viernes, 21 de julio de 2017

“¿DECEPCIONADO DE LA GENTE?”


La imagen de hoy dice:  No culpes a la gente por decepcionarte
Acepta que esperabas demasiado de ellos.

Una mujer se expresaba así: "Estoy desilusionada de la vida, nada me salió bien por más que me esforcé. Toda mi vida se convirtió en una gran desilusión. Miro a mi alrededor y reconozco que toda la gente que me rodea me decepciona de alguna manera, no puedo confiar en nadie.  
La gente a la que respetaba y admiraba, también me desilusionó, no me defendieron cuando debían haberlo hecho. Los perdoné, pero esta desilusión me hace sentir muy sola.
Las personas que me rodean, hablan y actúan de manera diferente  a las convicciones que decían tener. Las personas que amaba, de una u otra manera me abandonaron. 
Ya no me quedan muchas fuerzas, estoy muy triste. 
Siento que comencé a ver la vida desde afuera y no me gusta lo que veo, no me siento identificada con nadie"

¿Qué decirle a esta persona verdad? Lo único que pude aconsejarle, fue lo que dice Dios en su Palabra: "Levantaré los ojos a los montes, de dónde vendrá mi socorro, mi socorro viene de Dios que hizo los cielos y la tierra" Salmos 121:1.
Le dije que solo en Jesús  puede confiar completamente, porque Él nunca la va a dejar, ni la va a desamparar. 
Dios no decepciona. Debemos saber que Dios cumple lo que promete. 
Le aconsejé que perdone a todos los que la desilusionaron, que renuncie al resentimiento y al rencor, en el nombre de Jesús,  para que su corazón esté en paz.
En momentos de tanta tristeza y debilidad, tenemos que buscar la presencia de Dios más que nunca, solamente el Señor puede fortalecernos, recordarnos las bendiciones que recibimos en el pasado, aquellas cosas que parecían imposibles y Dios permitió que ocurrieran sobrenaturalmente, debemos recordarlas; para creer que pueden ocurrir en el presente.
Jesús nos quita la venda que nos ciega y comenzamos a recobrar la visión para ver lo que Dios ve en nuestra vida. 
Poner nuestra confianza en Jesús, es lo único que puede sostenernos en momentos de tristeza, soledad y desilusión. 
No tema, espere en Jesús, Él todavía no terminó de trabajar en su vida. 
No deje de orar y buscar su presencia cada día, de la misma manera que no puede dejar de respirar, porque de lo contrario moriría. 
No se distraiga, las distracciones lo desconectan de Dios y después cuesta mucho volver a ese estado de dependencia que tanto lo bendecía, cuando estaba rodeado con lazos de amor con Jesús.
Todo es más fácil cuando el Señor es el centro de nuestra vida. 
No importa lo que le hayan hecho, lo único importante es que esté unido cada vez más al Jesús y que camine con sus  ojos:  "puestos en Jesús, el autor y consumador de la fe. Hebreos 12:2; porque Él siempre irá adelante, nunca atrás, nunca en el pasado, ni en los recuerdos dolorosos.
Camine de la mano de Jesús y encontrará la libertad y el gozo volverá a su corazón nuevamente. Los cielos se volverán a abrir sobre su vida.
Leí una frase que decía una gran verdad: "Si no espera siempre lo bueno, el mal no le afectará tanto".
Y recuerde que Dios es el mejor juez y que todo lo ve; Dios lo defenderá siempre, no lo dude, porque Jesús escudriña los corazones y nada se le escapa. Jesús escudriña los corazones. 

Dios le bendiga
Susana Goglián
"SOLO TU ERES SANTO" 



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ES DE MUCHA BENDICIÓN PARA MÍ LEER SUS MENSAJES. BENDICIONES. Osana Goglián

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