La Declaración de Independencia de la Argentina fue una decisión tomada el martes 9 de julio de 1816 por el Congreso de Tucumán; por la cual declaró la formal ruptura de los vínculos de dependencia política de las Provincias Unidas del Río de la Plata con la monarquía española. La declaración fue realizada en la Casa de Tucumán, ubicada en la ciudad de San Miguel de Tucumán, donde sesionaba la asamblea.
Diez días más tarde, el mismo Congreso renunció también a toda otra dominación extranjera. El acto forma parte del movimiento de independencia hispanoamericana del Imperio Español.
Pero hoy pensaba que si bien toda la Argentina celebra "El día de la independencia", hay otro día más importante de Independencia, que todavía no lo celebra de corazón toda la Argentina y todo el mundo.
Es el día que marcó la independencia del poder de las tinieblas, para todos los que crean que Jesús murió y resucitó como lo había prometido, para darnos vida eterna y librarnos de la dominación de Satanás; la sangre que Jesucristo derramó en la cruz, nos limpió de todo pecado y nos hizo "LIBRES", Independientes del poder del diablo para siempre.
La Palabra de Dios dice en Juan 11:25: "Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá".
Jesús lo prometió y como no podía ser de otra manera lo cumplió.
Dice en Juan 1:12: "Pero a quienes lo recibieron y creyeron en él, les concedió el privilegio de llegar a ser hijos de Dios".
¿Qué sería recibirlo? Es abrirle el corazón y reconocer que Jesús murió en la cruz por mí y que resucitó regalándome gratuitamente por amor, la salvación y la vida eterna.
¡No existe mayor libertad e independencia que esa! La independencia de la Argentina será válida para cada uno de nosotros, mientras estemos con vida; pero cuando el día de partir llegue, como va a ocurrir en algún momento inevitablemente; la única libertad que será eterna, es recibiendo a Jesús en nuestros corazones; para saber que estaremos con Él para siempre; en un lugar maravilloso, donde ya no habrá llanto, ni dolor, ni oscuridad. Apocalipsis 1:14 dice: "Secará todas las lágrimas de ellos, y ya no habrá muerte, ni llanto, ni lamento, ni dolor; porque todo lo que antes existía ha dejado de existir" (DHH)
Ruego a Dios, que el Espíritu Santo despierte el espíritu de los habitantes, no solo de la Argentina, sino de todo el mundo, para recordar siempre la independencia que recibió del poder de las tinieblas por medio de Jesús, que resucitó al tercer día y quiere habitar en cada corazón, para brindarle todo el amor que jamás imaginó que podía recibir eternamente.
Dios le bendiga
Susana Goglián
"RESUCITÓ"
Nadia Quintanilla
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ES DE MUCHA BENDICIÓN PARA MÍ LEER SUS MENSAJES. BENDICIONES. Osana Goglián