¿Qué espera un Dios tan bueno como el que tenemos de sus hijos?
La Biblia dice en Oseas 6:6. "Porque misericordia quiero y no sacrificio, y conocimiento de Dios más que holocaustos" Dios no nos pide sacrificios, porque Jesús ya lo hizo en la cruz del calvario, ya no son necesarios los nuestros.
Dios desea que le entregue su corazón, Jesús pide solamente su amor, quiere que lo conozca a Él.
Porque cuando uno conoce a alguien, va aprendiendo que es lo que le gusta y que cosas no le gustan.
Reconoce su voz apenas la escucha, e inmediatamente le contesta con afecto, entonces comienza un armonioso diálogo, no un monólogo. Desean escucharse uno al otro. Así también es con Jesús, Él lo conoce, lo llama a estar con Él, y si usted reconoce su voz, va a desear por amor, acercarse y hablar con Él.
Orar es hablar con Dios, no palabras aprendidas de memoria, sino las que salen de su corazón.
¿No es maravilloso que el Dios creador del cielo y de la tierra, y su creador, desee pasar tiempo con usted? Yo lo considero un honor, tenemos que valorar esa maravillosa invitación cuando sentimos que Dios nos llama a orar, debería ser lo más importante en ese momento, dejar lo que estamos haciendo y correr a su encuentro.
Ese mensaje de amor de Jesús hacia usted, debería ser mucho más importante y urgente que cualquier sms o e-mail, o llamado, que este esperando durante el día.
Para el ser humano es casi incomprensible, que un Dios Todopoderoso, no le obligue a hacer las cosas que Él quiere, si no que dulcemente le invite a estar con Él.
Marcos 3:13-14 dice: "Después subió al monte, y llamó a sí a los que él quiso; y vinieron a él. Y estableció a doce, para que estuviesen con Él, y para enviarlos a predicar"
Cualquier persona con poder en la tierra, es autoritario, prepotente, da órdenes no pide con amabilidad las cosas. Pero Dios con todo su poder, también es AMOR, y espera que estemos con Él, por amor, por decisión propia, con el anhelo de llegar a su presencia, como lo haría un enamorado con su amada.
Enamórese de Jesús, es el único que nunca le va a defraudar, es un amor eterno, fiel, paciente, amoroso; y sobre todas las cosas, es comprensivo, se pone en su lugar, sabe lo que usted está pasando, le importa y tiene la solución a su problema.
Es el amor que siempre soñamos, perfecto, eterno, solo lo encontrará en Jesús.
Ríndale su corazón, entréguele su vida y Jesús le dará plenitud.
No pierda más tiempo, busque su presencia cada día y la paz de Dios, se reflejará en su rostro.
Canción: "CRISTO YO TE AMO" Gadiel Espinoza
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La imagen de hoy dice: Cuando crees que todo está perdido, viene Dios
y te dice: No te rindas, Yo estoy contigo...
Bienvenido Espíritu Santo a nuestras vidas toma el control de todo en nuestras vida
Días como hoy me pregunto: ¿Cómo se podría vivir en estos tiempos tan difíciles, si no tuviéramos a Dios? En la soledad, sin nadie a nuestro lado; o teniendo personas alrededor, pero sintiéndonos tan solos...
Si no supiéramos que Jesús está a nuestro lado siempre, estemos conscientes de ello o no, sin la presencia del Espíritu Santo con nosotros y en nosotros; realmente sería imposible soportar la vida tal como es ahora.
¡Hay tantas preguntas sin respuestas! Como por ejemplo: ¿Por qué mueren personas que desean vivir y son tan necesarias para su familia? O ¿Por qué los que quisieran morir siguen viviendo?
¿Por qué personas que han brindado amor toda su vida están solas? o ¿Por qué gente mala y egoísta está rodeada de su familia?
Realmente, no importan las repuestas, solo Dios las tiene; lo importante es abrirle el corazón a Jesús, para que el habite siempre en él, porque de esa manera su amor nos abraza, nos comprende, nos hace sentir amados; y la soledad se disipa cuando estamos en su presencia.
Además Dios, cuando le entregamos nuestro corazón a Jesús, nos regala una nueva familia en la fe, nuestros hermanos en Cristo, que nos aman y nosotros los amamos a ellos; el Señor los usa para darnos ese amor que tanto necesitamos para subsistir.
Gracias Dios por nuestra familia en la fe, bendícelos, escucha sus oraciones, abrázalos, responde al clamor de sus corazones. Amén.
En el Salmo 139, en la Santa Biblia tiene como título: Omnipresencia y omnisciencia de Dios.
Leamos por un momento y analicemos lo profundo de este pasaje:
139:1 Oh Jehová, tú me has examinado y conocido.
2 . Tú has conocido mi sentarme y mi levantarme; has entendido desde lejos mis pensamientos.
3. Has escudriñado mi andar y mi reposo, y todos mis caminos te son conocidos.
4. Pues aún no está la palabra en mi lengua, Y he aquí, oh Dios, tú la sabes toda"
¿Quién otro que no sea nuestro Dios puede afirmar esto? ¿Quién más nos puede conocer tanto?
La gente nos conoce por lo que hablamos o por nuestra forma de actuar, pero nuestro Padre ve nuestro corazón.
Me emociona pensar que a Dios no hay que explicarle nada, ni porque decimos las cosas, ni aclararle con que intención lo dijimos ¡Cómo nos agota explicarle a la gente que malentiende nuestros dichos, con qué intención dijimos lo que dijimos!
Pero para Dios somos transparentes.
Aún si usted no lo conoce todavía, si todavía no ha tenido un encuentro con Jesús, igualmente Dios sabe todo de usted, porque Él mismo lo formó en el vientre de su madre.
Jesús sabe todo de usted y aún le ama.
Puedo asegurarle que no hay nada más hermoso que el amor del Señor, si todavía no le conoce no espere más, dígale: Jesús te necesito, quiero conocerte, te entrego mi corazón. Eso es lo que espera Jesús de usted, solamente que corra a sus brazos para poder darle su amor, su abrazo de bienvenida a su camino.
Si usted necesita amor, si desea sentirse amado, si siente un vacío en su interior, que no logra llenarlo con nada, no espere más, hable con Dios, Él nunca rechaza a los que le buscan. La presencia de Jesús en nuestro ser, es más dulce de lo que usted puede imaginar o soñar, porque su amor es perfecto, le hará sentir la plenitud que tanto necesita. No busque una religión, no ponga sus ojos en el hombre, porque falla igual que usted, busque a Jesús, quién murió en la cruz para salvarle y resucitó al tercer día como prometió y esta ahí muy cerca suyo, esperando respetuosamente, sin invadirlo, que le entregue su corazón.
Jesús está mucho más cerca suyo de lo que pueda imaginar, a una oración de distancia. HABLE CON JESÚS.
