"Nadie piensa en mí", "Nadie se acuerda de lo que me está pasando", "Nadie me escucha cuando hablo". ¿Le resultan familiares estas frases?
Quizás en cambio, usted siempre está pendiente de lo que necesitan los demás, pero cuando necesita algo usted, mira a su alrededor y no hay nadie ¿Es así?
En realidad en la vida, suelen suceder esas cosas; pero si usted esta solo, o se siente solo aunque a su alrededor hay muchas personas; hay alguien que siempre piensa en usted; está pendiente de lo que le pasa y está con su oído atento a sus palabras... siempre.
Su mano está extendida hacia usted en todo momento; tan solo espera que usted extienda su mano; se tome de la suya y comience a hablar con Él, porque siempre tiene tiempo para escucharlo; sí, como ya se estará imaginando, esa persona es Jesús.
Una vez que le entrega su corazón y comienza a seguirlo; su vida es transformada de tal manera; que despertar y saber que está con usted, se convierte en una delicia.
Abre sus ojos y habla con Él, le entrega el control de todo lo que tiene que hacer cada día; le pide que su Espíritu Santo lo guíe y lo acompañe todo el día, hasta que vuelva al final de cada día a dormir, abrazado de Jesús.
¿Se da cuenta? No estará solo nunca más; no hay Amor tan fiel, ni tan incondicional como el de Jesús.
Es imposible desconfiar de Él, porque es Santo, fiel y lo ama tal cual usted es hoy; no espera, como las personas; que usted sea perfecto para amarlo y para aceptar su compañía; no, el Señor lo ama tanto, que lo ve perfecto, así como Dios lo creó, porque por la sangre de Jesucristo, derramada en la cruz del calvario; usted fue lavado, perdonado y purificado; santificado para Él.
¿No le parece increíble, conociendo todas las condiciones que pone el ser humano para amarlo? Pero es real, la Palabra de Dios dice en Oseas 2: 14, 16: "Yo la voy a enamorar: la llevaré al desierto y le hablaré al corazón. Entonces me llamará “Marido mío”, en vez de llamarme “Baal mío”. Yo, el Señor, lo afirmo".
Jesús lo ama mucho y si usted lo recibe en su corazón y cultiva una relación de intimidad y santidad con Él; no necesitará nada más. El Señor se convertirá en el Centro de su vida y su Amado para siempre.
Usted tiene quien lo escuche; quien se interese por usted y le ame incondicionalmente; quién está pendiente de todo lo que le ocurre y su nombre es Jesús.
Twitter: @susanagoglian Si desea encontrar un lugar donde congregarse, donde la presencia de Dios se va a hacer tan real en su vida como el aire que respira cada día, envíeme un mail a: huellaseternas@hotmail.com Según cuál sea su localidad, le estaré enviando una dirección Bendiciones Susana Goglián
En esos momentos donde pasa por tormentas en su vida; cuando siente peligro a su alrededor; cuando se siente solo en medio de tanta adversidad; no se encierre en un círculo vicioso; mire hacia el cielo, es la manera de romper ese círculo y acudir al que puede socorrerlo y guiarlo.
Jesús es paz en medio de la tormenta; si nunca lo experimentó, es tiempo de probarlo.
Dice la Palabra de Dios: "El Señor da fuerza a su pueblo; el Señor bendice a su pueblo con paz". Salmos 29:11
No guarde el temor y la angustia dentro suyo; orar es hablar con Dios, a solas en intimidad, hable con el Señor, el siempre está dispuesto a ayudarlo y mostrarle si usted está en algún error; quizás permitió que pasen en su vida y en la de sus seres queridos; cosas que resultaron peligrosas; por no escuchar la voz de Dios.
Cuando decidimos algo que nos parece bueno; pero no escuchamos claramente su voz; finalmente ocurren cosas que usted no esperaba; pero Jesús está con usted; si usted le pide perdón por actuar en sus fuerzas, sin oírlo a Él claramente.
Jesús tiene que ser el centro de nuestras vidas, siempre... sin excepciones; nunca tenemos que estar demasiado ocupados para prestarle atención a Él.
Su Palabra es nuestra guía, no podemos tratarla como si estuviera en segundo lugar, ante otra prioridad; la alabanza y la adoración, tienen un lugar importante y necesario para nosotros, aunque está dedicada a Jesús; a nosotros nos llena de su presencia, nos equipa para las batalla de la vida; con el Señor todo es más fácil; tenemos que reconocer que sin Él no podemos; aunque tengamos ideas geniales, humanamente.
