La imagen dice: Los milagros le suceden a la gente que los necesita...
los desea ... los alcanza
Los amigos que siguen diariamente mis devocionales, dirán: ¡Otra vez con la pecera! porque ya me referí en dos reflexiones a la pecera que tengo en mi casa, pero así es, me volvió a inspirar mirar mi pecera.
Estaba muy concentrada trabajando con mi netbook, de pronto levante mi mirada y vi la pecera, me pareció hermosa, miraba a los peces nadando de aquí para allá. Pero también me detuve a pensar, que poco me detengo a observarla cuando paso todo el día trabajando. Recordé cuántos años deseé tener peces y no podía lograrlo; era un sueño que había quedado pendiente; ahora que la tengo como ya estoy acostumbrada a que esté ahí, no le doy el valor que le daba antes, cuando la deseaba.
Esto me hizo pensar que muchas veces, nos acostumbramos tanto a las respuestas de Dios, a esas cosas que hace sobrenaturalmente, que no le prestamos la atención que merecen esos hechos sobrenaturales, que son realmente: "milagros".
El ser humano va perdiendo la frescura del comienzo, cuando conoció a Jesús y todo le sorprendía, escuchaba un testimonio de sanidad y las lágrimas corrían por sus ojos.
¿Qué ocurrió? ¿Nos acostumbramos a que Dios haga milagros? Pero no es algo lógico y natural; no podemos darnos el lujo de dejar de sorprendernos y de admirar a Dios cada día más, amarlo y agradecerle cada día por lo que hace en nosotros, en nuestra familia, en nuestro trabajo, en nuestros seres queridos, en nuestro ministerio.
Una vez escuché a Marcos Witt decir que a veces oramos mucho tiempo por algo y cuando Dios lo concede, casi le decimos en lugar de agradecerle: "Bien Dios, pero te tardaste mucho". Como si fuéramos merecedores de todo, como que el Señor nos debiera algo, olvidándonos que todo lo que tenemos es por gracia, por el amor que Jesús nos tiene.
Que Dios nos ayude a sorprendernos como niños cada vez que actúe a nuestro favor o respondiendo a nuestra intercesión por otros.
¿A quién no le gusta ver una sonrisa y escuchar un "gracias" cuando hace algo por otro?
A Jesús también le gusta un corazón agradecido y feliz por lo que Él hizo.
No perdamos el primer amor; Jesús no cambia, somos nosotros los responsables de sentir por Él lo mismo que al principio.
Si perdió ese asombro por el obrar sobrenatural de Dios; pídale al Espíritu Santo que lo renueve, que vuelva a darle ese primer amor por Jesús.
"Jesucristo es el mismo, ayer, hoy y siempre" Hebreos 13:8:
Jesús le ama.
Dios los bendiga
Susana Goglián
"ENAMÓRAME "
Jesús Adrián Romero y Abel Zabala
Lea diariamente estas reflexiones en su celular
ingresando a este link:
Suscríbase haga clic en el siguiente link:
y reciba los devocionales por mail en su correo todos los días
Si desea encontrar un lugar donde congregarse, donde la presencia de Dios
se va a hacer tan real en su vida como el aire que respira cada día, envíeme un mail a:
huellaseternas@hotmail.com
Según cuál sea su localidad, le estaré enviando una dirección
Bendiciones
Susana Goglián
se va a hacer tan real en su vida como el aire que respira cada día, envíeme un mail a:
huellaseternas@hotmail.com
Según cuál sea su localidad, le estaré enviando una dirección
Bendiciones
Susana Goglián
No hay comentarios:
Publicar un comentario
ENVÍE SU COMENTARIO ME LLEGA PRIVADO
ES DE MUCHA BENDICIÓN PARA MÍ LEER SUS MENSAJES. BENDICIONES. Osana Goglián