La imagen de hoy dice:
Estad quietos y conoced que yo soy Dios
(Salmo 46:10)
¿A usted le cuesta quedarse quieto? Muchas veces creemos que es imprescindible que estemos todo el tiempo haciendo algo y de esa manera a veces también parece que queremos ayudar a Dios.
Se nos aconseja frecuentemente, hacer lo que podemos, confiando en que Dios hará lo que no podemos hacer. Pero si el Señor demora "demasiado", según nuestro criterio, nuevamente nos sentimos obligados a actuar.
En la Palabra de Dios en el Salmo 46:10 dice el Señor: "Estad quietos, y conoced que yo soy Dios..."
Dios no necesita de nuestra ayuda, si hace una pausa, sabe bien por que la está haciendo.
En un momento, mientras pasaba una prueba difícil en la familia; orando, sentí que Dios me decía: "Correte, dejame actuar a mí. Yo voy a darle la salida, tiene que aprender a depender solo de mí" Entendí que era el Señor el que me hablaba.
Pero pasaban los días y el problema empeoraba; sentí una gran impotencia porque no tenía la forma de ayudar a mi familiar aunque quisiera y el Señor me volvió a decir: "Correte, yo la voy a guiar directamente a ella para salir de esta situación"
Es muy difícil no hacer nada cuando necesitan ayuda nuestros seres queridos; por eso hablé con mi líder y me dijo lo mismo; dejala tiene que aprender a depender de Dios y valerse por sí misma.
Enseguida recordé que hace muchos años, mi pastor, me había aconsejado algo parecido y yo no pude lograr obedecerlo; me vi imposibilitada de quedarme con la puerta cerrada ante la necesidad y realmente recuerdo que esa mala decisión y mi desobediencia frente al consejo; ocasionó que viviera una de las peores etapas de mi vida, tanto yo, como mi familia.
Por eso; esta vez decidí obedecer; orando le decía a Dios, en medio de la culpa que quería venir a mi corazón: Señor vos sabes que solo estoy obedeciendo, que a mí me gustaría ayudar y que estoy muy angustiada por no saber lo que está pasando.
¿Le pasó alguna vez algo parecido? Recibir un consejo frente a su problema, algo que le pareció ilógico?
Realmente hoy me di cuenta que ese consejo venía de parte de Dios y que el consejo de mi líder era correcto, bajo la guía del Señor; porque Dios comenzó luego de eso; a obrar de una manera maravillosa en la vida de esta persona; Jesús comenzó a glorificarse "sin mi ayuda".
Quizás si yo hubiera interferido y desobedecido a Dios; esta persona no hubiera recibido ese milagro.
Es difícil; pero recordemos que en la obediencia está la bendición.
No se que situación le esté tocando vivir, pero confíe en Dios, si el le dice que se detenga y confíe, hágalo, Dios nunca se equivoca.
Recuerde esta semana esta Palabra de Dios para usted: "Estad quietos y conoced que yo soy Dios" Salmos 46:10.
Dios le bendiga
Susana Goglián
"TUS CARGAS ÉL LAS LLEVARÁ"
Danny Berrios
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