martes, 9 de octubre de 2018

"UNA GRAN TRANSFORMACIÓN"

Resultado de imagen para la cenicienta antes de la transformacion

El devocional de hoy va a ser muy particular, en el mes de Mayo le compartí la reflexión que va a encontrar a continuación a la de hoy y le voy a explicar por qué. 
El titulo de la reflexión de Mayo es: ¡Así la ve Dios! Si usted la leyó la recordará, si no la leyó le pido que lea la que va a encontrar más abajo y luego lea la de hoy que se titula: "UNA GRAN TRANSFORMACIÓN"  para que pueda entender mi sentir, lo que el Espíritu Santo me mostró.

"UNA GRAN TRANSFORMACIÓN"

Cuando elegí la imagen de la princesa, del devocional anterior,  con un hermoso vestido azul, radiante, hermosa; no sabía que era la Cenicienta; me enteré mucho después de publicar el devocional: "Así la ve Dios".
Cuando supe quien era en realidad; el Espíritu Santo me mostró algo muy interesante.
La Cenicienta, el clásico de dibujos animados de Disney; nos cuenta que antes, la Cenicienta no era esa bella y feliz princesa. 
Era una joven, tratada como esclava por su madrastra y sus hijas. Sometida a trabajos duros, de quién se aprovechaban y ella accedía a atender todos sus caprichos. 
Era desechada, nunca la incluían en las cosas de las cuales, sus hermanastras disfrutaban.
Quiere decir que su vida era muy triste; se sentía muy sola, porque no tenía a quién ir.
Hasta que un día, se va a realizar un baile en el castillo del príncipe, al cuál todas las jóvenes deseaban asistir para bailar con el príncipe; pero la Cenicienta no tenía manera de conseguir un hermoso vestido, zapatos y embellecer su cabello.
Abreviando, su vida era un desastre; hasta que "un hada madrina", comenzó a transformar objetos; animales y a ella misma con su varita mágica. Y sucedió... la convirtió en una hermosa princesa; con sus zapatos de cristal y un carruaje.
El Señor me sorprendió cuando supe quién había sido la princesa de la imagen que había elegido para la reflexión, cuyo fin era mostrarles como nos ve Dios.
El Espíritu Santo me mostró, la similitud con la vida de muchos; que vivieron tantas cosas tristes, similares a las del cuento; tantas angustias, soledad, pobreza, no solo material, sino espiritual. Sin tener a quién ir; quizás fueron víctimas de adicciones o sufrieron abusos; pensando que sus vidas siempre iban a seguir así.
Pero llegó el milagro del cambio; pero no  fue un hada madrina quien los transformó para lograr que Dios los viera perfectos como cuando los creó.
¿Entonces quién fue? Fue Jesús, por medio de su sacrificio en la cruz del calvario; donde derramó su sangre para borrar todos nuestros pecados, cuando lo recibimos en nuestro corazón; esa sangre, fue la que permitió que fuéramos lavados y perdonados por su Padre, nuestro hermoso Dios. 
En ese momento, el Señor, comenzó a admirar en nosotros la transformación, de Cenicientas, a princesas hermosas. Y a los caballeros, de pobres y desalineados a príncipes como el del cuento; como Dios los ve.
Por supuesto, es nuestra responsabilidad cuidar esa salvación tan grande y mantenernos puros y santificados, en nuestro camino tras los pasos de Jesús, cuidando la nueva identidad como hijos de Dios.
Quedé impresionada cuando el Espíritu Santo de Dios me mostró esa comparación, la Palabra de Dios dice en: Gálatas 2:20: "Con Cristo estoy crucificado, y ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí. Y la vida que ahora vivo en el cuerpo, la vivo por mi fe en el Hijo de Dios, que me amó y se entregó a la muerte por mí"
¡Cuánto para agradecerle a Jesús! ¡Qué libertad le dio al ser humano, por medio de su sacrificio! Y no solo eso, sino que cuando el Espíritu Santo le revela al hombre, cuánto lo ama Jesús; toda la vida es transformada; cambia la óptica con la que ve la vida, su vida. 
Comienza a sentirse amado, valorado, admirado; como en la transformación de oruga a mariposa. 
Qué amor tan grande el de Dios, deja atrás todos nuestros errores y miserias; comienza a vernos puros, santos y de su propiedad; nos anhela, espera con ansias cada encuentro con nosotros; cuando nos acercamos en oración a Él; puedo verlo sonreír, mirándonos con amor; pensando: ¡Cuanto amo a mi hijo! Lo volvería a hacer; sí, volvería a dar mi vida en la cruz por él.
ESO ES AMOR VERDADERO. 
¿No le parece? Y nuestro Príncipe que nos enamora y nos ama es Jesús.
Con la gran diferencia gracias a Dios; nosotras no nos vamos a volver a convertir en Cenicientas, ni la carroza se va a convertir en calabaza nuevamente a las 12.
No dilate más el momento de acercarse a Jesús, Él lo ama y lo espera.
"Acérquense a Dios, y él se acercará a ustedes. ¡Límpiense las manos, pecadores! ¡Purifiquen sus corazones, ustedes que quieren amar a Dios y al mundo a la vez!" Santiago 4:8 - Biblia Dios Habla Hoy

Dios le bendiga
Susana Goglián

¡ASÍ LA VE DIOS!

