En Buenos Aires hoy sufrimos un corte de luz de 24 hs, en otras zonas mucho más, con días fríos ya que estamos en invierno.
Es muy desagradable no poder usar estufas, ni heladeras, ni ver TV, no poder trabajar con computadoras, o negocios que dependen de la luz para poder desarrollar sus actividades y tuvieron que cerrar.
Otro grave problema es que tampoco obviamente funcionan los ascensores y muchos se quedaron sin agua también.
Esta introducción, sobre todo para los que leen las reflexiones desde otros países, es para contarles lo que sentí en medio de este día con corte de energía eléctrica, mientras observaba la estufa y el control remoto de la televisión; dos objetos tan necesarios e imprescindibles en la vida cotidiana, sobre todo el primero, en invierno; y tan inútiles en medio de cortes de luz, cuando es imposible usarlos, porque por sí mismos nada pueden hacer, necesitan únicamente de la electricidad para poder ser útiles.
Con nosotros, los hijos de Dios sucede lo mismo. La Biblia en Juan 15:5 dice:"Yo soy la vid, ustedes los pámpanos; el que permanece en Mí y Yo en él, ése da mucho fruto, porque separados de Mí nada pueden hacer".
Realmente los seres humanos, por lo general, se sienten tan auto suficientes, tan seguros de sí mismos, creen que pueden llevarse el mundo por delante, que no necesitan de nadie. Pero cuando uno vuelve en sí, tiene que reconocer que si no fuera por la presencia de Dios en nuestras vidas, por su sabiduría, por las fuerzas que el Señor nos da cada día; si no fuera por su perdón, por sus dones en nosotros, sin la inspiración del Espíritu Santo para crear, seríamos artefactos inútiles desconectados de la fuente de energía para nuestras vidas, que es solamente Dios.
Humildemente debemos volver a depender de Él, todo lo bueno que "parece" emanar de nosotros, proviene de nuestra relación con Jesús, es en vano el esfuerzo de querer hacer las cosas, sin Dios, porque no causaría el mismo efecto, ni en nuestro trabajo, ni en nuestro servicio en la obra de Dios, ni con nuestra familia.
Sobre todo los familiares son los primeros que notan si estamos teniendo nuestros momentos diarios de oración privada, por nuestras reacciones, nuestras respuestas.
Ese brillo que parecemos tener como si fuera propiedad nuestra, solo Jesús puede darlo.
En Éxodo 34:29 dice: "Y aconteció que descendiendo Moisés del monte Sinaí con las dos tablas del testimonio en su mano, al descender del monte, no sabía Moisés que la piel de su rostro resplandecía, después que hubo hablado con Dios".
Después de su encuentro con Dios, la cara de Moisés brillaba tanto que la gente tenía miedo. Entonces, entonces Moisés tuvo que usar un velo sobre su cara.
Pero el único mérito de Moisés, fue que decidió conectarse con la presencia de Dios, hablar y escucharlo a Él.
Sin Dios nada podemos hacer. No deje de orar por falta de tiempo, va a notar la diferencia en su día, si pone en primer lugar a Dios.
Jesús Adrián Romero expresa mucho mejor lo que estoy tratando de transmitirle, escuche esta canción:
"QUE SERÍA DE MI"
Dios los bendiga
Susana Goglián
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ES DE MUCHA BENDICIÓN PARA MÍ LEER SUS MENSAJES. BENDICIONES. Osana Goglián