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¿Cómo se obtiene la Unción del Espíritu Santo? La Unción se obtiene en la intimidad, en la adoración y oración íntima con el Padre, cuando está a solas con el Espíritu Santo.
Cuando el pacto fue renovado con Moisés Dios le dijo en la Santa Biblia, la Palabra de Dios, en Éxodo 34:2-3: "Prepárate también para subir al monte Sinaí mañana por la mañana, y preséntate ante mí en la parte más alta del monte. Nadie debe subir contigo, ni se debe ver a nadie por todo el monte; tampoco debe haber ovejas o vacas pastando frente al monte"
Esto significa intimidad con Dios y eso es lo que Él espera de cada uno de sus hijos, los que han invitado a Jesús a su corazón, se han arrepentido de sus pecados y decidieron caminar de la mano de Jesús para siempre; obedeciendo la voluntad de Dios.
En la intimidad con el Espíritu Santo, es donde la Nube de Gloria desciende y nos cubre; es donde podemos hablar con Dios (orar), con la seguridad de que nos escucha y guardamos silencio luego para recibir su respuesta y ser llenos con la Unción Sobrenatural del Espíritu Santo.
Dios desea ser la prioridad para sus hijos; así como Jesús se entregó totalmente cuando dio su vida por cada uno de nosotros; es decir nos hizo su prioridad, para darnos Salvación y Vida Eterna, a pesar que sabía cuanto iba a sufrir en la cruz; pero por Amor se entregó.
¿Cuánto más debemos entregarnos y hacerlo nuestra prioridad, nosotros que fuimos los beneficiados con su sacrificio? Somos salvos por medio de su sufrimiento.
A veces hay cristianos que están demasiado ocupados “sirviendo a Dios” y no les queda tiempo para “estar con Dios”. Se olvidan de lo más importante, recordar que fuimos creados para Alabanza de su Gloria.
Efesios 1:4-6, dice así: "... según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él, en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad, para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado"
Sinceramente… ¿Le parece justo hijo de Dios, en los minutos que le dedica a Jesús para buscar su presencia en el culto, pretender ser inundado con la Unción del Espíritu Santo, porque así lo desea en ese momento y luego en la semana, estar tan ocupado sirviéndole a Él y por eso no tener tiempo para “estar con Él? ¿No le recuerda las palabras de Jesús, cuando le dijo a Marta: “Marta, Marta, afanada y turbada estás con muchas cosas. Pero sólo una cosa es necesaria; y María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada.”? Lucas 10:41-42.
Si por un momento usted fuera Jesús y tuviera que elegir a quién llenar con la Unción del Espíritu Santo ¿A quien elegiría, a Marta o a María? Sé su respuesta…
María, sin importarle nada… ni el enojo de la hermana porque no la ayudaba a preparar todo para servirle a Jesús, que era el invitado en su casa; sin importarle nada más… se sentó a los pies de Jesús, mirándolo con todo su amor y atención; mientras escuchaba sus palabras.
¿Está buscando ser lleno de la Unción del Espíritu Santo? Se lo voy a abreviar en dos palabras: Intimidad y Santidad. Eso es lo que Dios busca, no puede llenar de su Aceite, vasijas sucias por el pecado y a personas que solo tienen tiempo de orar en público y gracias si lo hace.
Me impacta este versículo, que revela que Dios no mira lo que mira el hombre, sino que mira su corazón como dice en 1 Samuel 16:7, en la Biblia. Pero estas palabras son las que me impactan, cuando dice en 2 Timoteo 3:5: "tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a éstos evita"
Con solo apariencias, no vamos a recibir la Unción del Espíritu Santo, por más que la busquemos.
El Espíritu Santo está deseoso de llenarnos con su Unción; pero tenemos que pagar el precio; decirle un ¡NO! rotundo al pecado y tener intimidad diaria con Él, para recibirla.
Tendrá que elegir, estar colmado de tareas, a punto de estresarse, pensando que así está agradando a Dios; o como María, encontrar esos momentos de intimidad con Dios, que como dijo Jesús: Jamás le serán quitados.
Como dice el Evangelista Carlos Annacondia: La Unción está en su casa; en esos momentos de intimidad es cuando la va a recibir.
Y luego será usado por Dios de gran manera, para Su Gloria.
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