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La imagen de hoy dice:
Tus palabras dicen lo que pretendes ser;
más tus acciones dicen lo que realmente eres.
más tus acciones dicen lo que realmente eres.
"No todo lo que reluce es oro” es un adagio popular que invita a desconfiar de las apariencias y en su lugar, valorar la sustancia de las personas y el mundo que nos rodea.
El refrán utiliza la imagen del oro como metáfora del bien o de lo bueno, ya que es considerado un metal precioso y valioso al que se le atribuye, entre muchas otras cualidades, la cualidad del brillo.
De acuerdo con el refrán, lo bueno como cualidad no se encuentra en el aspecto exterior, sino en la naturaleza de las cosas o en la sustancia de las personas.
Es por eso que el dicho invita a tener una actitud atenta y vigilante, que sea capaz de percibir aquello que se esconde detrás de las apariencias.
En la Biblia, la Palabra de Dios, también de acuerdo a este pensamiento; el Señor dice en 1 Samuel 16:7, en la versión LBLA: "Pero el Señor dijo a Samuel: No mires a su apariencia, ni a lo alto de su estatura, porque lo he desechado; pues Dios no ve como el hombre ve, pues el hombre mira la apariencia exterior, pero el Señor mira el corazón".
¿Qué podemos esconder delante de Dios? Él todo lo sabe y todo lo ve. ¿Podremos engañar al Señor Todopoderoso y Omnisciente?
Me gustó la imagen de hoy y me hizo pensar en varias cosas; repito el texto de la imagen: Tus palabras dicen lo que pretendes ser; más tus acciones dicen lo que realmente eres.
¡Qué claro está! Pensaba; uno puede enseñarle a sus hijos como quiere que sean, lo que está bien y lo que está mal; los hijos prestan mucha atención; pero luego cuando miran vivir a sus padres, piensan: ¿Pero como? Está haciendo lo que me dijo que no haga… Eso decepciona a los hijos y les quita autoridad a sus padres para corregirlo. ¿Qué le pueden contestar? ¿Haz lo que yo digo y no lo que yo hago?
Es tan fácil creer en las personas por como las vemos; pero el Único que sabe realmente como somos es Dios.
Pensaba también en el texto de la imagen; cuando alguien se presenta a un trabajo y expone su curriculum y explica su experiencia, como se va a conducir en el trabajo; esas son palabras… pero ¿Y los hechos? Cuando comienza a trabajar, sus acciones dicen lo que realmente es.
Para el Señor somos transparentes; ni habría que tratar de explicarle por qué actuamos de determinada manera; porque Dios conoce hasta las intenciones del corazón; no hay posibilidad de decirle: No me di cuenta… perdón.
Aunque ante la sinceridad, al decirle: Padre, me equivoqué, hice las cosas mal, me arrepiento, perdoname; la gran misericordia de Dios, siempre le ofrece su perdón, por medio del sacrificio de Jesucristo en la cruz por nosotros.
La Biblia, la Hermosa y clara Palabra de Dios, por medio del Espíritu Santo; nos da la posibilidad de hacer las cosas como Dios espera que las hagamos; nos frena… si se lo permitimos; antes de avanzar y hacerle mal a otras personas o pecar.
Gracias Jesús, por haber enviado al Espíritu Santo luego de resucitar. ¿Qué sería de nuestra vida sin la guía y la protección del Espíritu de Dios?
Dice en Juan 16:13: "Cuando venga el Espíritu de la verdad, él los guiará a toda verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que dirá todo lo que oiga, y les hará saber las cosas que van a suceder". (DHH)
Ya vino, está con nosotros gracias a Dios; préstele mucha atención; ore antes de tomar decisiones; aún me atrevo a decir: antes de hablar consúltelo; porque las palabras son como armas; una vez que dispara, hiere y ya no hay vuelta atrás.
Muéstrese como realmente es; sea humilde delante de Dios y de las personas; no necesita tratar de agradar a todo el mundo; porque eso es imposible; ni siquiera nuestro Señor Jesús pudo lograrlo cuando estuvo en la tierra.
Viva para agradar a Dios; entréguele su corazón y pídale al Espíritu Santo que lo purifique y lo santifique; que lo ayude a sentir asco por la hipocresía y a negarse a mostrarse como no es; tarde o temprano… “por sus frutos lo conocerán”.
El refrán utiliza la imagen del oro como metáfora del bien o de lo bueno, ya que es considerado un metal precioso y valioso al que se le atribuye, entre muchas otras cualidades, la cualidad del brillo.
De acuerdo con el refrán, lo bueno como cualidad no se encuentra en el aspecto exterior, sino en la naturaleza de las cosas o en la sustancia de las personas.
Es por eso que el dicho invita a tener una actitud atenta y vigilante, que sea capaz de percibir aquello que se esconde detrás de las apariencias.
