¡Qué fácil es distraerse! La Biblia dice: "No os dejéis seducir ni sorprender. Vuestro enemigo el diablo ronda como león rugiente buscando a quién devorar".
1 PEDRO 5:8.
Cuando usted logra por medio de la oración, la búsqueda de la presencia de Dios constante y de la ministración del Espíritu Santo sobre su vida; lo que tanto deseaba; comienza a tener paz; logra no darle prioridad a las dificultades, a las malas actitudes de las personas que lo perturban, a los problemas; sino que pone sus ojos en Jesús y camina sobre el mar como Pedro; pero también como le sucedió a él; el peligro es distraerse y volver a mirar las olas, la tempestad, las dificultades y así permitir que sus emociones boicoteen su deseo firme de entregarle el control de su vida, bajo el control del Espíritu Santo.
Entonces como Pedro, comienza a mirar alrededor y saca sus ojos de Jesús y comienza a hundirse. ¿Le sucedió?
Entiéndame, no es que haya dejado de orar y buscar a Dios; ni que haya dejado de amar a Jesús; pero si dejó de tener sus ojos puestos solo en Jesús.
De esa manera es muy fácil distraerse y volver atrás; en ese momento sus emociones toman el control y vuelve el desánimo, la tristeza; el temor; vuelve a sentir la soledad que antes no le afectaba. El cuerpo comienza a afectarse también, su organismo le juega una mala pasada.
Ese es el momento de detenerse, reaccionar y volver a poner sus ojos solamente en Jesús, el autor y consumador de la fe, como dice en Hebreos 12:2.
Créame, es una decisión personal; no depende de Dios, depende de usted.
¿A qué o a quién le va a dar prioridad?
Si decide mirar a Jesús y entregarle todas las situaciones que está viviendo; va a sentir que esa carga que le hace sentir que tuviera un piano en la cabeza; se va a ir y la paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús. . (Filipenses 4:7)
Tome hoy la decisión de entregarle a Dios todas sus cargas, malestares físicos, los temores; que a veces son situaciones que nunca llegarán a ocurrir; su familia, su trabajo, personas dañinas que le quieren robar la paz; todo lo que le esté preocupando.
Pruébelo a Jesús, verá que vuelve a ese estado hermoso al que había logrado estar; una paz completa a pesar de lo que ocurra, las circunstancias ya no le afectarán; porque sabrá que su Señor tiene el control y se hará su voluntad, porque usted le ha entregado todo a Él y sobretodo porque lo ama más que a su propia vida, ya se lo demostró en la cruz del calvario, donde decidió entregarse y morir, solo por amor a usted..
Jesús le ama y no va a permitir que le suceda nada que no sea su perfecta voluntad.
Porque luego, Jesús resucitó y quiere vivir en su corazón.
No se permita distraerse, cuide lo que Dios le dio.