El Espíritu Santo es quien nos guía; no debemos distraernos con cosas secundarias; Jesús en el Centro, siempre y todo va a estar bien.
Oremos y ese círculo vicioso se romperá y usted encontrará su cauce y la tormenta se convertirá en sosiego y la paz volverá a llenar su corazón.
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Twitter: @susanagoglian Si desea encontrar un lugar donde congregarse, donde la presencia de Dios se va a hacer tan real en su vida como el aire que respira cada día, envíeme un mail a: huellaseternas@hotmail.com Según cuál sea su localidad, le estaré enviando una dirección Bendiciones Susana Goglián
¿Sabe que caracteriza a la persona que confía en Dios? La paz. Pero no esa paz que siente cuando todo está bien en su vida, en su familia, en su trabajo, en su salud; no, es la paz que le da la fe de saber que en medio de las dificultades, los problemas, las enfermedades; si ora a Dios; como sabe que el Señor lo ama mucho; más que a su vida, porque la entregó por usted en la cruz del calvario; lo va a escuchar y lo va a sacar de cualquier situación difícil que se le presente.
Hasta me animo a decir: ¡Qué fácil resulta la vida para la persona que se siente amada por Dios! Esa convicción que se siente en el corazón y no solo en la mente.
Puedo comparar esa certeza, imaginando a un niño solo por la calle en medio de la noche; desprotegido; temeroso; con otro pequeño de la mano de su papá; es de noche pero camina seguro porque se siente protegido y amado por él.
Jesús espera que nosotros caminemos de esa manera por la vida; si lo invitamos a nuestro corazón, le pedimos perdón por nuestros errores; y una vez perdonados, lavados con la sangre que derramó en la cruz por nosotros; estamos seguros de que Jesús habita en nuestro corazón; y como prometió a sus discípulos cuando ascendió al cielo resucitado; envió a otro consolador; para que esté con nosotros siempre; es el Espíritu Santo que desea estar a nuestro lado siempre. Pero le pregunto: ¿Usted desea estar acompañado las veinticuatro horas por Él?
Puede contestar ligeramente: Sii, claro!! Pero no es tan fácil; si el camina a su lado y está en usted siempre; debe de saber que el Señor no puede convivir con el pecado.
Será su elección; porque será tentado; eso es inevitable mientras camine en la tierra; pero la fuerte convicción de que quiere agradar a Dios, será suficiente para decirle NO, a lo que no le agrada al Señor. ¿Cómo saberlo? Es muy simple; lea su Palabra, la Biblia, ahí encontrará la respuesta a todas sus dudas y preguntas.
Una vez cuando recién le entregué mi corazón a Jesús, hace treinta y un años; me enseñaron que si tengo dudas de si lo que se me está presentando para hacer es bueno o malo para Dios; solamente me pregunte a mí misma: ¿Jesús lo haría? ¿Lo podría hacer a la luz del día y a la vista de todo el mundo?
Realmente me pareció la receta perfecta para el que quiere agradar a Dios, porque respondiendo a esas preguntas, no le va a quedar ninguna duda de si es bueno o malo.
También habla de no actuar impulsivamente en la vida; si no detenernos y hacernos esas dos preguntas y después decidir y actuar.
Dios es simple; los complicados somos nosotros. Teniendo en nuestras manos la Biblia; y si no tiene una puede en la actualidad ingresar a Google y buscar la Biblia Reina Valera 1960, por ejemplo y ahí encontrará la respuesta a cualquier pregunta.
La Biblia fue escrita por hombres inspirados por Dios; por esa razón es confiable.
Se va a equivocar, solamente si actúa sin razonar primero y sin hablar con Dios; eso es orar.
Por eso amo este versículo de la Biblia de la imagen; Isaías 26:3 que dice:
"Tu guardarás en perfecta paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera porque en ti ha confiado"
Me sorprende comprobar cada año, como la gente pase lo que pase, en la situación económica que se encuentre, sin excepción, se prepara para irse de vacaciones.
Dejan de lado todo, para lograr irse a disfrutar del mar; eso es bueno, pero me llama mucho la atención, que no piensen con el mismo interés en algo que no va a ser solo por quince días, un mes o dos meses, sino por toda la eternidad.
La eternidad según el diccionario significa: duración infinita, espacio de tiempo muy largo; vida del alma humana, después de la muerte.
