La imagen del devocional de hoy dice:
... Y JUSTO CUANDO LA ORUGA PENSÓ QUE ERA SU FINAL...
SE TRANSFORMÓ EN MARIPOSA
Antes de tener un encuentro personal con Jesús, el hombre estaba enredado en cosas que a Dios no le agradaban; reaccionaba de manera violenta frente a cualquier cosa; tomar algo que no era propio le parecía normal, total "todos lo hacen". Desear al hombre o a la mujer de su prójimo era algo común y corriente, siguiendo la corriente del mundo. Abandonarse en los brazos del pulpo de las adicciones era la única salida para no pensar en los problemas que lo atormentaban. Mentir, engañar a los demás, actuar con hipocresía, era su forma de vida.
Pero de pronto al encontrarse con Jesús, cuando le entrega su corazón a Él y le pide perdón por sus pecados, comienza a leer la Biblia, puede verse en el espejo de la Palabra de Dios, donde ya comienza a ver su vida pasada como una fea oruga y solo puede caer a los pies de Jesús y pedirle perdón por todo lo que ha hecho hasta ese momento.
Observe por un momento la transformación de oruga a mariposa en este video
Como habrá observado, esta transformación lleva un proceso, quizás sea doloroso, no lo sabemos, tal vez no sea fácil, pero si tenemos que reconocer que es obra del Creador del universo.
De igual manera Dios nos creó, pero nos dio libre albedrío para decidir seguir a Jesús o no. La promesa es que si nos decidimos por Cristo, nuestra vida va a cambiar sin lugar a dudas.
Dios no puede convivir con el pecado, no podemos tener un pie en el pasado y otro en el presente. Jesús se acerca a nosotros para darnos la oportunidad de convertirnos en una hermosa mariposa, para su Gloria.
La Palabra de Dios dice en Juan 1:12: "Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios" Ese es el momento en el que nos convertimos en hijos de Dios y pasamos a ser "cristianos" que significa "pequeños Cristos". Entonces ya no vivimos como acostumbrábamos hacerlo, sino que seguimos el ejemplo de Jesús, que se revela a nosotros, a la luz de la Palabra de Dios, comenzamos a comprender que es lo que Dios espera de nosotros.
Gálatas 2:20 dice: "Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí".
Si se decidió por Cristo y le entregó su corazón....
¡Dios le bendiga preciosa mariposa!
Susana Goglián
"Has cambiado mi lamento en baile"
Marcos Witt
Twitter: @susanagoglian
