"Ya te lo he ordenado: ¡Sé fuerte y valiente!
¡No tengas miedo ni te desanimes!
Porque el SEÑOR tu Dios te acompañará dondequiera que vayas.»
Josué 1:9 - Nueva Versión Internacional."
Comenzamos entendiendo que si Dios pide algo, es porque sabe firmemente que con su ayuda, lo podemos lograr.
No ocurre como como solía ser en la vida; que nos exigían cosas que nos costaba mucho lograr y en esos casos lo teníamos que hacer solos.
Dios nunca nos va a pedir algo que no podamos hacer; y sobre todo siempre el Espíritu Santo que es nuestro Ayudador, estará a nuestro lado, fortaleciéndonos y guiándonos.
Jesús, caminó en la tierra, puede comprender lo que podemos sentir.
Por eso continúa diciendo: "No tengas miedo, ni te desanimes". ¡Cuántas veces le habrá ocurrido a Jesús, frente a un desafío, temer o sentir desánimo! Pero la confianza en su Padre, lo hacía volver en sí y pensar: Mi Padre me va a ayudar.
Por eso hoy lo alienta, con conocimiento de causa, a no desanimarse y a no tener miedo.
Jesús en la tierra, era cien por ciento Dios y cien por ciento Hombre; por eso pasó por todas las circunstancias que usted vive; pero con la firme convicción de no hacer nada que no le agradara a su Padre; obediencia al cien por cien también.
Además, con la promesa del final de ese versículo de hoy ¿Cómo temer? ¿Cómo dudar? Dice: Porque el Señor tu Dios, te acompañará donde quiera que vayas.
Imagine por un momento a un niño pequeño; lo mandan por un camino oscuro solo. ¿Tendrá temor? Seguramente sí, pero si a último momento el papá le dice: Espera... yo voy contigo; creo que en su rostro se dibujará una enorme sonrisa y la paz volverá a su corazoncito.
Así ocurre cuando tememos; porque lo que viene por delante implica algún riesgo para usted. Una cosa es enfrentarlo solo y otra muy diferente es caminar junto al Señor; siguiendo sus pasos y teniendo la promesa de que lo va a guardar por donde quiera que vaya.
Puede transitar a lo largo de su vida, por situaciones inquietantes, que le generen inseguridad, temor, angustia; pero si ora (orar es hablar con Dios), entonces el temor se disipará y la confianza y la paz inundarán su corazón.
Dice la Palabra de Dios, que Jesús está a su lado como Poderoso Gigante. Siempre a su lado, porque lo ama mucho y no desea que camine solo por la vida.
Jeremías 20:11-13 dice así: "Mas Jehová está conmigo como poderoso gigante; por tanto, los que me persiguen tropezarán, y no prevalecerán; serán avergonzados en gran manera, porque no prosperarán; tendrán perpetua confusión que jamás será olvidada".
¡¡Qué promesa!! Del que nunca miente; si promete que estará con usted, así será; nunca lo dejará, ni nunca lo desamparará.
La oración es una herramienta poderosa, que aumentará su fe, de tal manera, que no habrá lugar para el temor en su corazón.
Dios lo bendiga
Susana Goglián
"Lo harás otra Vez"
Job González
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ES DE MUCHA BENDICIÓN PARA MÍ LEER SUS MENSAJES. BENDICIONES. Osana Goglián