Devocional Diario. Reflexiones para vos: "¿QUÉ ESTÁ SEMBRANDO?"

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La imagen de hoy dice:

Entre subidas y bajadas
la vida nos pone a prueba,
pero siempre nos tiene
nuevos capítulos
para escribir, sentir
y disfrutar.

Hay un concepto en la Biblia, de que todo lo que el hombre siembra lo cosecha. Todo en nuestra vida, sea bueno o malo, producirá un resultado acorde a las semillas que hemos sembrado.

Dios así lo estableció durante la creación y todo el universo está sometido al cumplimiento de estas leyes.

Por eso es bueno hoy detenernos y preguntarnos: ¿Qué estoy sembrando en mi vida? Porque eso mismo es lo que cosechará; llegará el tiempo de los frutos de esa siembra; es inevitable que suceda.

En la vida se escucha decir la frase: "todo vuelve" y justamente es eso lo que ocurre; cuando comienzan a llegar los frutos de lo que hicimos en la vida; nos sorprendemos, porque ya lo olvidamos muchas veces; pero Dios no lo olvida; es como que todo lo que sembramos en la tierra, quedara sembrado también en el cielo.

Gálatas 6:7-8, dice: “No se engañen: de Dios nadie se burla. Cada uno cosecha lo que siembra. El que siembra para agradar a su naturaleza pecaminosa, de esa misma naturaleza cosechará destrucción; el que siembra para agradar al Espíritu, del Espíritu cosechará vida eterna.”

Por eso es tan importante antes de actuar, detenernos y pensar: ¿Está bien lo que estoy haciendo? Y si ve que no lo es, detenerse; no continuar; porque si lo hace; un día los frutos de esos hechos aparecerán en su vida y se preguntará: ¿Por qué? Es la ley de la siembra y la cosecha, establecido por Dios.

Lo maravilloso es que Dios, al hombre le dio el poder para decidir; leamos la Biblia, la Palabra de Dios, en 2 Timoteo 1:7: "Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio".

¡Qué importante es que Dios nos haya dado dominio propio y poder para decidir obrar bien!

De esa manera, nadie anda desprotegido en la vida; sin opción para decidir su presente y su futuro; si Jesús habita en su corazón.

¿Alguna vez lo invitó a su corazón a Jesús? Sepa que Él aceptó su invitación y habita en él; si le pidió perdón por sus pecados, Él lo perdonó y lo lavó con su Sangre Preciosa; la que derramó en la cruz por usted; pero no es suficiente haberlo hecho una vez y luego seguir caminando por la vida, como usted quiera; sin detenerse y pensar: ¿Qué haría Jesús en mi lugar en este caso?

En cambio, los frutos del Espíritu; son esos que cosecha habiendo sembrado a lo largo de su vida; o después que Jesús lo perdonó y empezó una nueva manera de conducirse en la vida; leamos Gálatas 5:22-23: “En cambio, el fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, humildad y dominio propio. No hay ley que condene estas cosas.”

Si observa; se va a dar cuenta de que Jesús sembró todas esas semillas mientras caminó en la tierra; fue nuestro ejemplo a seguir; no podemos decir: No sé lo que tengo que hacer; Jesús luego, cosechó esos frutos en el cielo.

Dios nos creó; y a la Biblia, la llaman en Manual del Fabricante; quiere decir que al igual que cuando compra un artefacto o un mueble desarmado; lee el manual que le indica como armarlo; así Dios nos dejó su Bendita Palabra; la Biblia, para consultar cuando tenemos dudas de que hacer y qué no hacer, según la Voluntad de Dios.

Lo ideal es leerla todos los días, para recordarla, en esos momentos imprevistos, en los que no sabemos cómo actuar; porque lo que leyó; el Espíritu Santo lo traerá a su mente, en el momento necesario.

¡Qué diferente hubiera sido nuestra vida, si desde pequeños la hubiéramos conocido! ¡Cuántos errores menos, cuantos frutos malos menos hubiéramos cosechado!

2 Corintios 9:6-11: "Pero esto digo: El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará".

Si no le gusta lo que está cosechando; es tiempo de encontrarse con Jesús; hablar con Él a solas; que eso es precisamente orar y pedirle perdón por su siembra; quizás inconsciente; arrepiéntase de corazón; porque sentir culpa no es bueno, ni suficiente; además de hacerle mal; por eso es necesario arrepentirse de corazón de haber sentido y hecho cosas que estuvieron mal.

Dios en su infinita misericordia; lo perdonará y le dará una nueva oportunidad de continuar bien por la vida; dependiendo de Él; teniendo una relación de Amor mutuo con Jesús; quién enviará al Espíritu Santo a habitar en usted y guiarlo por el buen camino; entonces sí: Entre subidas y bajadas la vida nos pone a prueba, pero siempre nos tiene nuevos capítulos para escribir, sentir y disfrutar; por medio del perdón de Dios.

¡DIOS LO AMA MUCHO!
Agradézcale a Dios por cada vez que no le permitió pecar.
Bendiga a las personas que no permitieron que lo haga.

"Yo iré delante de ti,
derribaré las alturas,
romperé las puertas de bronce
y haré pedazos las barras de hierro.
Yo te entregaré tesoros escondidos,
riquezas guardadas en lugares secretos,
para que sepas que yo soy el Señor,
el Dios de Israel, que te llama por tu nombre".
Isaías 45:2-3