La imagen de hoy dice:
"No os engañéis; Dios no puede ser burlado:
pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará".
Gálatas 6:7
No hay nada más desagradable que la hipocresía; mirar a una persona a los ojos, escucharla hablar, sabiendo que lo que está diciendo no es verdad.
La verdad en algunas personas es importante solo cuando se la dicen otros; pero en el momento de sincerarse y si es necesario disculparse; prefieren fingir, aunque saben que Dios todo lo sabe y todo lo ve.
La mentira, hace que las personas dejen de confiar. Tanto la confianza, como la desconfianza, se gana, con actitudes, palabras, a lo largo del tiempo; pero una vez que la otra persona se siente estafada, no puede volver a confiar.
¿Será que es más fácil fingir que decir la verdad?
La Palabra de Dios dice en Santiago 5:16: "Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho".
Para algunas personas, en lugar de disculparse, prefieren fingir que nada ocurrió; aunque hayan incomodado con sus actitudes a los demás; no se puede borrar el efecto que ha ocasionado en otro; sin ser humilde y pedir perdón.
Realmente ante estas actitudes, he escuchado en tono de broma a muchos decir: Cuanto más conozco a la gente, más quiero a mi perro; yo la he cambiado; digo: Cuanto más conozco a la gente, más amo a Jesús; quién es ejemplo de humildad, sinceridad, amor; por lo cuál es digno de confianza.
La Palabra de Dios, nos invita a cambiar de actitud ante la vida; nos motiva en Hebreos 10:22, diciendo: "... acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura".
El anhelo de Dios, es que seamos transparentes delante de Él, siguiendo el ejemplo de Jesús cuando estuvo en la tierra; me gusta mucho este versículo que dice en Lucas 2:52: "Y Jesús crecía en sabiduría, en estatura y en gracia para con Dios y los hombres".
¡Qué hermoso sería que pudieran decir esto de nosotros! Aún sabiendo que a Dios no se lo puede engañar, todo lo ve, todo lo oye, hasta las intenciones del corazón.
Dios nos ayude hoy a cambiar de actitud, ser sinceros, santos y sin mancha delante del que dio su vida por nosotros en la cruz del calvario, Jesucristo.
Las palabras se las lleva el viento, lo importante son las decisiones del corazón; para que podamos ser ejemplo a otros, ya no con palabras, sino con sinceridad y santidad.
Si en cambio usted sufrió la hipocrecía de otra persona, la solución para tener paz en su corazón; es pedonarlo; por Jesús y por usted; no importa que no se lo merezca esa persona; usted si merece vivir su vida en paz.
Decida decir de corazón: Señor perdono a... en el Nombre de Jesús y renuncio a todo espíritu de resentimiento y lo echo fuera de mi. Amén.
Decida decir de corazón: Señor perdono a... en el Nombre de Jesús y renuncio a todo espíritu de resentimiento y lo echo fuera de mi. Amén.
DIOS LO AMA MUCHO, SIEMPRE ESTÁ DISPUESTO A PERDONAR Y
Y USTED DEBE HACER LO MISMO POR JESÚS.
Dios lo bendiga
Susana Goglián
"RENUEVAME"
Marcos Witt
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