La imagen de hoy dice:
Te entrego mi Amor,
no dejes que se te escape de las manos...
A lo largo de la vida, hay momentos en los que el Señor llena su corazón de alegría y paz, su Amor lo completa de tal manera que su relación con Él y con las personas, se hace muy gratificante.
Pero debe de saber que el enemigo de nuestras almas, no se contenta con nuestro bienestar y no se detiene hasta robarle lo que Jesús hizo en usted.
Circunstancias impensadas, situaciones incomprensibles que aparecen en su vida, con el único propósito de distraerlo, para así lograr robarle la alegría y la paz; atentan constantemente en contra suya.
El ladrón, espera la oportunidad, cuando usted se distrae y le roba sus pertenencias; si estuviera atento, se pondría en resguardo y el ladrón no lograría su cometido. (Juan 10:10)
Por eso, la única solución es vivir con los ojos puestos en Jesús (Hebreos 12:2), depende de usted no distraerse.
La íntima relación con Jesús, la oración diaria, la adoración y alabanza constantes, son la herramienta para no darle lugar al enemigo; porque el abrazo del Señor, lo mantiene escondido en Él mismo; nadie puede atentar contra la persona que se esconde en Jesús.
Si la adversidad lo llevó a andar un camino que usted no quería transitar; deténgase, vuelva en sí y desande el camino transitado, y vuelva por esa ruta que un día caminó, con Jesús, de su mano, feliz y lleno de su Espíritu Santo.
La distracción quiere venir a su vida, de la mano de personas que usted nunca imaginó que podrían perjudicarlo; podría haber declarado con seguridad, que era imposible que actuaran de esa manera que le hizo tanto mal; para luego seguir con su vida, tranquilamente, sin pensar en cuánto mal le hicieron.
Por eso, es su responsabilidad no permitir que nadie tenga el poder de irrumpir en su vida, sin su permiso. Que nadie tenga ya el control de sus emociones, pensamientos, sentimientos. Perdónelos como Jesús lo perdona a usted, cada vez que se equivoca.
Por eso, es su responsabilidad no permitir que nadie tenga el poder de irrumpir en su vida, sin su permiso. Que nadie tenga ya el control de sus emociones, pensamientos, sentimientos. Perdónelos como Jesús lo perdona a usted, cada vez que se equivoca.
Jesús quiere ser el centro de su vida para siempre.
¿Es su deseo también? Abrace a Jesús, dígale cuánto lo ama y disfrute de su gran Amor por usted.
Usted y Jesús son mayoría, nada más importa.
Oro para que Jesús le devuelva el gozo y la paz que le quisieron robar.
¡JESÚS LO AMA MUCHO!
Dios lo bendiga
Susana Goglián
"PODEROSO DIOS"
Marco Barrientos (Ft. David Reyes)
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