La Palabra de Dios, La Biblia dice en Apocalipsis 3:20
"He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo"
Hoy Jesús está golpeando la puerta de su corazón, esa es la única puerta que solo usted puede abrir. Ni Dios puede, si usted no se lo permite.
Cuando golpean a su puerta, usted tiene la libertad de gritar: Pase. O abrir la puerta o no hacerlo; con su corazón sucede lo mismo. Jesús muy respetuosamente, vez tras vez, se acerca a su corazón y llama. ¿Cómo responde a ese llamado? ¿"Vuelve más tarde estoy muy ocupado para pensar en vos"?
Es curioso, porque si lo pensamos, nadie tiene la vida comprada, no sabemos cuanto tiempo estaremos en la tierra y por eso urge tomar una decisión para toda la eternidad.
¿Quiere recibir la salvación que Jesús consiguió entregando su vida, por su sacrificio y por su sangre derramada en la cruz del calvario? ¿O piensa que eso es para los débiles y personas con poca inteligencia?
Jesús el hijo de Dios, le da una oportunidad de ser salvo, quiere perdonar todos sus pecados ¿Sabe por qué? Porque esos pecados son los que lo separan de Dios, mientras no se arrepienta, no tiene oportunidad de esperar que Dios le escuche y lo ayude, aunque lo ama, porque Dios no puede convivir con el pecado.
Precisamente eso ocurrió cuando Jesús estaba colgado en la cruz, cargando con los pecados del mundo, sus pecados y los míos; en ese momento Dios por un momento perdió la comunión con su amado hijo, tuvo que morir, derramar su sangre, sufrir en nuestro lugar, para que Dios perdonara todos nuestros pecados, Él se puso en el lugar que nos correspondía a nosotros.
La Biblia dice en Juan 1:12: "Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios"
Observe que fácil es para nosotros, solamente recibiendo a Jesús en nuestro corazón, creyendo que murió en la cruz para salvarnos, arrepintiéndonos de nuestros pecados, Dios nos da el derecho de ser sus hijos y ya no solo su creación, como eramos antes.
En cambio para Jesús no fue fácil, Él sufrió, entregó su vida por amor.
Hoy está golpeando a la puerta de su corazón. Recuerde lo que significa, fueron días de tanto sufrimiento para Jesús, regocíjese porque Cristo ya no está en la cruz, venció a la muerte, resucitó y quiere vivir en su corazón.
¿Escucha golpear en la puerta de su corazón? Es Jesús, ábrale, Él le ama.
Dios le bendiga
Susana Goglián
"VEN, VEN JESÚS" Jesús del Cid
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ES DE MUCHA BENDICIÓN PARA MÍ LEER SUS MENSAJES. BENDICIONES. Osana Goglián