La imagen de hoy dice:
¿Te duele?
No te preocupes ... es Dios haciéndote de nuevo
En la Santa Biblia en Jeremías 18: 4-6 dice: "Y
la vasija de barro que él hacía se echó a perder en su mano; y volvió e
hizo otra vasija, según le pareció mejor hacerla. Entonces vino a mí
palabra de Jehová, diciendo: ¿No podré yo hacer de vosotros como este
alfarero, oh casa de Israel? dice Jehová. He aquí que como el barro en
la mano del alfarero, así sois vosotros en mi mano, oh casa de Israel"
Muchas veces
en nuestras vidas, Dios comprueba que la única manera de conducirnos
hacia el propósito que Él tiene para nosotros y que obviamente es para
nuestro bien, ya que Dios todo lo sabe, es haciéndonos de nuevo.
No es un
proceso fácil, pasamos por momentos de dolor, de frustración, soledad,
vivimos injusticias, promesas incumplidas; quizás no tenemos con quién hablar de lo que nos pasa; no queremos ser juzgados o incomprendidos y eso nos produce desazón.
Pero todo esto es para nuestro bien; es porque el Señor está trabajando
en nuestras vidas.
A veces nos ponemos muy tristes, cuando vemos sufrir a seres que amamos; personas buenas; pero que son humanas y pueden fallar; nadie está exento de cometer errores, justamente porque somos humanos.
Pero si Dios considera que con una reparación rápida no será suficiente, romperá su vasija y lo hará de nuevo.
Es en ese momento en que nota que
Dios le está dando una nueva oportunidad de empezar de nuevo y hacerlo bien, correctamente, porque lo Ama.
Durante el proceso, sentirá que Dios lo abandonó o que lo está
castigando por algo que hizo; pero bajo la mirada de Dios es un acto
de amor; así como los padres necesitan corregir a sus hijos cuando ven
que se están equivocando, cuando ven que corren peligro.
A ningún hijo
le gusta que los padres le digan que no, o que corrijan su manera de
actuar, pero es para su bien; de la misma manera nuestro Padre Celestial
nos moldea, para hacernos a su imagen y nos prepara para cumplir el
sueño que tiene para nuestras vidas.
La mente del
hombre no alcanza a comprender los propósitos de un Dios tan grande,
por eso, solo le queda obedecer; conociendo que Jesús nos Amó tanto,
hasta el punto de entregar voluntariamente su vida en la Cruz y por
medio de su muerte y resurrección, le da la oportunidad de conocerlo,
recibirlo en su corazón y comenzar una nueva vida.
Pero este
proceso no solamente es para las personas que recién conocen a Jesús,
sino para sus hijos, los que por años han seguido a Jesús; pero que
necesitan una transformación, un alto en su camino, para comenzar de
nuevo correctamente.
Deje a Dios realizar su obra perfecta en usted.
Confíe en el que lo Amó más que a su propia vida cuando se entregó en la cruz, para salvarlo.
Dios lo bendiga
Susana Goglián
"EL ALFARERO"