Devocional Diario. Reflexiones para vos: "YA NO LE DOLERÁ"

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La imagen de hoy dice:

Deja que

JESÚS

Convierta tu herida, en una cicatriz,

la podrás ver pero

NO TE DOLERÁ

Hoy el Señor me habló, me dijo justo las palabras que necesitaba recordar.

"Yo soy tu Pastor". Y me recordó todo el Salmo 23; vamos a leerlo juntos; quizás usted también hoy esté necesitando recordarlo; es la mejor noticia que podemos recibir en este día. Está en la versión Dios habla hoy.

Salmos 23:1- 6: "El Señor es mi pastor" Salmo de David.

"El Señor es mi pastor; nada me falta.

En verdes praderas me hace descansar, a las aguas tranquilas me conduce, me da nuevas fuerzas y me lleva por caminos rectos, haciendo honor a su nombre.

Aunque pase por el más oscuro de los valles, no temeré peligro alguno, porque tú, Señor, estás conmigo; tu vara y tu bastón me inspiran confianza.

Me has preparado un banquete ante los ojos de mis enemigos; has vertido perfume en mi cabeza, y has llenado mi copa a rebosar.

Tu bondad y tu amor me acompañan a lo largo de mis días, y en tu casa, oh Señor, por siempre viviré"

No sé a usted, pero a mí recordarlo, me dio mucha paz y alegría; era justo lo que necesitaba para recobrar la paz y dejar el afán, por querer tomar decisiones ya.

Volver a pensar que Dios es la Persona que más lo conoce en la vida; que ve su corazón; que conoce sus pensamientos; con Él no hay peligro de malos entendidos.

¡Es tan Inmenso y Eterno el Amor de Dios por nosotros! ¿Qué más podemos necesitar? Realmente, yo no necesito nada más.

¿Quién no habrá recibido heridas en la vida? Sería un privilegiado; pero como está la vida actualmente; hasta los niños pequeños, reciben heridas de las personas en las que más confía: sus padres, tíos, abuelos… Es tan triste; porque cuando pierde la confianza en las personas en las que más confiaba para ir a contarles lo que le sucedía ¿A quién ir? Aunque esté rodeado de personas; les resulta imposible volver a confiar.

El principio de Salmos 23; lo dice todo: "El Señor es mi pastor; nada me falta”.

Y así es cuando comienza a tener una relación de amor y de confianza con Jesús; cuando lo invita a su corazón, le pide perdón por sus pecados, y perdona a todos los que han sido injustos con usted.

Es entonces que Jesús, lo perdona, lo lava con la Sangre que derramó en la cruz, con ese fin “lavarlo y limpiarlo de toda su maldad”; dándole una nueva oportunidad, de borrar su pasado y darle una vida abundante junto a Él; caminando de su mano todo el resto de su vida.

Todo cambia drásticamente cuando ocurre eso; ya nada es igual; como perdonó, esas heridas que le hicieron, se convierten en cicatrices, que si bien las ve; ya no le producen dolor. Quizás le sea útil verlas, para no volver a caer en los mismos errores, que en algún momento lo agarraron desprevenido; pero ahora las ve y piensa: No gracias, no quiero volver a pasar por lo mismo nunca más.

Dice en la Palabra de Dios, la Biblia, en Salmos 147:3: "Él sana a los quebrantados de corazón, Y venda sus heridas".

Romanos 12:12: "Vivan alegres por la esperanza que tienen; soporten con valor los sufrimientos; no dejen nunca de orar".

Eso es lo que lo va a mantener en pie a pesar de todo lo que pase, su relación de Amor mutuo con Jesús; esos momentos diarios de oración en intimidad; sin gritos, en lo secreto; donde Dios escucha hasta sus pensamientos mientras ora; y lo cubre con su Amor, su comprensión y lo inunda de Paz.

Proverbios 17:22, dice: "El corazón alegre hace bien como una buena medicina, pero el espíritu triste seca los huesos".

Hoy Dios quiere cicatrizar sus heridas; para que ya no le duelan; porque si se queda en esa etapa del sufrimiento y la tristeza; se perderá de disfrutar de todas las bendiciones que el Señor está preparando para usted; no impida que le lleguen, por negarse a perdonar en el Nombre de Jesús.

Piense que Jesús en la cruz, sufrió mucho más que usted y le dejó un gran ejemplo; ahí colgado dijo: “Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen”

¿Realmente podemos pensar que no sabían lo que hacían? Pero Jesús decidió perdonar, para dejarnos ejemplo; de que la única manera de recobrar su propia paz y la sonrisa; es perdonando a los que le hicieron mal, aunque no se lo merezcan. No permita que lo que sufrió, le haga perder las bendiciones de Dios, por no perdonar, por Jesús y por usted.

Mateo 6:14-15, explica: "Porque si perdonan a otros sus ofensas, también los perdonará a ustedes su Padre celestial. Pero si no perdonan a otros sus ofensas, tampoco su Padre perdonará a ustedes las suyas".

Realmente nos conviene perdonar ¿verdad?

DECÍDASE HOY A PERDONAR

Y COMIENCE UNA NUEVA VIDA EN VICTORIA

EN EL NOMBRE DE JESÚS

"Ya que Dios nos ama como Padre,

quiere perdonar nuestros pecados

y restaurar nuestra relación con él.

Así como Dios nos exige

que amemos a nuestro vecino,

también debemos perdonarlo".

Colosenses 3:12-15