¡¡¡Así te ve el Señor cando te mira!!! 
Como una bella princesa que lo enamora. 

En la Biblia:
Cantares 1:15 dice: "¡Qué hermosa eres, amor mío, qué hermosa eres!"
Cantares 6:2 dice: "Yo soy de mi amado y mi amado es mío"

Una vez escuché desde la plataforma en la iglesia, la frase: "Jesús está enamorado de vos"; creo que lo dijo mi pastora Alejandra Carnival, si mal no recuerdo.  Sentí un impacto muy fuerte en mi corazón; me pareció algo maravilloso y lo sigo sintiendo 
así, eso cambió totalmente mi perspectiva de mí misma.
Caminamos por la vida, viendo nuestros defectos; nuestros errores, criticándonos a nosotros mismos; pero de pronto cuando la venda cae de nuestros ojos; 
entendemos que Dios nos hizo perfectos; tanto a hombres como a mujeres; porque
Él es perfecto y todo lo hace bien. 
Luego el hombre, por Adán y Eva, que desobedecieron a Dios en el huerto del Edén; toda la creación quedó manchada por el pecado.
Si todo hubiera quedado ahí, sería lógico verse inaceptable e inútil; pero gracias 
a Dios no quedó ahí; porque envió con mucha tristeza a su hijo Jesucristo, a nacer en la tierra; un ser perfecto, sin mancha, sin pecado; a sacrificarse cual cordero en 
la cruz, en nuestro lugar, solo por amor a su creación;  para que no tuviéramos 
que padecer nosotros por los pecados que heredamos; porque con su 
Sangre Preciosa; Jesús nos limpió, y nos salvó, nos santificó.
Por eso cuando recibimos a Jesús en nuestro corazón; una nueva historia 
comienza para nosotros. Dios no nos ve como nos ven los demás; aún 
nuestros propios padres, familiares, amigos y nosotros mismos.
Quizás usted fue o es objeto de burlas y críticas, que lo hacen sentir tan pequeñito e inútil; lleno de complejos; pero si tan solo sus ojos fueran abiertos; se comenzaría a ver como Dios lo ve. En el caso de las mujeres; como bellas princesas; 
angelicales, delicadas, dulces y sobre todo; santas y sin mancha.
A los hombres como bellos caballeros, sofisticados, hermosamente vestidos, 
santos, con el solo deseo de agradar a Dios;  puros, respetuosos con sus 
parejas; felices y sonrientes, fieles, sin amarguras.
La perspectiva de Dios, a través del sacrificio de su hijo; es muy diferente a la 
nuestra frente al espejo o en nuestra mente; Él nos ve por la sangre que Jesús 
vertió en la cruz, completamente purificados y hermosos y muy amados.
Debemos valorar esto que parece quizás un cuento de hadas; pero le aseguro que 
no lo es; el tema es que necesitamos la revelación del Espíritu Santo; para 
que podamos ver a Jesús ya en nuestro corazón, porque lo invitamos a 
entrar; embelleciendo y santificando nuestras vidas.
Para mí fue tan hermoso entender esto; cambió mi mirada hacia mi misma; me 
siento aceptada por Dios, amada incondicionalmente; deseada por Dios para 
estar siempre a su lado en intimidad. 
 El Espíritu Santo es el encargado de revelarnos  todas estas verdades.
¡Jesús le ama tanto! ¡Mucho más de lo que usted pueda imaginar! 
Solo necesita descubrirlo y luego disfrutarlo.
¡Por favor no dilate el momento de ser feliz! 
Pídale al Espíritu Santo desesperadamente,  verse como Dios lo ve.
Borre de delante de usted la imagen que creó durante tantos años de usted mismo.
Comience a recibir el amor incondicional de Dios, aférrese a Jesús, ámelo, 
búsquelo cada día en su hogar; abrácelo y déjese amar por el Señor.
Le aseguro que no existe en este mundo otro amor, ni siquiera parecido al de 
Jesús; no se lo pierda; el único perjudicado si no lo hace; va a ser usted.
Si desea conocer  más sobre el amor de Dios por usted escríbame, 
más abajo encuentra mis contactos; o acérquese a alguna de las reuniones 
en Catedral de la fe; va a encontrar un link con todas las iglesias Catedral de la fe; 
son iglesias en extensión en muchas localidades y otros países.

POR FAVOR DÉJESE AMAR POR JESÚS, 
ÉL LO ESTÁ ESPERANDO PARA ABRAZARLO

Dios le bendiga
Susana Goglián
"LO HARÁ OTRA VEZ"
 (Elevation Worship - Do it again español)


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Muchas gracias 
Oro para que les sean de bendición las reflexiones.

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ES DE MUCHA BENDICIÓN PARA MÍ LEER SUS MENSAJES. BENDICIONES. Osana Goglián

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