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¡Qué imagen más tierna y emocionante! No sé a usted, pero a mí me gustaría ser esa ovejita, en sus brazos, recibiendo esa mirada tan llena de Amor y sus caricias.
Hoy quiero comenzar con la Palabra de Dios, que nos alienta a creer y saber que no estamos solos en la vida; Jesús NOS AMA y nunca nos abandona.
Dice en Salmos 23:1-6: “El Señor es mi pastor, nada me faltará. En lugares de verdes pastos me hace descansar; junto a aguas de reposo me conduce.
Él restaura mi alma; me guía por senderos de justicia por amor de su nombre.
Aunque pase por el valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estás conmigo; tu vara y tu cayado me infunden aliento.
Tú preparas mesa delante de mí en presencia de mis enemigos; has ungido mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando. Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, y en la casa del Señor moraré por largos días”.
Nada escapa de la mirada de Jesús; Él todo lo sabe, no hay que explicarle nada; con solo mirarnos, sabe las intenciones de nuestro corazón; solo Él nos conoce realmente como somos.
Es nuestro Pastor, dice esta hermosa Palabra, Promete que por eso, nada nos faltará; además cuando estamos tristes, preocupados, con problemas; tenemos esta certeza: Él restaura mi alma y nos hace caminar por senderos de justicia y Amor “Su Amor”; no cualquier otro que falla.
Como seres humanos, estamos tan limitados, no podemos hacer más de lo que está a nuestro alcance; solo podemos orar y depender de Dios ante circunstancias que nos depara la vida; la fe es primordial en nuestro caminar por la vida; saber firmemente que Dios nunca nos va a fallar; nuestra comunión con Él, es algo impagable; no nos regimos, como alguien me decía hoy, por decisiones personales de nuestra mente; cuando tenemos una genuina relación diaria con Dios, no es así; dependemos de Él, porque el Señor es quien nos guía por medio de su Espíritu Santo, que habita a nuestro lado cada día. Pero es importante escuchar su voz, permitir que nos guíe y obedecerlo; es la única manera de recibir la bendición de Dios en nuestras vidas.
Hoy me gusta mucho y me tranquiliza, cuando dice: “Tú preparas mesa delante de mí en presencia de mis enemigos”. Los enemigos que se levantan para derribarnos, se convierten en enemigos de Dios, porque Él es Nuestro Pastor; estamos en sus brazos como esa ovejita; Jesús jamás se pondrá del lado del que hace el mal; tenemos un Dios justo y nos defiende.
No sé como se siente hoy usted; pero quiero decirle que Jesús lo Ama Mucho y se preocupa por cada detalle de su vida; nada escapa a su conocimiento y escuchará cada una de sus oraciones; orar es hablar con Dios; como un hijo con su Padre, espontáneamente, con lo que salga de su corazón; pero luego si está de rodillas, no se levante al finalizar para irse; sino permanezca en silencio, esperando que el Espíritu Santo le responda.
Dios lo bendiga
Susana Goglián
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Juan Carlos Alvarado"