Algún día tendremos que dejar esta tierra, todos sin excepción, en algún momento vamos a pasar por eso, para ir al lugar dispuesto por Dios y el lugar dependerá de la decisión que hayamos tomado y los preparativos que hayamos hecho, durante nuestra vida terrenal.
O sea que depende de nosotros, donde vamos a pasar toda la eternidad.
¡Qué responsabilidad la nuestra! Llegará el momento en el que no vamos a poder echarle la culpa a nadie de nuestro final, porque de acuerdo a la manera de vivir que elegimos en la tierra, será el lugar de destino.
Muchos dejan para más adelante esa decisión convencidos de que tienen la vida comprada, pero no es así; nadie puede decidir el día de su muerte, porque nuestra vida le pertenece a Dios, es prestada; nosotros solamente debemos cuidarla y administrarla hasta que nos encontremos con Él.
Pero mientras tanto, tenemos tiempo de prepararnos para no llegar a ese día con temor. Pensemos y decidamos ahora; porque el destino de ese viaje es muchísimo más urgente que elegir el destino de nuestras vacaciones; porque esas finalizarán, pero la eternidad es para siempre.
Hablando con Beatriz, una querida hermana, me sorprendí cuando me contó el diálogo que tuvo con su mamá. Le preguntó: ¿Mamá, imagínate que vos te morís hoy, y te encontrás con Jesús y Él te pregunta: ¿Por qué te tendría que dejar entrar al cielo? ¿Vos qué le contestarías? ¡Qué pregunta tan impactante! ¿Verdad? Realmente uno no sabría que contestarle, sobretodo sabiendo que Dios es Omnisciente, Él todo lo sabe, por lo tanto, no podemos esconderle nada de lo que hicimos.
¿Qué excusa podríamos darle? ¿Cómo podríamos engañarlo? ¿Usted que le contestaría?
Beatriz, me siguió contando que la mamá le contestó: Y... porque soy buena, porque no le hago mal a nadie. Buena respuesta, para nosotros, pero para Dios no es suficiente.
La Palabra de Dios, la Biblia, dice: “Cree en el Señor Jesucristo y serás salvo” Hechos 16:31 "Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí". Juan 14:6
Pero hay un versículo que es la clave de la decisión que debemos tomar mientras estamos en la tierra, porque Dios no pide nada sin darnos la provisión para que podamos cumplir. Juan 3:16-17 dice: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que envió a su hijo unigénito, para que todo aquel que en él crea, no se pierda, más tenga vida eterna...” “Porque Dios no envió a su Hijo para condenar al mundo, sino para que sea salvo por él”
Por lo tanto, si aceptamos a Jesús en nuestro corazón, creemos que murió en la cruz para salvarnos y nos arrepentimos de nuestros pecados, somos salvos.
Dios nos ofrece una eternidad maravillosa junto a él para siempre, un futuro glorioso, GRATIS. Gratis para nosotros, porque Jesús lo pagó con su propia vida, el precio fue su sangre. Se puso en el lugar que nos correspondía a nosotros, solamente por amor. ¿Cómo podemos despreciar esta salvación tan grande?
Hacemos tantas cosas en la vida ¿Por qué no obedecer a la Palabra de Dios, que es para nuestro bien?
La Palabra de Dios es verdad y es confiable como ninguna otra cosa en la vida. La llaman “El manual del fabricante”
¿Compró algún electrodoméstico alguna vez? Seguramente sí, habrá comprobado como siguiendo los pasos del manual del producto, escrito por el fabricante, logramos un perfecto funcionamiento.
Dios nos creó y en su Palabra nos guía en los pasos que debemos seguir, para lograr nuestro mejor funcionamiento.
No se olvide un detalle: “Él todo lo sabe”. ¡Qué fácil es en realidad y que difícil lo hace el hombre!
Dios nos dice: “Amado, yo deseo que seas prosperado en todas las cosas y que tengas salud, así como prospera tu alma”. 3 Juan 1:2
Dios quiere el bien para sus hijos, los males llegan al hombre cuando quiere seguir sus propios deseos, sin importarle lo que Dios piense.
En la Biblia podemos encontrar todo lo que nos puede llevar a vivir en paz, armonía, alegría y plenitud.
La eternidad... Puede ser junto a Dios o no; la decisión es nuestra... Yo estoy preparando mis valijas, deseo estar junto a Él para siempre. ¿Y usted que decisión va a tomar ahora mientras tiene tiempo?
JESÚS LE AMA MUCHO MÁS DE LO QUE USTED PUEDE ENTENDER,