La imagen dice:
"Tu vida es el resultado de las decisiones que has tomado.
Si no te gusta tu vida, es el momento de comenzar a tomar mejores decisiones"
Mientras pasan los años, vivimos pensando que necesitan los que están a nuestro alrededor, hasta escuchamos sus opiniones como si fueran la única verdad, como si no pudiera haber otra mirada sobre las cosas.
Creemos que los únicos equivocados somos nosotros, porque los demás son seguros, más fuertes, más inteligentes o más razonables.
¿Alguna vez le pasó alguna de estas cosas?
Está comenzando el 2018 y quizás llegó el momento de detenernos y pensar:
¿Y yo que quiero? ¿Cuál es mi sueño? ¿Qué me gustaría hacer a mí?
Recordemos que la Biblia dice en Marcos 12:31: "Ama a tu prójimo como a ti mismo" No nos está diciendo: ama a tu prójimo más que a ti mismo. Es un gran error creer que nosotros no importamos.
A algunas personas se les dice: No seas egoísta, pensá en los demás también; pero hay otras a las que les dicen: ¿cuando vas a pensar en vos?
Creo que es necesario un equilibrio; ni tanto, ni tan poco.
Comenzó el año 2018, es tiempo de hacer un balance. Si nos preguntamos ¿Qué hice el año pasado para mi? ¿Qué contestaría usted? Algo que no involucre a otras personas, algo que sea totalmente personal. ¿Recuerda algo?
En medio de tanto trabajo, en un año agitado sirviendo al Señor, pensando en los problemas familiares, tratando de ayudar a nuestros seres queridos dentro de lo posible, corriendo para llegar con los pagos cada mes; los que son líderes o pastores, tratando de ayudar y apoyar a sus discípulos.
¿Y nosotros? ¿Quién piensa en lo que queremos y necesitamos interiormente?
Si no lo hacemos nosotros; no esperemos que algún ser humano nos recuerde que también existimos.
Es tiempo de pensar en nuestras necesidades, sueños, proyectos postergados, sin descuidar nuestras obligaciones; poniendo en orden las prioridades; dejando tiempo para decidir por ejemplo, un día a la semana vamos a hacer lo que nos va a producir alegría, descanso, paz, alguna gratificación personal.
¿Qué es difícil? Si, es difícil, de hecho no lo logré todavía; pero este año me gustaría lograr también pensar en lo que yo quiero; recordar que yo también existo y que Dios quiere que me ame igual que a mi prójimo.
Muchas veces hacemos más de lo que Dios nos pide; nos exigimos demasiado nosotros mismos.
Tenemos que estar más que agradecidos de que Dios sí se preocupa por lo que necesitamos; su amor es tan grande que tiene tiempo de pensar en cada uno de sus hijos y de sus criaturas, los que necesitan aún tener un encuentro con Jesús.
Debemos decidirnos y orar pidiéndole a Dios que ordene nuestras prioridades, para tener tiempo de pensar en nosotros también.
Termino esta reflexión preguntándole: ¿Usted que quiere? ¿Se detuvo a pensar en algún momento que le gustaría hacer? ¿Quedó algo pendiente que soñaba hacer en su juventud y no logró tomarse el tiempo para hacerlo?
El deseo de Dios para usted está en 3 Juan 1:2: "Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma".
Es su turno, llegó el momento de pensar en lo que usted desea.
Dios lo bendiga y le guíe
Susana Goglián
"TODO SE LO DEBO A ÉL"
Marcos Yaroide & Divino
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