Siempre me gustó la fuente de Parque Chacabuco, pero desde hace menos de un mes, que por fin después de desearlo durante veinticinco años, Dios hizo posible que me mudara aquí; esta fuente me tiene subyugada; no veo el momento de ir al parque y encontrarla prendida.
Estas dos fotos que les comparto, las saqué yo con el celular; justo en ese momento detrás se veía un hermoso atardecer; otra cosa que amo desde siempre.
Podría pasar horas admirando esta fuente; siento que el Espíritu Santo me está ministrando mientras escucho canciones de adoración y la admiro; realmente es una experiencia maravillosa.
Lo que me sorprendió ayer cuando entré a una confitería a tomar un café; porque vi que la fuente estaba apagada; fue que le pregunté al mozo si sabía los horarios en los que prenden la fuente. Él miró hacia el lugar de la fuente y me contestó: No tengo la menor idea; hace quince años que trabajo acá y nunca crucé a verla. Sé que no todos tenemos los mismos gustos, pero... la verdad comencé a reflexionar.
También me asombraba hace años saber que mi tía, que vivía en Uruguay, a dos cuadras de la playa Pocitos; nunca iba; porque no le atraía el mar.
Pensaba entonces, que Dios creó tantas maravillas para que el hombre las disfrute; pero no las ve; no las valora; cegado con las cosas terrenales y materiales.
Si hay algo que me llena de paz y alegría; ya lo he comentado en otras reflexiones; es observar las nubes, tan hermosas, blancas y lo más maravilloso para mí, es ver nubes en forma de corazón; que me hacen sentir que Dios me está diciendo en ese momento: Te amo. Y yo le contesto: yo también Señor. Algún día, en las nubes, nuestro precioso Jesús, vendrá a buscarnos para llevarnos al lugar que preparó para nosotros; los que le amamos y somos de su propiedad.
"Digno eres, Señor y Dios nuestro, de recibir la gloria y el honor y el poder, porque tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas". Apocalipsis 4:11
Pero lo más triste de todo esto que les comentaba; es que Dios junto con todas esas maravillas de la creación; entregó a su Hijo Único; a morir por nosotros, para regalarnos la salvación de nuestras almas. Jesús; quién lo único que desea es amar al hombre; perdonarlo; responder a sus necesidades; con milagros.
Hay trescientas sesenta y cinco promesas en la Biblia, una para cada día del año.
¿Y que hace el hombre con ese maravilloso regalo? Lo ignora; lo rechaza; convierte todo ese amor de Dios, en una simple religión; a la que le dice: si o no me interesa.
Jesucristo no es una religión; solamente por la bondad de Dios; no obliga al hombre a aceptarlo; sino que le dio libre albedrío, para que pueda por decisión propia, sentir la necesidad de entregarle el corazón a Jesús; por reconocer hasta donde llegó el amor de Jesús, para entregar su vida para salvarlo de sufrir todo lo que Él sufrió en su lugar; para evitarle el dolor.
Me gustaría que todos los amigos que leen hoy esta reflexión; se analicen y se pregunten: ¿Por que no quiero seguir a Jesús? ¿Soy desagradecido ante tanta entrega?
Y los que son creyentes hace muchos años; pregúntense: ¿Por qué sigo a Jesús?
¿Qué espera Dios de mi? ¿Lo estoy haciendo? ¿Mi vida le pertenece completamente a Jesús?
Quizás este comienzo de año; sea una buena oportunidad de comenzar de nuevo; entregándole a Jesús su corazón; expresándole que lo necesita; que hasta aquí caminó solo en la vida; pero que se siente vacío.
Déjeme decirle que ese vacío que usted siente dentro suyo, cada mañana al despertar; solamente Jesús lo puede llenar. Se lo digo con conocimiento de causa; nada pudo llenar mi corazón, hasta que tuve un encuentro con Jesús. Solo Él pudo completarme y hacerme sentir plena.
Inténtelo; ya sea que hoy le va a entregar a Jesús su corazón por primera vez; o si es creyente; quizás solo como un título.
Piense ¿Cómo lo ve la gente que le rodea? Esa es la realidad; no lo que usted piensa.
Digale ahora conmigo: Jesús, te entrego mi corazón y toda mi vida; perdóname por jugar a la religión, tu no miras lo que mira el hombre; porque tu miras el corazón; te pido perdón por todos mis pecados; aún por los que cometí sin saber que eran pecados y que a ti no te agradaban; porque veía que todos lo hacían.
Yo quiero ser diferente; lávame con tu sangre preciosa; la que derramaste en la cruz por mí para salvarme. Anota mi nombre en el libro de la vida; toma el control de mi vida y de toda mi familia. Amén.
Hermano/hermana; deseo que Dios llene toda su vida con su paz. Hable con Jesús todos los días; no solo cuando va a una iglesia; Jesús está a su lado y desea escucharlo, abrazarlo y responder a todas sus necesidades. Confíe solo en Jesús.
Dios los bendiga
Susana Goglián
"ABRE MIS OJOS OH CRISTO"
Danilo Montero
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