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sábado, 24 de junio de 2017

¿COMO ESTÁS?

La imagen dice: ¿Cómo estás?

¿Le sucede a veces sentir que necesita que alguien le pregunte simplemente cómo estás? Pero ese "¿cómo estás? que no espera una simple respuesta: -Bien gracias ¿y vos?
El ritmo vertiginoso de las ciudades, impide que alguien se interese por como está el otro, cada uno piensa en sus problemas y circunstancias. O preguntan pero no se quedan esperando la respuesta, siguen hablando de como están ellos. ¿Le ha pasado?
Tantas veces necesitamos decir lo que nos pasa, pero parece que a nadie le importara realmente lo que necesitamos o no saben escuchar generosamente, olvidándose por veinte segundos de sí mismos, sin contestar inmediatamente: -A mí me pasa lo mismo, o a una vecina le pasó, o se quedan mudos si no tienen con quién comparar con lo que les contamos. 
Que sensación de frustración y soledad produce eso. 
Muchas veces uno decide no hablar más ¿Para qué? si finalmente no le interesa a nadie escucharnos en silencio y con atención.
Una persona puede estar rodeada de gente, pero igualmente sentirse sola cuando sucede eso.
Damos tantas gracias cuando descubrimos que a Dios si le importa lo que le decimos y nos escucha con mucha atención, somos sus hijos y Él es un Padre amoroso que se interesa de verdad  por nosotros.
Si cada día nos acercamos a Jesús antes de hacer cualquier otra cosa en oración, podemos sacar afuera todo lo que hay en nuestra mente y en nuestro corazón, depositando en Él todas nuestras angustias, al fin y al cabo, el único que puede hacer algo para ayudarnos a salir de nuestros problemas es nuestro Señor.
La comunión con Dios, nos evita la frustración de no ser escuchados. Si tomamos como hábito diario orar, estar con Jesús, hablar con Él, la paz y la alegría de saber que tenemos con quien contar y en quién confiar, en un ser que nos ama de verdad, sin egoísmos, nos ayudará a mejorar nuestras relaciones interpersonales, porque ya no esperaremos de los demás lo que no nos pueden dar, evitaremos así enojos y resentimientos.
Una amiga hace muchos años me dijo algo que nunca olvidé, ella dijo: No le pidas a alguien lo que no te puede dar. 
Es verdad, podemos dar de lo que tenemos, si hay amor en nuestro corazón, podremos compartirlo, escucharlos con generosidad, ayudar al prójimo. Pero si en un corazón hay resentimientos, rencores, egoísmos, eso precisamente podrán demostrar.
La Palabra de Dios dice en Mateo 12:34: "... ¿Cómo podéis hablar lo bueno, siendo malos? Porque de la abundancia del corazón habla la boca".
Escuche hablar a una persona durante unos minutos y sabrá lo que hay en su corazón.
JESÚS SIEMPRE TIENE TIEMPO PARA ESCUCHARLO CON CALMA. 
HABLE CON ÉL.

"SEÑOR"
Dúo Pimpinella



Si desea encontrar un lugar donde congregarse, donde la presencia de Dios 
se va a hacer tan real en su vida como el aire que respira cada día, envíeme un mail a:
huellaseternas@hotmail.com
Según cuál sea su localidad, le estaré enviando una dirección 
Bendiciones
Susana Goglián

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