lunes, 20 de noviembre de 2017

"ABRÁZAME JESÚS"




¡Qué maravilloso es saber que Dios nunca abandona a sus hijos! 
En el mundo todo tiene su tiempo, un principio y un final, pero Dios es infinito, eterno; lo conoce a usted desde que estaba en el vientre de su madre. Jeremías 1:5: "Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué, te di por profeta a las naciones".
Durante el transcurso de nuestra vida, pasamos por muchos momentos de pérdidas muy dolorosas, pero finalmente tenemos que comprender que es la ley de la vida. Pero el amor de Dios,  jamás lo vamos a perder;  salvo que así lo decidamos dándole la espalda y viviendo como si no existiera; pero aún en ese caso Jesús sigue esperando que nos volvamos a Él con amor y mucha paciencia.
¿Quién no necesita un amor incondicional, un abrazo, un oído que con generosidad le escuche y comprenda? ¿Quién no busca a alguien con quién poder transitar confiado por la vida, sin temor de que en algún momento lo pueda traicionar o abandonar?
Un ser humano no puede garantizar  que así será;  pero Jesús sí, porque lo demostró con su sacrificio en la cruz, entregando su vida por amor para que todos los que en Él crean no se pierdan y sean salvos por toda la eternidad. 
Podemos comprobar por su sacrificio en la cruz; que es confiable y además como siempre digo;  solo a Él lo podemos recomendar a todos, porque sabemos que nunca nos fallará,  ni nos dejará mal.
Porque la Biblia dice en Juan 6:37: "Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí; y al que a mí viene, no le echo fuera". (Dice Jesús)
¿Estará preparado hoy para correr a los brazos de Jesús y entregarle todas sus cargas, problemas, enfermedades, soledad, desconsuelo, depresión, necesidad?
Debe saber que Jesús solamente espera su iniciativa;  porque Él jamás lo va a obligar a seguirlo;  es una decisión suya, si no se decide por Jesús, usted se lo pierde; solo el Señor puede hacerlo sentir pleno. 
Si tiene a Jesús en su corazón, tiene todo lo que puede necesitar en la vida, nadie más puede completarlo como lo hace Jesús
.
NO LO OLVIDE, JESÚS LE AMA. 
Dígale ahora mismo: "Señor abrázame fuerte, te necesito, corro a tus brazos, no puedo más, me siento débil". 
Disfrute del abrazo de Jesús.

Dios los bendiga
Susana Goglián


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