuestra disposición, en este tiempo de muchas maneras; así que no es inalcansable para nadie.
Obedecer a Dios, después de haber recibido a Jesús en nuestro corazón, luego de pedirle perdón por nuestros pecados y haber sido lavados con la Sangre que derramó en la cruz, con ese fin... perdonarnos; salvarnos y darnos Vida Eterna; no lo sentimos como un sacrificio imposible de cumplir; porque contamos con la ayuda del Espíritu Santo, para que podamos cumplir los mandamientos de Dios y si fallamos en alguno de ellos, porque somos humanos y Dios sabe que puede suceder; el arrepentimiento, nos permite recibir el perdón de Dios y somos lavados, volvemos a estar limpios otra vez, como antes de fallarle al Señor; porque dice la Biblia que Dios tira nuestros pecados al fondo del mar y ya no tiene memoria de ellos. Eso podemos llamarlo: Una nueva oportunidad para caminar bien por la vida, de la mano de Jesús y con paz en el corazón, por haber sido perdonados.
Entonces como contestaría usted a la pregunta del título de hoy: ¿PARA QUÉ DIOS DEJÓ LOS 10 MANDAMIENTOS?
Los dejó para ayudarnos a cambiar nuestra manera pecaminosa de vivir, heredada del primer hombre y la primer mujer: Adán y Eva.
Son los requisitos morales que Dios que nos Ama Tanto; los usa para persuadirnos de arrepentirnos y luego ser Salvos, recibiendo a Jesús en nuestro corazón y decidirnos a caminar hasta el último día de nuestra vida, de su mano; obedeciéndolo por Amor, para lograr agradar a Dios.
Todo lo que Dios hace y decide, es para nuestro bien; así que no crea que es demasiado autoritario el Señor con usted, al exigirle cumplir con sus mandamientos; sino agradézcale la oportunidad que le da, de hacer las cosas bien, por obedecerlo y vivir en comunión con Él, recibiendo Su Amor Incondicional y Eterno.
Hoy el Espíritu Santo va a abrir sus sus oídos y sus ojos espirituales, para recibir sabiduría de lo alto y comprender los propósitos de Dios para su vida y recibir todas las bendiciones que Él tiene preparadas para usted, por Su Amor y Su Bondad.
Pensar que Dios cometió un error al exigir lo imposible es malinterpretar el propósito de los Diez Mandamientos.
Pero además nos olvidamos que no son sugerencias, tampoco son recomendaciones. ¿Hasta qué punto debemos obedecer estas órdenes?
Leamos este versículo que fue antes de dar Dios, los Diez Mandamientos; está en Éxodo 19:5 y dice: “Así que, si ustedes me obedecen en todo y cumplen mi alianza, serán mi pueblo preferido entre todos los pueblos, pues toda la tierra me pertenece..”
Estos Diez Mandamientos formaron el resumen de la Ley, los requisitos morales y Dios los usa para convencernos de arrepentirnos de nuestros pecados, por nuestro bien.
En Éxodo 20, podemos leerlos juntos. Los Diez Mandamientos primero fueron escritos por Dios mismo en piedra y luego registrados por Moisés en el libro del Éxodo de la Biblia. Dios habló y dijo todas estas palabras:
“Yo soy el Señor tu Dios" y comenzó a escribirlos. Preste mucha atención:
1) “No tendrás dioses ajenos delante de mí.”
2) “No te harás imagen, ni semejanza alguna de lo que está arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra.”
“No te inclinarás ante ellas, ni las honrarás, porque yo soy el Señor tu Dios, fuerte y celoso. Yo visito en los hijos la maldad de los padres que me aborrecen, hasta la tercera y cuarta generación, pero trato con misericordia infinita a los que me aman y cumplen mis mandamientos.”
3) “No tomarás en vano el nombre del Señor tu Dios, porque yo, el Señor, no consideraré inocente al que tome en vano mi nombre.”
4) “Te acordarás del día de reposo, y lo santificarás. Durante seis días trabajarás y harás toda tu obra, pero el día séptimo es de reposo en honor del Señor tu Dios. No harás en él ningún trabajo. Porque yo, el Señor, hice en seis días los cielos, la tierra, el mar y todo lo que hay en ellos, pero reposé en el día séptimo. Por eso yo, el Señor, bendije el día de reposo y lo santifiqué.”
5) “Honrarás a tu padre y a tu madre, para que tu vida se alargue en la tierra que yo, el Señor tu Dios, te doy.”
6) “No matarás.”
7) “No cometerás adulterio.”
8) “No robarás.”
9) “No presentarás falso testimonio contra tu prójimo.”
10) “No codiciarás la casa de tu prójimo, ni a su mujer, ni a su siervo ni a su esclava, ni su buey ni su asno, ni nada que le pertenezca a tu prójimo.”»
Quizás usted diga: Pero es muy difícil cumplir con todos esos mandamientos de Dios. Pero leamos lo que dice la Biblia en Gálatas 2:16: "Sin embargo, sabemos que nadie es reconocido como justo por cumplir la ley sino gracias a la fe en Jesucristo. Por esto, también nosotros hemos creído en Jesucristo, para que Dios nos reconozca como justos, gracias a esa fe y no por cumplir la ley. Porque nadie será reconocido como justo por cumplir la ley".
Hechos 3:19, en la versión Dios Habla Hoy, dice: "Por eso, vuélvanse ustedes a Dios y conviértanse, para que él les borre sus pecados"
Cumplir la Voluntad de Dios a tiempo; nos libra del tormento eterno y nos da la oportunidad de aceptar la Salvación y Vida Eterna, que Jesús consiguió para nosotros, a través de su sacrificio en la cruz del calvario y lo hizo solo por Amor.
