La imagen de hoy dice:
ESPÍRITU SANTO LLÉNAME!
La Palabra de Dios dice: "Buscad primeramente el Reino de Dios y su justicia, y todas las demás cosas os serán añadidas". Mateo 6:33.
En la vida todo tiene un orden y si se cuida de poner las cosas más importantes primero; todo lo demás se irá ordenando.
En la vida espiritual es igual; muchas veces se espera que todo salga bien, que no haya problemas, ni dificultades; pero la Palabra de Dios es clara, si ponemos primero a Jesús; Él se encargará de que todo lo demás funcione bien en nuestra vida.
Jesús entregó todo por nosotros; hasta su vida, solo por amor; por eso cuando lo invitamos a nuestro corazón; le decimos: Quiero que seas el Señor de mi vida; esa entrega es de corazón y el Señor la cree; a partir de ese momento, no podemos seguir caminando solos por la vida, como si no hubiera cambiado nada; ahora somos de Cristo; ya no podemos seguir viviendo como antes.
He escuchado y visto de tantos casos de personas que han llegado a la iglesia con un problema grave, o una enfermedad con peligro de muerte; se entregaron a Jesús con lágrimas en los ojos; luego recibieron el milagro que estaban necesitando y se alejaron de Dios, de la iglesia y volvieron a su antigua vida.
Recuerdo el caso de un joven que llegó a la iglesia con SIDA, llegó con lo último de sus fuerzas, desesperado; se entregó a Jesús; oraron por él y fue sano; recuerdo que dio su testimonio en un programa de TV cristiano. Pasó el tiempo y dejé de verlo en las reuniones y pregunté por él y me dijeron que ya no se congregaba. Sinceramente no lo podía creer.
Me hace acordar cuando Jesús sanó a diez leprosos que llegaron a Él, desesperados, rogándole que los sane y el Señor los sanó. Rápidamente se fueron gozosos, solamente uno de ellos volvió y se postró a los pies de Jesús dándole gracias. Jesús miró a sus discipulos y preguntó: ¿Y los otros nueve donde están? Lucas 17:11-19.
Jesús no es una Aspirina, que se toma cuando le duele la cabeza y después ni se acuerda.
Poner a Dios en primer lugar; es despertar cada día, dándole gracias por haber despertado; por un día más de vida; por todo lo que le da cada día.
Luego, comenzar el día orando y buscando la presencia del Espíritu Santo; su Unción, su llenura; esa que llena todo su ser con una inmensa paz inigualable, no la puede comparar con nada más; no es tranquilidad; es una catarata de profunda paz que llena todo su ser.
Su clamor sea cada día: Lléname de ti Señor; antes de pedir por su necesidad, busque la dulce presencia de Dios; luego toda las demás cosas se irán solucionando; porque Jesús nunca desampara a los que en el confían.
Así como nosotros necesitamos que nos expresen amor; Jesús también espera que se le retribuya todo ese amor abundante que nos da.
Tome el hábito de pedirle cada día, cada noche: Lléname Espíritu Santo, necesito tu presencia en mí.
Dios le bendiga
Susana Goglián
"LLÉNAME"
Visión Juvenil
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