En la Biblia, la Palabra de Dios, también de acuerdo a este pensamiento; el Señor dice en 1 Samuel 16:7, en la versión LBLA: "Pero el Señor dijo a Samuel: No mires a su apariencia, ni a lo alto de su estatura, porque lo he desechado; pues Dios no ve como el hombre ve, pues el hombre mira la apariencia exterior, pero el Señor mira el corazón".
¿Qué podemos esconder delante de Dios? Él todo lo sabe y todo lo ve. ¿Podremos engañar al Señor Todopoderoso y Omnisciente?
Me gustó la imagen de hoy y me hizo pensar en varias cosas; repito el texto de la imagen: Tus palabras dicen lo que pretendes ser; más tus acciones dicen lo que realmente eres.
¡Qué claro está! Pensaba; uno puede enseñarle a sus hijos como quiere que sean, lo que está bien y lo que está mal; los hijos prestan mucha atención; pero luego cuando miran vivir a sus padres, piensan: ¿Pero como? Está haciendo lo que me dijo que no haga… Eso decepciona a los hijos y les quita autoridad a sus padres para corregirlo. ¿Qué le pueden contestar? ¿Haz lo que yo digo y no lo que yo hago?
Es tan fácil creer en las personas por como las vemos; pero el Único que sabe realmente como somos es Dios.
Pensaba también en el texto de la imagen; cuando alguien se presenta a un trabajo y expone su curriculum y explica su experiencia, como se va a conducir en el trabajo; esas son palabras… pero ¿Y los hechos? Cuando comienza a trabajar, sus acciones dicen lo que realmente es.
Para el Señor somos transparentes; ni habría que tratar de explicarle por qué actuamos de determinada manera; porque Dios conoce hasta las intenciones del corazón; no hay posibilidad de decirle: No me di cuenta… perdón.
Aunque ante la sinceridad, al decirle: Padre, me equivoqué, hice las cosas mal, me arrepiento, perdoname; la gran misericordia de Dios, siempre le ofrece su perdón, por medio del sacrificio de Jesucristo en la cruz por nosotros.
La Biblia, la Hermosa y clara Palabra de Dios, por medio del Espíritu Santo; nos da la posibilidad de hacer las cosas como Dios espera que las hagamos; nos frena… si se lo permitimos; antes de avanzar y hacerle mal a otras personas o pecar.
Gracias Jesús, por haber enviado al Espíritu Santo luego de resucitar. ¿Qué sería de nuestra vida sin la guía y la protección del Espíritu de Dios?
Dice en Juan 16:13: "Cuando venga el Espíritu de la verdad, él los guiará a toda verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que dirá todo lo que oiga, y les hará saber las cosas que van a suceder". (DHH)
Ya vino, está con nosotros gracias a Dios; préstele mucha atención; ore antes de tomar decisiones; aún me atrevo a decir: antes de hablar consúltelo; porque las palabras son como armas; una vez que dispara, hiere y ya no hay vuelta atrás.
Muéstrese como realmente es; sea humilde delante de Dios y de las personas; no necesita tratar de agradar a todo el mundo; porque eso es imposible; ni siquiera nuestro Señor Jesús pudo lograrlo cuando estuvo en la tierra.
Viva para agradar a Dios; entréguele su corazón y pídale al Espíritu Santo que lo purifique y lo santifique; que lo ayude a sentir asco por la hipocresía y a negarse a mostrarse como no es; tarde o temprano… “por sus frutos lo conocerán”.
Los reconocerán por sus acciones
"Guardaos de los falsos profetas,
que vienen a vosotros con vestidos de ovejas,
pero por dentro son lobos rapaces.
Por sus frutos los conoceréis.
¿Acaso se recogen uvas de los espinos,
o higos de los abrojos?
Así, todo buen árbol da buenos frutos,
pero el árbol malo da frutos malos.
No puede el buen árbol dar malos frutos,
ni el árbol malo dar frutos buenos.
Todo árbol que no da buen fruto,
es cortado y echado en el fuego.
Así que, por sus frutos los conoceréis".
Mateo 7:15-20
"Guardaos de los falsos profetas,
que vienen a vosotros con vestidos de ovejas,
pero por dentro son lobos rapaces.
Por sus frutos los conoceréis.
¿Acaso se recogen uvas de los espinos,
o higos de los abrojos?
Así, todo buen árbol da buenos frutos,
pero el árbol malo da frutos malos.
No puede el buen árbol dar malos frutos,
ni el árbol malo dar frutos buenos.
Todo árbol que no da buen fruto,
es cortado y echado en el fuego.
Así que, por sus frutos los conoceréis".
Mateo 7:15-20
Dios lo bendiga
Susana Goglián
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ES DE MUCHA BENDICIÓN PARA MÍ LEER SUS MENSAJES. BENDICIONES. Osana Goglián