Por eso Abraham, explica de esta manera en la Palabra de Dios, en el Antiguo Testamento; aunque todavía no había nacido Jesús, ni había muerto en nuestro lugar en la cruz; pero es válido lo que dice al final de este pasaje. Leamos lo que sucedió.
Lucas 16:24-31, en la versión Dios Habla Hoy, dice: "Entonces gritó: “¡Padre Abraham, ten lástima de mí! Manda a Lázaro que moje la punta de su dedo en agua y venga a refrescar mi lengua, porque estoy sufriendo mucho en este fuego.” Pero Abraham le contestó: “Hijo, acuérdate que en vida tú recibiste tu parte de bienes, y Lázaro su parte de males. Ahora él recibe consuelo aquí, y tú sufres. Aparte de esto, hay un gran abismo entre nosotros y ustedes; de modo que los que quieren pasar de aquí allá, no pueden, ni de allá tampoco pueden pasar aquí.”
»El rico dijo: “Te suplico entonces, padre Abraham, que mandes a Lázaro a la casa de mi padre, donde tengo cinco hermanos, para que les llame la atención, y así no vengan ellos también a este lugar de tormento.” Abraham dijo: “Ellos ya tienen lo escrito por Moisés y los profetas: ¡que les hagan caso!” El rico contestó: “Padre Abraham, eso no basta; pero si un muerto resucita y se les aparece, ellos se convertirán.” Pero Abraham le dijo: “Si no quieren hacer caso a Moisés y a los profetas, tampoco creerán aunque algún muerto resucite.”
Siempre queremos hacer las cosas a nuestra manera y no a la de Dios. Cuando Abraham dijo que “Ellos ya tienen lo escrito por Moisés y los profetas: ¡que les hagan caso!”; se refería a la Palabra de Dios, que la tenían escrita y también les enseñaban Moisés y los profetas; por eso les dice que ya tuvieron la oportunidad de aprender y obedecer y nosotros tenemos la Biblia a nuestra disposición, en este tiempo de muchas maneras; así que no es inalcansable para nadie.
Obedecer a Dios, después de haber recibido a Jesús en nuestro corazón, luego de pedirle perdón por nuestros pecados y haber sido lavados con la Sangre que derramó en la cruz, con ese fin... perdonarnos; salvarnos y darnos Vida Eterna; no lo sentimos como un sacrificio imposible de cumplir; porque contamos con la ayuda del Espíritu Santo, para que podamos cumplir los mandamientos de Dios y si fallamos en alguno de ellos, porque somos humanos y Dios sabe que puede suceder; el arrepentimiento, nos permite recibir el perdón de Dios y somos lavados, volvemos a estar limpios otra vez, como antes de fallarle al Señor; porque dice la Biblia que Dios tira nuestros pecados al fondo del mar y ya no tiene memoria de ellos. Eso podemos llamarlo: Una nueva oportunidad para caminar bien por la vida, de la mano de Jesús y con paz en el corazón, por haber sido perdonados.
Entonces como contestaría usted a la pregunta del título de hoy: ¿PARA QUÉ DIOS DEJÓ LOS 10 MANDAMIENTOS?
Los dejó para ayudarnos a cambiar nuestra manera pecaminosa de vivir, heredada del primer hombre y la primer mujer: Adán y Eva.
Son los requisitos morales que Dios que nos Ama Tanto; los usa para persuadirnos de arrepentirnos y luego ser Salvos, recibiendo a Jesús en nuestro corazón y decidirnos a caminar hasta el último día de nuestra vida, de su mano; obedeciéndolo por Amor, para lograr agradar a Dios.
Todo lo que Dios hace y decide, es para nuestro bien; así que no crea que es demasiado autoritario el Señor con usted, al exigirle cumplir con sus mandamientos; sino agradézcale la oportunidad que le da, de hacer las cosas bien, por obedecerlo y vivir en comunión con Él, recibiendo Su Amor Incondicional y Eterno.
Hoy el Espíritu Santo va a abrir sus sus oídos y sus ojos espirituales, para recibir sabiduría de lo alto y comprender los propósitos de Dios para su vida y recibir todas las bendiciones que Él tiene preparadas para usted, por Su Amor y Su Bondad.
¡¡¡DIOS LO AMA TANTO!!!
Entregó al que más Amaba
a Su Hijo Único Jesucristo
a morir en su lugar
para que usted sea salvo.
Gracias Padre por estar tan atento
a lo que necesitamos para ser felices.
"Los mandamientos del Señor son rectos;
traen alegría al corazón.
Los mandatos del Señor son claros;
dan buena percepción para vivir.
La reverencia al Señor es pura;
permanece para siempre.
Las leyes del Señor son verdaderas;
cada una de ellas es imparcial".
Salmos 19:8-10
Entregó al que más Amaba
a Su Hijo Único Jesucristo
a morir en su lugar
para que usted sea salvo.
Gracias Padre por estar tan atento
a lo que necesitamos para ser felices.
"Los mandamientos del Señor son rectos;
traen alegría al corazón.
Los mandatos del Señor son claros;
dan buena percepción para vivir.
La reverencia al Señor es pura;
permanece para siempre.
Las leyes del Señor son verdaderas;
cada una de ellas es imparcial".
Salmos 19:8-10
"DI LA PALABRA"
Mariana Sa
https://youtu.be/UYB6r3E6oxc
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"LLEGA LA HORA DE LA VERDAD"
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ES DE MUCHA BENDICIÓN PARA MÍ LEER SUS MENSAJES. BENDICIONES. Osana Goglián